sábado, 6 de abril de 2024

Con el mismo cuento 73 – Un burgués pequeño, pequeño y El secreto de sus ojos





Un borghese piccolo, piccolo, 1976, novela de Vincenzo Cerami, (1940-2013).

La pregunta de sus ojos, 2005, novela de Eduardo Sacheri, (1967).


Las dos obras de hoy fueron llevadas al cine con gran éxito:

Un burgués pequeño, pequeño, 1977, Italia

Dir.: Mario Monicelli

Novela: Vincenzo Cerami

Guión: Sergio Amidei y Mario Monicelli

Actores: Alberto Sordi, Shelley Winters, Vincenzo Crocitti, Romolo Valli


El secreto de sus ojos, 2009, Argentina

Dir.: Juan J. Campanella

Novela: La pregunta de sus ojos de Eduardo Sacheri

Guión: J. J. Campanella y Eduardo Sacheri

Actores: Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago, Javier Godino, Mario Alarcón.


La primera comienza como una comedia alla italiana para tranformarse en un thriller donde el protagonista venga el asesinato de su hijo transformándose en un verdugo enloquecido y lleno de ira.

La segunda es un policial muy bien tramado, ambientado en los duros años de los procesos dictatoriales que vivimos en la Argentina, donde un oficial de justicia, luego de jubilarse, intenta escribir una novela sobre un brutal asesinato cuya investigación original estuvo a su cargo 25 años antes. En esa tarea rencuentra al marido de la víctima que ha ejecutado la venganza haciendo justicia, por su cuenta, con el asesino.


Los puntos en común entre ambas son muchos, más aún entre las películas.

El tema central, la venganza y aplicación de un castigo, una justicia propia y retaliativa por parte de los afectados, que se convierten en obsesivos verdugos.

También es un tema compartido la presencia ominosa de la violencia política en ambos países y la ineficiencia/complicidad policial que permite que los asesinos, una vez capturados, queden en libertad y eludan la prisión; a pesar de que los damnificados recurren y colaboran con las instituciones y la justicia ordinaria, que resulta completamente ineficaz.

El secuestro de los asesinos por parte de los victimarios y su reclusión en una quinta que en ambos casos es un lugar alejado, de descanso y recreación, incluyendo el modo del secuestro y el traslado en el tiroteado baúl del auto es otro aspecto duplicado.


Bien vale volver a ver ambas películas y disfrutar de las sobresalientes actuaciones: Alberto Sordi, Shelley Winters, Soledad Villamil y Ricardo Darín están inmejorables y el resto de ambos elencos también.

Finalmente quiero dejar constancia de que quién me señaló las coincidencias entre ambas obras y películas es un amigo cinéfilo, admirador del cine italiano: Damián Balestra, al que agradezco acá que me autorizara a ponerla en La Pulpera.

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