domingo, 4 de enero de 2009

Los Nombres en la Ficción

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Hay autores que eligen nombres tan deliciosos y certeros para sus personajes que, al cabo de la lectura, estos quedan fundidos en ellos de tal manera, que es imposible separarlos.
Nunca lo he preguntado, pero imagino que la selección de los nombres debe ser, dentro del oficio, algo tan trabajoso como la búsqueda de los “íncipit” (gracias Jorge Aloy – El perro elocuente) o de los remates. Veamos algunos:

Tomasina, la vieja partera del cuento “Patrón” de Abelardo Castillo no puede llamarse de otro modo luego de leerlo. El nombre sugiere toda la dureza y la dulzura de su trabajo.

Vadinho, el finado marido de “Doña Flor y sus dos maridos” de Jorge Amado, es imprevisible, evanescente y liviano como el alias sugiere. Vadio quiere decir vago, ocioso, vagabundo, su nombre completo era Valdomiro Santos Guimaraes.

Sherlock Holmes y el Dr. J. H. Watson, el detective y su compañero, de Arthur Conan Doyle, está tan incorporado en los lectores, que muchas veces confundimos los nombres del autor y de su personaje.

Sam Spade, el detective de las novelas de Dashiell Hammett, nombre corto y seco, como el personaje, que además interpretó Humphrey Bogart. Por el contrario Raymond Chandler, le puso a su detective el nombre de Philip Marlowe -también lo hizo en cine H. Bogart-, que, perdón por la irreverencia, suena más a marca de cigarrillos que a un duro detective de novela negra.

Martín Fierro, el gaucho que inmortalizó José Hernández, tan acertada fue la elección del nombre por parte de su “padre”, que tiempo después de la publicación, la gente lo llamaba a él con el nombre del personaje y para corresponder, solía firmar así las cartas a los amigos.


Ilustración de El Matadero por Carlos Alonso.
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2 comentarios:

Jorge Aloy dijo...

Fernando: Ningún nombre de los personajes de Borges fue casual. Te dejo estos: "Alt" en El indigno, aquel cuento homenaje a El juguete rabioso. Le sacó una letra, la "r".
O en El Aleph, ella es Beatriz (Viterbo) y él, Daneri (contracción de Dante Alighieri).
Tanbién está Isidro Parodi (un detective de la parodia). Y hay más.
Un abrazo.
Jorge

andal13 dijo...

Ni bien empecé a leer tu texto, me acordé de Florencio Sánchez y su "Barranca abajo", y en cómo resuenan los nombres de los personajes de la obra.
Me encantó lo de "Philip Marlow"; qué pena que dejé de fumar!