jueves, 9 de enero de 2020

Títulos repetidos 15 – El largo adiós

Tennessee Williams y Raymond Chandler










El largo adiós, 1940, Tennessee WilliamsUna pieza de teatro corta, muestra la mudanza de un joven que deja la casa familiar y lo asaltan los recuerdos dolorosos de su padre ausente, su madre muerta y, sobre todo, su hermana.

El largo adiós, 1953, Raymond Chandler. La novela más importante de la serie protagonizada por el detective Philip Marlowe, desde que este hizo su aparición en 1934 y considerada su obra cumbre.

Williams escribió esa obra movido por el reproche a sus padres por haber permitido un tratamiento cruel a su hermana, enferma mental. Fue sometida a una lobotomía parcial, con resultados catastróficos, con el consentimiento parental y, por supuesto, de las asociaciones médicas más reputadas del momento, finales de los años treinta.
En Argentina se representó, dirigida por Agustín Alezzo junto con Voces de Familia de Harold Pinter, dado que las dos piezas breves formaban una unidad temática: la familia como centro de un modelo poco contenedor y muy doloroso.
Puede considerarse como un antecedente de El zoo de cristal, de 1945, donde el tema tiene un desarrollo mayor y se repiten la familia de padre ausente y la hija discapacitada. Esta última tiene una versión cinematográfica, de 1987, con dirección de Paul Newman, con Joan Woodward como la madre, John Malkovich como el hijo Tom y Karen Allen como Laura. Para ese entonces Tennessee Williams había tenido la buena idea de morirse por lo que había dejado de ser un autor problema, para ser reconocido hasta en Hollywood con todo su talento.

Marlowe se definía como “triste, solitario y final” en la obra. El escritor argentino Osvaldo Soriano, tomó de allí el título de la novela que hizo en su homenaje, en 1973.
Tan importante era Marlowe, que hasta el propio Chandler, (1888-1959), lo celaba. El escritor Daniel Link escribió, con los retazos recogidos en las siete novelas y algo más, una biografía.
La pueden leer en el blog El jinete insomne:
Grandes actores lo representaron en cine, radio y tv, pero es Humphrey Bogart el que ha quedado asociado a su nombre; a pesar de que en la versión cinematográfica de El largo adiós, de 1973, dirigida por Robert Altman, lo encarnó Elliot Gould.
.