martes, 24 de diciembre de 2024

Con el mismo cuento 75 – Léxico familiar

Léxico Familiar, 1963, de Natalia Guinzburg (1916-1991)

El código secreto, 1990, de Isidoro Blaisten (1933-2004)

Los sorrentinos, 2018, de Virginia Higa (1983)


La complicidad que surge de algunas frases evoca un pasado compartido y da un sentido de pertenencia que puede ir desde amistades de la infancia y la familia hasta grupos, filiaciones y la propia nacionalidad. Todo eso está contado con maestría en estos libros, donde una sola palabra desata un vendaval de asociaciones, ideologías, códigos e historias referenciadas.

La idea de la relación entre las las dos novelas la sugirió Patricia Martínez a lo que agregué el cuento de Blaisten por la claridad para tocar el tema específico. Pero Patricia agregó que el mérito de ambas es independiente del tópico en cuestión y que ambas tienen una frescura y un lenguaje que atrapa por si mismas.




Léxico familiar, lo escribió Natalia Levi (usaba el apellido del primer marido). Cuenta la vida de su familia judía y de la resistencia antifascista desde su primera infancia en Turín hasta 1960. Junto con detallados recuerdos de las relaciones familiares y sociales, del padre autoritario y de la familia toda, va tejiendo una descarnada muestra de la Italia cotidiana de un grupo de intelectuales de gran valía que marcó la cultura de modo indeleble. Aparecen Pavese, Calvino, Einaudi, Vittorini, junto con los miembros de la familia Olivetti, las relaciones con los vecinos y la figura de su marido Leone Guinzburg, que murió por torturas, en la cárcel romana de Regina Coeli, durante la guerra. Todo detalle conduce a una pintura familiar que relaciona de inmediato con algún episodio trascendente de la vida política italiana.



Los sorrentinos cuenta también varias historias a la vez. Junto a la saga familiar de los inmigrantes italianos creadores de uno de los platos más tradicionales de la cocina “argentina” y el foco puesto en el emblemático Chiche, elegido como protagonista, va pasando la historia de nuestro país a lo largo del siglo XX como una brisa ligera y cada detalle trae evocaciones sabiamente mezcladas y combinadas que resultan un plato tan delicioso como el del tíulo.


Creo en la difícil sencillez y me importa la gente. ...alguna vez escribí para Cerrado por melancolía… un cuento que le puede gustar tanto a Barthes como a los muchachos de San Juan y Boedo.” Esto decía Isidoro Blaisten cuando seleccionó El código secreto, que había publicado en La Nación en 1990, para una antología personal que sacó la Editorial Desde la Gente en 1997.




El código secreto es breve, 3 páginas y puede leerse acá:

https://www.lanacion.com.ar/cultura/el-codigo-secreto-nid2479303/#:~:text=Isidoro%20Blaisten&text=Es%20un%20sistema%20de%20asociaci%C3%B3n,la%20familia%20comience%20a%20re%C3%ADr.


Una hermosa semblanza de la literatura de Isidoro Blaisten, escrita por Mario Goloboff, puede leerse en este enlace:

https://nuevasion.org/archivos/41880


Los sorrentinos, Editorial Sigilo, 152 pág., Buenos Aires, 2018

Léxico familiar, Editorial Lumen, 270 pág., Barcelona.

https://www.google.com.ar/books/edition/L%C3%A9xico_familiar/8xc7CwAAQBAJ?hl=es-419&gbpv=1&printsec=frontcover

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domingo, 1 de diciembre de 2024

Pasajes eróticos en la literatura

Una selección de fragmentos de fino erotismo en grandes obras de la literatura.

Es posible que algunos los haya señalado con anterioridad, pero con los años llegan el olvido y la persistencia de los recuerdos.




Historia del cerco de Lisboa - José Saramago

La novela tiene tres relatos entrelazados. Uno es un homenaje a todos los que contribuyen (además del autor) a que un libro termine impreso: editores, lectores de la editorial, correctores, traductores, diseñadores, compaginadores, prologuistas, desarrollado a partir de un error intencional introducido por el corrector Raimundo Silva en un texto. El otro es la escritura de la nueva versión de la Historia del cerco de Lisboa considerando como verdadero ese error, ese “no” que negaba la participación de los cruzados en la derrota y expulsión de los moros. El tercero es el romance que se establece entre la Dra. María Silva -contratada por la editorial para supervisar el trabajo de los correctores- y Raimundo que a su vez tiene un correlato, entre la novela que reescribe la Historia, a través de los personajes de Ouroana y Mogueime, casi anónimos combatientes del bando cristiano.

El romance tiene un refinado y suave erotismo. Comienza con el “Usted me gusta…” de la página 288 (de las 427 de la edición de Alfaguara) y continúa entremezclado en la Historia que Raimundo escribe por sugerencia de su nueva Jefa. El primer beso ¡aparece en la página 335! y la consumación del primer encuentro erótico lleva de la página 335 a la 357 y es una delicia. El autor se muestra tan diestro en el conocimiento del alma femenina que algunas mujeres que lo leyeron especulan con que esos pasajes están escritos por una mujer y que esa mujer sería su esposa Pilar del Río, editora ella y luego su traductora.

Cualquiera que sea la verdad, si es que la hay en esto, merece leerse como un ejemplo de sutileza y amoroso cuidado del inicio de una relación.



El amor en los tiempos del cólera – Gabriel García Márquez

Lindo y delirante relato del amor de parejas de edad avanzada. Todo el libro exhala su perfume tropical en la descripción de los amores de las parejas y sus contrariedades, pero hay un párrafo, a poco de comenzar el libro (en la página 20 de sus 200), de un entredicho entre el Dr. Juvenal Urbino y su esposa Fermina Daza en el que se cuenta un conflicto desatado en la pareja a partir de las diferentes opiniones acerca de si había o no una pastilla de jabón en el baño de la casa. El conflicto va aumentando de nivel, Daza decide irse temporalmente de su casa por el desacuerdo y la cosa concluye porque algun misterio imperioso impone la solución para terminar ese exilio. Una cuota de erotismo en solución humorística. No necesitan leer todo el libro, el episodio del jabón tiene poco más de una página, pero es posible que los tiente a ver si se ofrece algo más que los pueda interesar.


Luna caliente – Mempo Giardinelli

Ramiro Bernárdez, chaqueño de 32 años, vuelve al pago como abogado, con la aureola de triunfador, luego de estudiar varios años en Francia. Un médico amigo de su padre lo agasaja con una reunión en su casa donde conoce a su sensual hija Aracely, de 13. Totalmente atraído por la joven termina violándola y asfixiándola. En su huida encuentra al padre y ante el temor de ser descubierto simula un accidente donde este muere al caer su auto en un arroyo. La policía llega al lugar y también la madre, con la propia Aracely…

Como habrán notado hemos pasado del delicado erotismo anterior a otro duro y explícito, tan atractivo como los otros. Se trata de un policial negro que no da respiro al lector. El clima ominoso, cálido y asfixiante de nuestro trópico está muy hermosamente pintado.


Trenes rigurosamente vigilados – Bohumil Hjrabal

El checo intercala en su novela episodios complejos de la heroica resistencia de los partisanos contra el nazismo con pinceladas descriptivas de la vida cotidiana en la campiña checoeslovaca. Y se permite relajar la extrema tensión de algunos momentos intercalando una maravillosa escena erótica: el jefe de una estación de ferrocarril (y estafeta de correos) desnuda parcialmente a una muchacha empleada y le pega algunos sellos postales en los glúteos. A falta de tinta para sellos, “oficializa a las estampillas” dándole un beso sobre cada uno de ellos y repitiendo la operación en algunos casos algo reticentes…

Si no consiguen el libro es posible que puedan encontrar la película a que dio lugar: Trenes rigurosamente vigilados, 1966, dirigida por Jiri Menzel.


El amante – Margueritte Yourcenar

Para cerrar la entrada de hoy, pongo para consideración esta novela de Yourcenar que también fue llevada al cine. Toda ella es un episodio tras otro de alto erotismo donde mi recuerdo destaca una escena en el asiento de atrás de un auto de los años 30 donde la pareja va de paseo llevados por un chofer y una escena entre dos internas, pupilas en un secundario.


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