sábado, 29 de septiembre de 2012

Nombres de barcos -2-

Continuamos la serie de los nombres y las historias de algunos barcos.


Beagle
Barco y nombre famosos. El H.M.S. Beagle (Her Majesty’s  Ship Beagle), bergantín de 3 palos, que al comando del Capitán Robert Fitzroy llevó a Charles Darwin en su famoso viaje alrededor del mundo (1831-1836).
El nombre hace referencia a una raza de perros cazadores. Es una raza muy antigua y hay datos concretos de que los romanos llevaron a Inglaterra unos perros cazadores de conejos, de los que descienden los actuales beagles.
Y, por supuesto, también en homenaje a esta nave, se llama Canal Beagle al estrecho que limita Argentina y Chile, al sur de la Isla Grande de Tierra del Fuego y al norte de la Isla Navarino.


Iopne
Así bautizó su constructor, Fernando Corcho Daroqui, a un hermoso catamarán que se botó en el Club Náutico Atlántico Sur de Puerto Madryn.
Sucede que el dibujo y construcción de la nave lo hacía pasar horas frente a la computadora con el consiguiente y repetido reclamo de la esposa para que interrumpiera las labores y fuera a cenar.
En una ocasión, en que el reclamo de asistencia a la mesa se hizo perentorio, hubo que “salvar” (save file) todo velozmente y esas fueron las palabras con que el manotazo de Cristina “registró” el archivo y de ese modo nació el extraño nombre con que posteriormente se bautizó al barco.
Su propietario actual, un orgulloso charrúa, lo navega por la Banda Oriental.


Hoplias
La casa rodoflotante de Juan Pascualero, que pueden ver aquí navegando gallarda en el río Santa Lucía: http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&v=6WCTtGFTkyE&NR=1
Él mismo nos ha dicho lo que significa: Hoplias malabaricus es el nombre científico de la tararira. Un pez muy peleador y codiciado por estos pagos. Hay otras acepciones de la palabra tararira pero, siendo Juan un hombre discreto como es, serán dejadas de lado en esta ocasión.


Calipso
Entre todos los Calipso se destaca el que usó el francés Jacques Cousteau como buque de investigación oceanográfica y que veíamos por tevé en la famosa serie El mundo del silencio.
El Calipso, botado en 1942 como dragaminas, se hundió en Singapur a principios de 1996. Reflotado, lo llevaron a Francia donde quedó varado en disputas legales y económicas. Anteriormente, visitó varias veces el puerto de Ushuaia donde el capitán y sus oficiales eran asiduos comensales de Tante Elvira. Allí  investigaban a fondo la centolla de la casa con vino blanco argentino.
Tanta difusión tuvieron sus actividades que dos composiciones musicales y una isla mexicana, en el mar de Cortez, llevan su nombre.
Viene de la mitología griega y de La Odisea. Refiere a la ninfa Calipso que albergó en su isla a Ulises, durante 10 felices años, en su regreso desde Troya. Hasta que Zeus, por sugerencia de su hija Atenea, decide que el tipo debe volver a Itaca. Calipso cantaba, hilaba, tejía, hacía el amor con Ulises, pero siempre hay algún superior miserable con ganas de asignarle algún nuevo destino o tarea a su subordinado.
Y entonces Penélope que, a su vez, lo estaba pasando bárbaro en Atenas...
Pero eso ya es otra historia. Mejor dejemos acá para no andar botoneando.
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martes, 25 de septiembre de 2012

Mujeres con gran físico - Humor


El profesor, mirándolo con la seriedad que el examen requiere, le dice:
-Nombre un gran físico de la época.
El alumno luce desconcertado y piensa. Duda mientras sus ojos describen un gran círculo en busca de inspiración y, finalmente, se decide:
-Marisa Allasio…

El nombre de la hermosa actriz italiana deja al cuento irremediablemente fechado hacia 1964, pero se ha seguido repitiendo hasta el cansancio cambiando el nombre de la agraciada. Más adelante fueron Claudia Cardinale , Ornella Mutti, Katia Aleman, Sonia Braga, Paola Krum y otras bellezas las que ocuparon ese lugar.
 
 
Pero, según queda demostrado a continuación, el tema viene de más atrás. Miren, si no están de acuerdo, la foto de esta mujer con uno de los mejores físicos del mundo para su época.


En la foto de abajo, que me envió Susana T. de M. está Elsa Einstein con su segundo esposo, y primo, el físico Alberto Einstein. Se casaron en segundas nupcias (para ambos) en 1915. La primera esposa (con quien se había casado en 1903), Mileva Maric, además de ser hermosa era una científica brillante, pero a la mámele de Albertito no le gustaba. ¡Y bué!
En la foto de arriba el río Tíber -detrás de Marisa Allasio- y en la del medio, Claudia Cardinale.
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viernes, 21 de septiembre de 2012

La invasión de Buenos Aires por la flota norteamericana

En 1917 una flota de guerra norteamericana daba vueltas por Latinoamérica disciplinando países e instalando gobiernos “amigos”. En julio, el presidente argentino Hipólito Yrigoyen recibió al embajador norteamericano Stimson que le comunicó que dicha flota entraría incondicionalmente al puerto de Buenos Aires, es decir, subordinando la soberanía argentina a las instrucciones que le impartiría su comandante, el almirante Caperton.
Yrigoyen rechazó al embajador y a su nota de aviso (¡sic!) diciendo que instruiría a la marina y al ejército* a rechazar a cañonazos el ingreso de sus colegas.
El embajador comunicó con urgencia al presidente Wilson y al secretario de estado Lansing que la “díscola” actitud de Yrigoyen iba en serio y estos le dieron la instrucción de negociar.
El tema se resolvió solicitando que pidiera autorización para una corta “visita de cortesía”, la que le fue otorgada. La flota entró, confraternizó con los marinos argentinos y pegó la vuelta sin contratiempos.

*Al asumir Yrigoyen en 1916 no tenía hombres de confianza en la marina, por entonces liderada por la línea de los cipayos que tenía entre los más notorios al almirante Manuel Domecq García, ni en el ejército con los seguidores de Mitre. Al principio de su mandato tuvo que poner civiles al frente, entre los que se destacaron Elpidio González y Julio Moreno. Luego, poco a poco consiguió imponer a militares de pensamiento patriótico, entre ellos al almirante Tomás Zurueta y a los generales Mosconi, Pomar y Savio.
Cuando lo sucedió Alvear en la presidencia, para 1922, lo primero que hizo fue reponer como ministro de marina a Domecq García, que fue nuevamente reemplazado por el almirante Zurueta por órdenes de Yrigoyen, en 1928 al asumir su segunda presidencia.

El departamento de estado norteamericano no terminaba de digerir el repudio público de la Argentina a sus intervenciones en los países de centro américa y el caribe.
Cierto día de 1929 el lúgubre presidente Calvin Coolidge comunicó a las cancillerías latinoamericanas que el electo presidente Herbert Hoover se disponía a realizar una tournée de buena voluntad por el continente.  Cuando llegó a Buenos Aires, procedente de Chile, con su clara inteligencia, tuvo enseguida una idea de la situación: aquí lo esperaba una multitud al grito de ¡Nicaragua! ¡Nicaragua! ¡Sandino! ¡Sandino!
Entonces afirmó que durante su gestión los Estados Unidos no intervendrían en ningún país latinoamericano. Sus declaraciones resonaron desagradablemente en el lugar de su futura residencia: Washington. Ya instalado allí, el 10 de abril de 1930, se inauguró una línea telefónica directa entre la Argentina y los Estados Unidos que abrieron ambos presidentes con un famoso diálogo de buena voluntad. 

Las buenas intenciones del presidente Hoover quedaron en eso. Pocos meses después de su visita, el 6 de septiembre de 1930, el presidente Yrigoyen fué derrocado en un fragote cívico militar, uno más de la larga serie vinculada a los intereses petroleros norteamericanos. El Departamento de Estado le indicaba a su presidente quién manda (tanto entonces como ahora) en los Estados Unidos.

 
 
La totalidad del artículo, a excepción del párrafo con asterisco y el final, es una transcripción de un trabajo de Miguel Angel Scenna para la revista Todo es Historia (agosto de 1969) que dirigía Félix Luna.
Los autores de las viñetas son chisp@ y elroto.

martes, 18 de septiembre de 2012

Del arte de curar - Humor

Profesionales

1
Las cifras son alarmantes. Por favor cuídate.
Un reciente estudio realizado por el Área de control y estadística del
Ministerio de Salud, afirma que el 23% de los accidentes de tránsito
(sí, leíste muy bien, el 23 %) son provocados por el consumo de
alcohol. Esto significa que el otro 77% de los accidentes son causados
por pelotudos e hijos de puta que toman agua, jugos, refrescos diet,
yogurt y todas esas bebidas chotas.
¡Cuídate de estos abstemios criminales en potencia!

2
En una mesa de café, durante un congreso, un médico cordobés cuenta:
- Pertenecí a Médicos sin Froonteras y contraje paluuudismo en Indoonesia, fiebre amaaría en China y cólera en l’ India.
- ¡Pero qué barbaridad! ¿Dónde lo pasó peor?
- ¡Een Córdoba! Allí coontraje matriimonio...

3
Al negro Juan lo internaron con una tos bárbara. La enfermera comentaba con otro paciente de la sala:
- Este tipo nos va a volver locos. No sabemos qué darle para que no tosa más.
- Y... dele una purga, señorita.
- Pero... una purga no va a curarle la tos.
- No. Pero se va a cuidar mucho de toser.


4
El personal médico y auxiliar de un hospital decide celebrar el día de la primavera con una fiesta de disfraces. Y ahí están ellos y ellas, de riguroso incógnito, en una festichola linda y completa que se alarga hasta la madrugada.
El lunes tres chicas comentan cómo le fue a cada una de ellas y hacen apuestas sobre las identidades de los compañeros que les tocaron en suerte.
-Creo que el mío debía ser el anestesista, -dijo la primera, con pesar-.
-¿Por qué?
-Porque no sentí nada, nada…
-A mi también me fue para el diablo. Estoy segura que mi pareja era el nuevo practicante…
-¿Cómo te diste cuenta?
-Cada dos minutos me decía “¿Te parece bien? ¿Está bien así?”…
-Lo lamento por ustedes -dijo una tercera, -sobre todo porque yo lo pasé maravilloso. El mío debe haber sido el radiólogo… Primero de frente, después de atrás, luego de perfil y cuando ya creía que todo había terminado…
-¿Qué?
-Dijo: “¡Salió movida, va todo de nuevo…!”


Los autores o transmisores fueron: 1 Kiko Garrido; 2 y 3, Lola Méndez y Adriana Gottero; 4, Osvaldo Gallone.
Los autores de las ilustraciones son Lavalle y Quino.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Palabras, palabras, palabras...


La palabra, el lenguaje, la historia, la memoria y el olvido
Lo que sigue es una corta y arbitraria selección de frases o fragmentos sobre esos temas.

La palabra
1 El hombre es el ser de la palabra. – Aristóteles

2
–Cuando yo empleo una palabra -insistió Humpty Dumpty en tono desdeñoso- significa lo que yo quiero que signifique... ¡Ni más, ni menos!
–La cuestión está en saber -objetó Alicia- si usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
–La cuestión está en saber -declaró Humpty Dumpty- quién manda aquí.

(Lewis Carroll, Alicia a través del espejo, VI)

El lenguaje
3 Mientras no destruyamos la gramática el hombre seguirá creyendo en Dios. –F. Nietzche
4 El hombre no habla el lenguaje sino que el lenguaje habla al hombre. – M. Heidegger
5 La lengua es el sistema social más poderoso porque está grabado en el inconsciente. – Ferdinand de Saussure
6 La lengua no es el caballo del pensamiento sino su jinete. José Martí
7 ¿Qué comunica la lengua? La lengua se comunica a sí misma. –Walter Benjamin

1y 3 a 7, han sido extractadas de:
Ivonne Bordelois, Etimología de las pasiones y La palabra amenazada, Ediciones del Zorzal, Buenos Aires.

La historia
8 No hay presente vivo con pasado muerto.
9 La historia puede ser penosa, pero mucho más penoso es no tener historia. - Carmen Iglesias, historiadora española.
10 La historia es siempre tiempo presente. - Walter Benjamin


La memoria y el olvido
11 La novela es la memoria de “la realidad”, totalmente “borrosa, incierta, dudosa y distorsionada”, pero completamente “verosímil”.

8, 9 y 11, pronunciadas por  Carlos Fuentes en su conferencia del Malba en 2009.

12       
Siempre el olvido es memoria que brilla porque está ausente
Pero venciendo el olvido,  se me hace que el hombre crece
Hay pocos como el olvido, venenoso y saludable.
Jorge Marziali. Milonga del olvido
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domingo, 9 de septiembre de 2012

Nombres de barcos -1-


No hay nada más lindo que caminar una tarde soleada por algún puerto, club o marina mirando las embarcaciones amarradas, leyendo sus nombres e imaginando sus historias.
En esta serie comentaremos las historias de algunos barcos y de sus nombres.

Matrero
Este nombre nos hace pensar de inmediato en el hermoso Frers 50 de Toribio de Achával que tantos premios consiguió aquí y allá.  Hay también un muy bonito crucero con ese nombre, construido en 1935, que amarra en el Club San Fernando.
Matrero significa gaucho fugitivo, que anda huyendo de la autoridad  (“Tan matrero y vengativo como asesino y ladrón, y tan perverso, que fue de estos campos el terror.” Santos Vega – Rafael Obligado).
Tiene otra acepción: Astuto, sagaz, diestro o experimentado en alguna cosa.
Es un término muy difundido en la Argentina, donde hasta tenemos una ópera, de 1925, de Felipe Boero y Yamandú Rodríguez, llamada El Matrero. Se representó muchas veces en el Teatro Colón de Buenos Aires y su tema, ambientado en una estancia, gira alrededor de un amor frustrado de la patroncita por un matrero que, huyendo, se esconde allí.
También hay una película, basada en la misma, del año 1939, con dirección de Orestes Caviglia y actuaciones de Agustín Irusta y Amelia Bence.


Bolívar
Creer o reventar, así bautizó a su velero, construido en Génova en 1822, el poeta inglés Lord Byron. Tenía 3 mástiles y hasta un cañón de bronce. George Byron tenía fama de liberal, estrafalario y libertino. Peleó con los carbonarios y contra el Papa. En una de sus incursiones abrazó la causa griega y allí contrajo la malaria que lo llevó a la tumba en 1824.

Ariel
Construido casi al mismo tiempo que el barco de Lord Byron, así llamó el poeta Shelley al suyo. Originalmente lo bautizó, Don Juan, en honor al héroe de la tragedia de Byron, pero lo cambió luego de un conflicto con aquel.
Mary Shelley, la esposa del poeta y autora de Frankestein, su esposo, y Byron vivían por esos años en Pisa.
Navegaba usualmente por las costas de Liguria y Toscana, frecuentando el puerto de La Spezia. Fue por allí donde naufragó y murió ahogado, en julio de 1822, se cree que luego de una colisión no reportada, en el medio de una tormenta en las cercanías de Viareggio, donde hay un monumento en su recuerdo.


Morpion
Ese nombre eligió Sebastián G. para uno de los primeros Eitin. Por entonces entraban en la categoría quarton (cuarto de tonelada) y eran de madera laminada.
Suena mucho más elegante que su traducción del francés: ladilla.
También dice que lo denominaron así porque se prendía en todas... las regatas.
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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Una caza sin cuartel


El cuento que sigue es parte de:
Arturo Pérez-Reverte, Los barcos se pierden en tierra, 2011, Alfaguara, Buenos Aires.

El libro es una recopilación de textos y artículos cortos sobre barcos, mares y marinos que escribió a lo largo de 18 años.
Está lleno de ironía y mordacidad –a veces excesiva hasta que el lector se familiariza–, pero te lleva a un paseo del que no dan ganas de volver. Entre todos he elegido este que, a mi gusto, tiene la dosis justa de amor y fantasía, además de estar hermosamente escrito.
La acción transcurre en las cercanías del cabo Roig, Alicante, España y, seguramente el inglés va navegando de regreso a Inglaterra desde las Baleares, que los guiris han hecho suyas desde Trafalgar en adelante, mal que le pese a Don Arturo.


La vela enemiga se ve mejor ahora que el sol está alto. Es fácil reconocerla: el aparejo de un queche que el viento, levante de ocho o diez nudos, permite llevar con todo el trapo arriba, amurado a babor. La marejada fuerte y molesta del amanecer ha disminuido, y ahora podemos ver su casco. Con los prismáticos alcanzo a distinguir la bandera: roja, la Union Jack en un ángulo. Un inglés. El corazón me late aprisa, pues desde que descubrimos la vela al alba, cuando se deslizaba sigilosamente por el freu de Tabarca y nosotros aguardábamos al acecho, fondeados en tres brazas de agua, sin luces, las velas aferradas, y camuflados ante la línea oscura de la isla, intuí que podía ser inglés. En esas fechas y entre semana, la mayor parte de los veleros que bajan para doblar hacia el sur la punta de Palos y navegan de noche sin resguardarse en los puertos o fondeaderos próximos, son extranjeros: holandeses, algún francés. E ingleses. Y a mi tripulación y a mí nos encanta cazar ingleses.

Nuestro velero es rápido. No es un regatero nervioso, ni lleva velas de competición, y la vela spinaker está prohibida a bordo con pena de pasar por la quilla a quien la mencione, porque es presuntuosa, incómoda y asesina. El nuestro es un sólido crucero de altura con casco de líneas muy rápidas, un sloop, aparejado de cúter con trinquete afilada como un cuchillo, y en vez de una mayor enrollable arbola una buena y clásica vela grande con tres fajas de rizos. Tampoco mi dotación viste calzado náutico de diseño, pantalones hasta la rodilla ni polos de marca con emblemas publicitarios: son chicas duras que llevan tejanos descoloridos, con navajas en un bolsillo de atrás, y tienen los nudillos y las rodillas llenos de cicatrices, y los bíceps endurecidos por los winches. Tipas peligrosas en tierra, vengativas en las cacerías, crueles y duras en los abordajes.

Y así, poco a poco, cable a cable vamos dando caza a la presa. El viento ha refrescado un poco cerrándose quince grados hacia la proa, y ahora es un estesureste que pone seis nudos y medio en la corredera. Mando cazar el génova y largar un poco la escota de la mayor, y ganamos medio nudo más. El barco navega ahora a un descuartelar, con el agua espumeando a lo largo de la banda de estribor, y la presa está cada vez más cerca. La tensión se siente de proa a popa, y una voz dice: «Es nuestro».

Pero no es tan fácil, voto a Dios. El perro inglés es algo más ceñidor y gana barlovento, y nuestro rumbo nos lleva más cerca de tierra que él. Miro con preocupación la sonda, que disminuye. Once, nueve, ocho brazas. La presa está ahora a un cable por la amura de babor, pero ante nuestra proa se agranda la punta rojiza del cabo Roig. Seis brazas. Temo verme obligado a dar un bordo mar adentro y perder distancia, o que el inglés pase la punta y luego meta todo a sotavento, arribe cortando nuestra proa, nos largue una, andanada con las baterías de estribor mientras estamos en plena maniobra de virar por avante, y después busque impunemente resguardo en el puertecito que hay detrás. Pero de pronto el viento refresca, orzamos cinco grados, y cabo Roig queda en franquía, por los pelos, con tres brazas en la sonda y siete nudos y medio en la corredera mientras volamos de bolina sobre el mar, dejando una estela blanca y recta por la popa. Ahora sí que ese cabrón es nuestro, me digo. Lo tenemos por el través de babor, a medio cable, yéndose hacia la aleta. Espero un poco, y luego ordeno preparar la batería de estribor. Ya puede ir encomendándose a Nelson y a la madre que lo parió.

«A virar», grito mientras desconecto el piloto y cojo el timón. Con la tripulación bien entrenada en drizas, pólvora y ron, el génova se amura a la otra banda cuando meto la proa en el viento y me acerco recto a la presa, ciñendo. Casi puedo oler las mechas encendidas y verlo acercarse a mis portas abiertas. Magic carpet, leo en su espejo. London. Y entonces arrío mi falsa bandera francesa e izo la española —treta legítima—, le corto la estela por la popa, bien cerrado y en ángulo recto, y cuando está perpendicular a mi través, a menos de quince metros, le largo al inglés una andanada mental que arrasa su cubierta, derriba el mesana entre astillazos y hace picadillo a los dos respetables ancianos de piel rojiza que me miran boquiabiertos desde la bañera, ella con un libro en las manos y él fumándose una pacífica pipa. Preguntándose, supongo, qué diablos hace ese majara. Ignorando, los pobres infelices, que llevo seis horas dándoles caza y que acabo de mandarlos al fondo del mar.

25 de julio de 1999

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sábado, 1 de septiembre de 2012

Frases de teatro -11- Julio Cortázar

Adiós Robinson – Radioteatro


Viernes (Oski Guzmán): -Acuérdate cuando me enseñaste las primeras palabras en inglés, la palabra AMO, las palabras SI y NO, la palabra DIOS…

Robinson Crusoe (Víctor Laplace): -…todo eso había que hacer para arrancarte de tu condición de salvaje… Y no me arrepiento de nada.

Cortázar escribió un solo guión de radioteatro en su vida: Adiós Robinson.
Hacia 1945 había traducido Robinson Crusoe de Daniel Defoe y en 1977 la tomó como base para rescribirla en forma de radioteatro, con una visión anticolonialista y un gran conocimiento de las necesidades de un texto para difusión radiofónica.
Secretos Argentinos, el programa que conducen Miriam Lewin y Marcelo Camaño por Radio Nacional Argentina – AM 870-  lo presentó el 20 de agosto de 2012 en una emisión especial realizada en vivo, con Víctor Laplace, Oski Guzmán y Karina K. en los protagónicos.
Previamente Mario Goloboff, estudioso de la vida y obra de Cortázar, habló del contexto en que la escribió e hizo una introducción a la misma.

Pueden escuchar el programa haciendo clic en el enlace que sigue. En total dura 55 minutos, los primeros 17 la introducción y los 38 finales la obra. Vale la pena escuchar aunque sea unos minutos si no dispusieran del tiempo suficiente.
http://radionacional.com.ar/radioteatros/44025-adios-robinson-.html

 
Comentarios sobre la biografía de Cortázar que escribió M. Goloboff:
http://www.eldia.com.ar/edis/20110925/la-biografia-escrita-mario-goloboff-revistadomingo54.htm
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