sábado, 30 de mayo de 2020

Gorilas infecciosos


Cuando, en 1945, emergió “el subsuelo de la Patria sublevado” los oligarcas y sus imitadores se sintieron ofendidos por “La fiesta del monstruo” e invadidos por “el aluvión zoológico”. Los “Cabecita negra” aparecieron de la nada, como “La inundación” y ellos deliraban con la posibilidad de que sus viviendas fueran “Casa Tomada”. El causante de tanto miedo no era sólo un hombre, también estaba “Esa mujer”.
Increíble tanta sensibilidad, que hasta entonces no les había alcanzado para percibir los peones explotados, el pago en especies, la pobreza espantosa, el trabajo esclavo.

A fines de mayo de 2020, los nietos y bisnietos de aquella caterva de vergonzantes oligarcas, sus imitadores y aduladores han visto despertar nuevamente su sensibilidad exasperada, esa que mantuvieron dormida tanto tiempo, sin ir más lejos entre el 2015 y 2019: han vuelto a verse invadidos/infestados por un elemento desconocido, un virus que ellos mismos trajeron de sus vacaciones en EEUU y Europa.

Pasado el desconcierto inicial, ya recuperados gracias a la asistencia del Estado, han delirado con otra nueva infección que les produce grandes escozores y una intolerancia completa.
El virus que los amenaza “Sinceramente” (se llame Alberto, Cristina, González García o cualquier otra mutación) no es otro que la posibilidad del sentido común, de la Solidaridad, de la Democracia, de la Justicia verdadera (no la inodoro Py), de la Soberanía. Este virus atenta contra la inmunidad de su sistema de privilegios, de mantener esclavos, de seguir robando, de continuar impunes.

Por eso no dudan en denostar todos los infinitos esfuerzos que se hacen para contener al verdadero virus de la pandemia. Por eso se embarcan en su campaña PRO muerte.
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miércoles, 27 de mayo de 2020

Con el mismo cuento 57 – A. Dumas (h) - Piave - Pirandello

Mujeres talentosas arrastradas a cortesanas de vida airada.


La Dama de las Camelias, La Traviata y Limones de Sicilia
Mujeres talentosas, bellas, sensibles, estrellas de salones fastuosos, son arrastradas por el torbellino de la frivolidad sin poder concretar la relación con el amor de sus vidas. Ese es el tema común de hoy con el agregado de la vuelta que les da el paso del Segundo Imperio en Francia a la Italia de Humberto I.

La dama de las camelias, novela (1848) de Alejandro Dumas (h) (1824-1895) 
La novela emblemática del romanticismo, adaptada como pieza teatral en 1852, con fuerte componente autobiográfico, impuso para siempre a las protagonistas femeninas trágicas.

La traviata, libreto para ópera (1853) de Franceso María Piave.
A pedido de Verdi, hizo la adaptación de La dame aux camèlias para la ópera. Se estrenó en el teatro La Fenice de Venecia con un fracaso y en poco tiempo se convirtió en un éxito sensacional.

Limones de Sicilia, cuento (1900) de Luigi Pirandello (1867-1936).
Publicado por primera vez en la revista literaria Il marzocco, lo reescribió como una obra de teatro grotesco, en un acto (Lumie di Sicilia), en 1910.

Los míticos dúos protagónicos son:
Margarita Gautier y Armando Duval, transformados para la ópera en Violetta Valèry y Alfredo Germont y en Sina Marnis y Micuccio Bonavino por Pirandello.
La versión del italiano invierte la situación: comienza con un romance que luego se frustra y el novio en lugar de ser un rico burgués es un pobre músico municipal, un Pigmalión provinciano que advierte el talento como cantante de su compañera y gasta todo su poco dinero en procurarle una carrera. Así es que Teresina va de Messina a Nápoles donde tiene gran éxito y se entrega a una vida de lujo y desenfreno. Resumiendo: casi un tango, o mejor dicho, de estas obras viene la temática poética de muchos tangos.
Otro punto en común es que ambas obras están presumiblemente basadas en historias de heroínas reales: Alphonsine Plessis @Marie muerta de tuberculosis en París a los 23 años y Lina Cavalieri, soprano italiana que deslumbraba con su canto y su belleza.



La historia de Lina es muy interesante, tuvo cuatro matrimonios y numerosos amantes. Para la época en que Pirandello escribió el cuento se decía que uno de ellos era el propio Rey de Italia.
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lunes, 18 de mayo de 2020

La patente – Pirandello (1911) Comentarios


El tema de La patente, cuento de Luigi Pirandello, es el del jettatore, personaje al cual atribuimos el poder de atraer la mala suerte por el sólo hecho de verlo o que se acerque a personas o cosas. Es una vieja superstición, que tuvo amplia difusión en el sur de Italia a principios del 1800 y continúa vigente hasta hoy.
El tópico había tomado actualidad para principios del 1900 en Buenos Aires. Gregorio de Laferrère, escribió una comedia satírica: Jettatore. Se representó con gran éxito en 1904 por la compañía de los Hnos. Podestá. También fue llevada al cine en 1938 con dirección de Luis Bayón Herrera.

El cuento de Pirandello tuvo un camino similar: dada la gran difusión inicial, el autor decidió convertirlo en una corta pieza teatral y, para asegurar la comprensión en su Sicilia natal, la escribió en dialecto siciliano en 1916. Representada con clamoroso éxito, 2 años más tarde la reescribió en italiano, también con gran aceptación. Al punto que pasó al cine en varias ocasiones, la más difundida, como un episodio de Questa è la vita, de 1954, el dirigido por Luigi Zampa con ¡Totó! en el papel del jetta.


Los dos protagonistas son el Juez D’Andrea y Rosario Chiàrchiaro, empleado cesante de una casa de empeños, caído en desgracia por la fama que le atribuyen.
Los pasos de comedia surgidos por la decisión de Chiàrchiaro de querellar a un par de jóvenes porque, a su paso, han “hecho los cuernos” como antídoto o conjuro ante su presencia, son extraordinarios y allí radica la maravilla del cuento: en traer en otras capas, algunas de las agudas obsesiones del autor sobre la condición humana.

Una es el fino análisis de Chiàrchiaro que, perjudicado por la “máscara” que el mundo le ha impuesto como una etiqueta o un estigma que lo perjudica por completo, decide aceptarlo, sólo si consigue un resarcimiento económico.
Tanto él (como el Juez D’Andrea) descreen de la superstición cuando miran las cosas a la luz de la razón.
Parece decir, estoy de acuerdo en que “la mirada del los otros es mi infierno” (Sartre), pero mi libertad de aceptarlo es contradictoria con mi necesidad de dinero para vivir. Encuentra entonces, en la requerida Patente/Diploma, el elemento que le permitirá asegurar el sustento para él y su familia.

El otro punto es el tema puramente jurídico. Para el Juez está claro que la Ley y su propia razón no pueden creer en la superstición y no hay derecho ni interés que tutelar en Chiàrchiaro. Esa demanda estaría perdida de antemano y quiere evitarle otra desgracia más.
Es el mismo tema de Kafka en El proceso: el tema de la auto calumnia de Josef K. Chiàrchiaro no quiere que condenen a los muchachos, necesita ser condenado.
Y eso es lo que quiere evitarle el Juez, una condena por calumnias contra sí mismo (lo mismo que sucede en El Proceso).

Cuando Chiàrchiaro, que es el que ha demandado, le pide al Juez que lo condene, este no puede entender el inteligente artilugio que el Jettatore ha encontrado: quiere usar la condena para tener una Patente/Diploma de Jetta,  ser oficialmente reconocido como tal. Lo que le va permitir instalarse frente a cualquier negocio y cobrar por irse y dejar de “ahuyentar a la clientela”.
Lo gracioso, el humor, deviene porque al haber iniciado una calumnia contra sí mismo, queda claro que el no es culpable de jettatura sino de autocalumnia. Y acusarse de una culpa inexistente, es decir de su propia inocencia, es el gesto cómico por excelencia.


En español se encuentra como parte de los reunidos en Cuentos para un año:
https://iicbuenosaires.esteri.it/iic_buenosaires/resource/doc/2020/05/la_patente_espaol_el_diploma.pdf
El cuento puede leerse, en italiano, en cualquiera de estos dos enlaces:

Si ninguno de los enlaces funcionara, arréglenselas como puedan. El Pulpero no puede hacer nada contra los jettatori.
Las ideas sobre la calumnia en el Derecho Romano y su relación con Kafka son de Davide Stimilli y de Giorgio Agamben de quienes las he tomado.
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