domingo, 26 de febrero de 2023

Fraudes y engaños “científicos o técnicos”

 


Tenemos una tendencia natural a creer cualquier cosa que se nos presente escrita o filmada. Recuerdo a un viejo italiano que reproducía cualquier noticia que se cruzaba en su camino por insensata que fuera y ante la pregunta acerca de dónde había sacado eso, contestaba: “Está encima del diario”.

Las razones para que esto suceda son múltiples, van desde nuestro deseo de que las cosas sean como las fantaseamos hasta el hecho de que la realidad es dura y quisiéramos que todo suceda a nuestro antojo.

Como contraparte hay una pléyade de personas, instituciones y hasta estados que aprovechan esto por simple codicia, ambición desmedida, megalomanía o abuso de poder para medrar con ellos y lograr prestigio, ascenso social o simplemente concretar fraudes, negocios, beneficiarse económicamente o apropiarse de bienes, países y hasta llegar a declarar guerras.

 

Entre los grandes fraudes científicos sobresalen los de las máquinas de movimiento continuo; el de Richter que nos “vendió” su falso know-how de un reactor nuclear de fusión controlada y el del paleontólogo inglés que “descubrió” un falso antecesor de los humanos en el que estuvieron parcialmente involucrados el Perito Moreno y el jesuita Teillhard de Chardin. Entre sus redes cayeron Pedro I de Rusia, Perón, la Royal Academy, Napoleón y podríamos seguir.

Matías Alinovi, los describe con detalle y rigor en su libro: Historia universal de la infamia científica, 2009, Siglo XXI Editores.

 

Grandes fraudes han sido también la declaración de la Guerra a Irak por parte de los EEUU con el pretexto de que “tenía armas de destrucción masiva”, que nunca encontró aunque arrasó el país y la entrega del premio Nobel de la Paz 1973 a Henry Kissinger, autor ideológico del golpe y asesinato contra Salvador Allende.

 

Hay otros fraudes más pequeños pero que tienen la misma estructura y hasta pueden presentar aspectos humorísticos. Entre estos, mis preferidos están: la Máquina de hacer llover de Baigorrí Velar y la Máquina de café parlante de Castagno.

 

El Ingeniero Juan Baigorrí Velar andaba de aquí para allá con una máquina que “provocaba” lluvias buscando incautos o lugares con sequías prolongadas. Nunca se pudo ver ni analizar la máquina… “Para evitar que cayera en manos de otras potencias…!” En 1939 cayó un buen chaparrón sobre Buenos Aires y algún pasquín en complicidad con él se lo atribuyó. Cosas veredes Sancho…

Convengamos que hubiera sido muy lindo que funcionara.

 

El “invento” de Castagno, en los 2000, estudiante de una secundaria técnica de Las Varillas, Provincia de Córdoba, fue en realidad un estratagema del adolescente para seguir becado por la Municipalidad y continuar sus estudios en la UTN de Córdoba. Pero la cosa se fue de madre, el engaño interesó al Intendente y al ex Gobernador José Manuel de la Sota, lo pasearon por la ciudad en una autobomba y le consiguieron una beca para ir a estudiar a Japón 2 años. Superado por los acontecimientos simuló un robo de su “invento”, en el Aeropuerto de San Pablo -1ª escala del viaje a Japón- por un grupo de mafiosos japoneses que ¡le exigían “la clave” de su invención!

Si, ahora puede parecer increíble, pero se ve que el fernet y los medios de comunicación pueden ser una combinación letal.

La historia dio para que el director Pablo Checci hiciera un documental: La invención de Castagno y además demostró que se puede volver del ridículo, dado que De la Sota siguió como gobernador y fue reelecto para el período siguiente.

 


Acá dejamos por hoy. ¡Que el próximo engaño los haga muy felices!

Propongo algunos temas:

Un spot de Larreta prometiendo educación para todos y la construcción de 200 jardines maternales en sus primeros 100 días de gobierno.

Otro de Alberto diciendo que si es reelegido indultará a Milagro Sala para Navidad.

Otro de Morales diciendo que si es elegido instalará una Nueva Corte Suprema impoluta.

Y para finalizar, uno de Zulemita, prometiendo concretar el proyecto de un artefacto que se eleve hasta la estratósfera y llegue a Japón en 2 horas, mientras nos asegura que “el papi” le dejó los planos.

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