¡Advertencia! No pasar
Se
advierte a los distinguidos lectores este blog que la página que sigue contiene
lenguaje procaz, groserías explícitas y comentarios acerca de bajos instintos.
Como puede afectar a las almas
sensibles, se recomienda a estas abstenerse de leerlas y esperar, con paciencia
y benevolencia, la próxima entrada.
1
Palabras al usuario del retrete
Este fragmento, dedicado a un retrete
que se dirige a su usuario, pertenece a
François
Rabelais (1494-1553), fraile franciscano francés,
traductor de la Historia de Herodoto, que en su
Gargantúa y Pantagruel, escribió los párrafos más desvergonzados
de la literatura universal.
Cagante, bostante, pedante, cacoso,
tu coso colgante bajante a mi foso, guardoso, mierdoso, asqueroso, ¡San Telmo
te espante si todo agujero mugroso, trasero, no limpias entero cuando te
levantes!
2
Más de Gargantúa
y Pantagruel
Capítulo XIII
Cómo reconoció Grandgousier el
maravilloso ingenio de Gargantúa por la invención de un limpiaculos
…
-He descubierto, dijo Gargantúa,
luego de largas y minuciosas investigaciones, el modo más señorial, más
excelente y más expeditivo de limpiarme el culo. Es el más noble, el mejor y el
más eficaz que nadie haya visto. Primero hagamos historia: una vez yo me limpié
con una bufanda de terciopelo de una dama y lo que encontré es que su
dulzura me procuró una gran voluptuosidad en el fondo del agujero.
Otra vez con una caperuza de la
misma dama y el resultado fue idéntico. Y otra vez con un sombrero de mujer de
satén de color vivo pero, una sarta de porquerías de perlitas doradas que lo
adornaban, me desollaron todo ahí atrás. ¡Que el fuego de San Antonio le queme
el agujero del culo al orfebre que los hizo y a la dama que los portaba!
…
Después me limpié con paños,
colchas, cortinas, carpetas, con una almohada, un tapiz de juego, con trapos,
servilletas, un pañuelo, todo eso me procuró más placer que el que tienen los
sarnosos cuando se los rasca.
-¿Cuál es el mejor limpia-culo, el
que más te gusta?, dijo Grandgousier.
-Ya llegaré ahí, vas a encontrar
enseguida la última palabra. Yo me he limpiado con el heno, la paja, la borra,
con lana, con papel, pero…
Quien el culo se limpia con papeles, de la basura
dejará caireles.
…
-Hijo, tu estás
lleno de buen sentido, pequeño buen hombre, uno de estos días te haré nombrar
doctor en
la Sorbona,
pues eres bastante avanzado para tu edad. Proseguid con tu propósito
limpiaculístico.
3
Falta de romanticismo
-¿Ramón,
has visto que se casa la
Condesa de Gala?
Estando
como están, en el fragor de un amoroso 69 *, Ramón, además de sorprendido se
siente herido y reprocha a su novia Manuela:
-¡Y tú que
me acusas a mí de falta de romanticismo! ¿Justo ahora se te ocurre pensar en eso?
-No, no
es que lo haya estado pensado…
-¡Ah,
no! ¿Y entonces qué?
-¡Es
que lo estoy leyendo en un pedazo de diario que se te ha quedao pegado en el
culo!
*cunilingus
4
El oso y el conejo
Charlaban un oso
y un conejo mientras cagaban alegremente bajo unos árboles.
-¿No te molesta
la caca que queda pegada en los pelitos?
-No, para nada,
-dijo el conejo.
Y dicho esto agarró
el oso al conejo por la cola y las orejas y se limpió el culo con él.
.