Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Augusto Monterroso (Guatemala, 1921)Este micro relato, publicado en 1959, considerado el cuento más corto del mundo, es la obra más conocida de su autor y ha sido analizada hasta el cansancio.
Dueño de una gran ironía y un talento especial para el absurdo y la parodia, Monterroso ha escrito, entre otros; cuentos extraordinarios como Mister Taylor y La exportación de cerebros; fábulas muy divertidas, como El mono que quiso ser escritor satírico y una deliciosa novela autobiográfica, Los buscadores de oro. Sin embargo las famosas siete palabras parecen querer imponerse al resto de la obra.
Los estudiosos dicen que el cuento tiene dos partes. La primera frase, de dos palabras, tiene un sujeto tácito (en realidad tiene un sujeto indefinido) y la segunda una estructura clásica donde el sujeto es el dinosaurio y el verbo está entre dos adverbios vagos (¿dónde queda allí?).
A partir de ahí, unos deducen que es optimista y que habla de que la humanidad despierta; otros, que es pesimista y se refiere a la eterna presencia del PRI (Partido Revolucionario Institucional) en la política mexicana y así hasta el infinito.
Su principal virtud es la ambigüedad que el propio autor reforzó al declarar que "sus interpretaciones eran tan infinitas como el universo mismo".
Ahora bien, sin dejar reconocer el inmenso talento que implica ver que allí había un cuento y que el cambio del verbo del presente al pasado es impecable, La Pulpera quiere dejar constancia que la frase está (como frase núcleo) en Rosaura a las diez de Marco Denevi, publicada en 1955, es decir tres años antes. En efecto, en la página 206, parte III Conversación con el asesino se lee:
Cuando desperté el cadáver ya estaba allí.(Editorial Kraft, 3ª Edición, Buenos Aires, 1956)
De modo que podemos agregar una variación más a las tantas que se han escrito:
Cuando la publicó, la frase ya estaba allí..