jueves, 7 de diciembre de 2023

La vida es sueño - fragmentos elegidos



En el Teatro Regio de Buenos Aires se está representando (nov. /dic. 2023) La vida es sueño de Calderón de la Barca en una más que interesante puesta dirigida por Declan Donnellan al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España.

La versión respeta con rigor el texto original pero -ya sabemos que cada vez que se lee un clásico se lo hace ahora y en este contexto- la puesta está ambientada en una casi actualidad, los actores visten ropas y vestidos de un pasado reciente.

De esta forma la dupla Donnellan-Ormerod actualiza el texto con su interpretación, superponiendo lo que siempre se tomó como “una visión filosófica/teológica del destino de los humanos en este valle de lágrimas” con una descarnada muestra de los mecanismos del poder real para conservarlo, lograr impunidad y manipular a los que, circunstancialmente, deban ejercerlo.


Algunos textos me resultaron de una sagacidad increíble y, como sucede con los clásicos, tienen una gran actualidad.

Entre los personajes elegí a Rosaura y a Clarín, un bufón de la corte que la acompaña.

Ella aparece vestida como hombre y como mujer en la obra. A Segismundo (Príncipe prisionero y aislado) el protagonista y a Basilio, el rey de Polonia, cuya línea sucesoria o herencia es el nudo de la obra que reflexiona sobre los límites del poder y la naturaleza humana.



Clarín …

dos los que entre desdichas y locuras

aquí hemos llegado,

y dos los que del monte hemos rodado,

¿no es razón que yo sienta

meterme en el pesar y no en la cuenta?


Rosaura

No te quiero dar parte

en mis quejas, Clarín,

Que tanto gusto había

(1)  en quejarse, un filósofo decía

que, a trueco de quejarse,

habían las desdichas de buscarse.


Segismundo (reflexiones en su prisión)

¡Ay mísero de mí! ¡Ay infelice!

Apurar, cielos, pretendo,

ya que me tratáis así,

qué delito cometí

contra vosotros naciendo;

aunque si nací, ya entiendo

qué delito he cometido:

(2)  bastante causa ha tenido

vuestra justicia y rigor,

pues el delito mayor

del hombre es haber nacido.


Rosaura …

Cuentan de un sabio que un día,

tan pobre y mísero estaba,

que sólo se sustentaba

de unas hierbas que cojía

¿Habrá otro (entre sí decía)

más pobre y triste que yo?

(3) Y cuando el rostro volvió,

halló la respuesta, viendo

que iba otro sabio cojiendo

las hojas que él arrojó.


Basilio

Pues dando crédito yo

a los hados, que divinos

me pronosticaban daños

en fatales vaticinios,

determiné de encerrar

la fiera que había nacido

por ver si el sabio tenía

en las estrellas dominio.

Aquí hay tres cosas: la una

que yo, Polonia, os estimo

tanto, que os quiero librar

de la opresión y servicio

de un rey tirano, porque

(4) no fuera señor benigno

el que a su patria y su imperio

pusiera en tanto peligro.

La otra es considerar

que si a mi sangre le quito

...


Rosaura 

Tus pies beso

(5)  mil veces.


Clarín

Y yo los viso,

que una letra más o menos

no reparan dos amigos.


Segismundo (la primera vez que lo hacen rey a prueba)

Sin ellos me podré estar

como me he estado hasta aquí;

que un padre que contra mí

tanto rigor sabe usar,

que su condición ingrata

de su lado me desvía,

como a una fiera me cría,

y como a un monstruo me trata,

de poca importancia fue

(6) que los brazos no me dé,

cuando el ser de hombre me quita.


Segismundo (la segunda, cuando asume como rey sabio y perdona)

Cielos, si es verdad que sueño,

suspendedme la memoria,

que no es posible que quepan

en un sueño tantas cosas.

Luego fue verdad, no sueño;

y si fue verdad (que es otra

confusión y no menor),

¿cómo mi vida le nombra

sueño? Pues ¿tan parecidas

a los sueños son las glorias,

que las verdaderas son

(7) tenidas por mentirosas,

y las fingidas por ciertas?

¿Tan semejante es la copia

al original, que hay duda

en saber si es ella propia?


1 El tema de la profecía autocumplida.

2 La asunción del pecado original, base y punto de partida de toda la costra cristiana.

3 La resignación cristiana y el manual del militante raso del Pro: no importa que yo esté mal si encuentro alguien que esté peor.

4 Basilio, tratando de justificar sus tropelías, haciendo de sus necesidades virtudes.

5 Un juego con el lenguaje que se permite el bufón. (Al mejor estilo Groucho Marx).

6 Segismundo, en plena lucidez termina de nuevo encerrado.

7 Segismundo, ambiguo en su camino a la adaptación de las reglas impuestas, traza una confusa línea entre verdades y mentiras, copias y originales.

lunes, 30 de octubre de 2023

Predicciones: La píldora anticonceptiva

 


Fue llamativa la coincidencia en señalar a la píldora anticonceptiva como uno de los inventos que había producido un cambio revolucionario en nuestras vidas y las de nuestras compañeras. Otros citados habían sido el celular, el pantalón vaquero, la aviación comercial/los viajes, los antibióticos, la televisión y las computadoras personales. Pero por una cuestión de época -la píldora nos encontró a todos saliendo de la adolescencia- hubo consenso en que tuvo una influencia grande en nuestras vidas.


Quizás valga aclarar que somos un grupo de amigos ya mayorcitos, jubilados, en su mayoría con formación más técnica que humanista, que nos reunimos a tomar café sin otro propósito que pasar un rato agradable y a charlar sobre lo que caiga en la mesa, sin restricciones. Alguien que se destaca por su ironía propuso en algún momento llamarnos “el Club del Losartán” por referencia a un anti-hipertensivo del que casi todos somos obligados devotos.


Fue en mayo de 1960 cuando “la píldora” se empezó a vender en las farmacias de EEUU.

A la Argentina llegó 1 o 2 años después y su uso, ya fabricada en el país, se consolidó a partir de 1967. Como toda novedad tuvo resistencias y adhesiones, generó dudas y debates pero terminó otorgando a las mujeres un dominio sobre su cuerpo y ayudó a consolidar los movimientos feministas venciendo a las dudas iniciales sobre los intentos de control sobre ellas por parte de instituciones, de la iglesia y de algunos programas de planificación familiar.

Indudablemente fue un primer paso exitoso en la disminución de los abortos además del cambio cultural asociado al poder separar placer de reproducción en las relaciones sexuales.


En este punto fue donde el Ing. Armando Gleiser, memorioso lector de ciencia ficción, largó, muy suelto de cuerpo, la frase: “Arthur Clarke ya había predicho la píldora anticonceptiva más de 10 años antes en su novela El fin de la infancia”.

Esto “abrió otro hilo” que nos permitirá seguir debatiendo cuestiones “fundamentales” y, sobre todo, asegurar la próxima charla.

Como dicha charla ya fue, les adelanto el resultado: el Armando estaba en lo cierto, era así como lo dijo. Con algunas restricciones, que comentaré próximamente para los particulares interesados y será tema para charlas posteriores. Pero el asunto es ese: no tiene mucha importancia lo que se diga, lo importante es tener un tema del cual opinar con libertad y volver al café.

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Una historia de la píldora, acá:

https://www.revistacienciasunam.com/es/197-revistas/revista-ciencias-48/1879-historia-de-la-p%C3%ADldora-anticonceptiva.html


El libro de Clarke, acá:

https://catedradatos.com.ar/media/Arthur_C._Clarke_-_El_fin_de_la_infancia.pdf

El párrafo referido a la píldora está en la página 53

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martes, 12 de septiembre de 2023

¿Qué hay de nuevo, viejo?


Según mis amigos, tengo algunos defectos cada vez más consolidados: intolerancia, poca flexibilidad para aceptar novedades y cierta negación a considerar propuestas artísticas disruptivas. Algo de razón tienen, por lo que -para mostrar mi “apertura”- decidí aceptar la invitación a un espectáculo que no conocía.

La “perfomance”, me adelantaron, tendría escenas de “poliamor” (sonamos, Florencia Peña, me dije), un baile de disfraces temático (pensé: estamos al horno, Alan Faena u otro por el estilo), gente amante del exotismo (dios me guarde, ¡garcas aspiracionales y estrellas televisivas...!) y la presencia del autor (maldición, ¿otra presentación de libros?).

No importa, una mente “abierta” debe entregarse al tiempo que le toca vivir y a lo que el arte depare. ¡Allá fuimos!


La soirée era en el Teatro Colón y el espectáculo una ópera. El lugar es apabullante, no opuse resistencias y me entregué sin luchar. Una hermosa muchacha empezó a cantar, sobre una música todavía más hermosa:


No existe un locura más grande

que amar un solo objeto:

no divierte y trae aburrimiento

al placer de cada día.

Las abejas no liban siempre la misma flor,

la misma brisa, el mismo río;

mi alma y mi corazón voluble

quiere amar así,

quiere cambiar siempre.


Poco después estábamos en pleno baile de disfraces: los bailarines vestidos como si estuvieran en Constatinopla y la orquesta amenizando a la perfección. Corría el champagne, todos estábamos divertidos y despreocupados.

Acá debo hacer una salvedad: hubo un lío de parejas y, al parecer, un marido que bancaba la festichola, herido en el honor, dejó de lado todo el boato del festín y echó a su mujer con mucha rudeza. Por un instante la cosa se tornó casi una milonga orillera: el tipo le arrimó sus bagallos y la mandó a La casita de sus viejos…, ¡a Sorrento! Y la percanta, obediente, Torna a Surriento.

Menos mal que apareció el autor en escena y acomodó un poco los tantos para lograr un final feliz. La pareja terminó reconciliándose y todos terminamos muy contentos: los espectadores, los músicos y los cantantes ¡que nos entregaron una función maravillosa!


La ópera: Il turco in Italia, 1814, de Gioacchino Rossini con libro de Felice Romani (que adaptó el original de Caterino Mazzolà).



¡Grandes Rossini y compañía!

Se burlaron de la moda y los exotismos orientales, nos adelantaron el poliamor, los bailes de máscaras, la presencia del autor en escena y un sin fin de recursos que todavía hoy, 200 años después, se copian a mansalva y se hacen pasar por “modernos”. 


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sábado, 2 de septiembre de 2023

¿Cosa seria la poesía?

 



Dedicada a Jackie Couriel, obstinada defensora de la poesía y de las poetas.

Lo que sigue es un “guiso mestizo” hecho con todos los ingredientes que veo a mano, y en especial con partes robadas a Víctor Hurtado Oviedo de sus Otras disquisiciones, al Romancero y a alguna selección de poesías de Andrés Amorós.


Ante Federico García Lorca, cierto amigo recitaba versos de Rubén Darío y llegó a este: “Que púberes canéforas te ofrenden el acanto”.

-De todo eso, solo he entendido el ‘que’ – replicó García Lorca.

¡Pobre Rubén, jugando de griego! ...tras haber entrevisto nenúfares y cisnes nórdicos en el hirviente lago de Nicaragua, volvió para morir en León… García Lorca no lo entiende, y nosotros tampoco.

Celeste pintura negra. El venezolano Andrés Eloy Blanco (1896-1955) alcanzó lo más difícil de la poesía culta: ser popular *. No se lo propuso (quiso ser bellamente difícil: modernista), pero lo logró tal vez porque su vida se cruzó con las ilusiones frustradas de su pueblo.

Manuel Álvarez (Maciste) puso música a un poema que se canta como Angelitos negros. (1976; baquiné es un funeral africano para niños). Esto es ser popular.


V.H.O. Otras disquisiciones, págs. 243 y 254, Lápix Editores.


* Además es autor de la maravillosa Coplas del amor viajero a la que pertenecen estos versos:


No sé si me olvidarás

ni si es amor este miedo;

yo solo sé que te vas,

yo solo sé que me quedo.


Y que inspiró a Nicolás Guillén para homenajearla en su Glosa, que comienza así:


Como la espuma sutil
con que el mar muere deshecho,
cuando roto el verde pecho
se desangra en el cantil,
no servido, sí servil,
sirvo a tu orgullo no más,
y aunque la muerte me das,
ya me ganes o me pierdas,
sin saber que me recuerdas
no sé si me olvidarás.


Para concluir va este Soneto, del que dice Andrés Amorós: Este soneto abarca una anécdota muy concreta…: usando un refrán de base religiosa, en Dios y en hora buena, sale en busca de un encuentro erótico pagado.

...El poema culmina en una enumeración de verbos, en tercera y en primera persona, verdaderamente brillante, y en una proclamación de la satisfacción erótica que rompe muchos tópicos sobre nuestro Siglo de Oro.


Esta mañana, en Dios y en hora buena,

salí de casa y víneme al mercado;

vi un ojo negro, al parecer, rasgado,

blanca la frente y rubia la melena.


Llegué y le dije: “Gloria de mi pena,

muerto me tiene vivo tu cuidado.

Vuélveme el alma, pues me la has robado

con ese encanto de áspid o sirena”.


Pasó, pasé; miró, miré; vio, vila;

dio muestras de querer, hice otro tanto;

guiñó, guiñé; tosió, tosí; seguíla;


fuese a su casa y, sin quitarse el manto,

alzó, llegué, toqué, besé , cubrila…

dejé el dinero y fuime, como un santo.


El autor: Fray Damián Cornejo (1629-1717), profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y Obispo de Orense.

.lo

jueves, 24 de agosto de 2023

El funesto marzo de 1939




Los días funestos de marzo de 1939 son el marco de estos dos cuentos.

El de Borges es una reescritura de El puente sobre el Río del Búho de Ambrose Bierce, cambiando el escenario de la Guerra de Secesión por el de la Segunda Guerra Mundial. Se entiende, porque esta guerra ni siquiera había terminado y él había tomado una clara posición que refleja en su cuento.

El de Hrabal describe esos mismos días sombríos con su estilo ingenuo, nostálgico y mordaz. Empiezan los “traslados” de los judíos a la vez que el maestro lleva a sus alumnos a ver el comunicado del jefe del ejército de ocupación, el general Blaskowitz, y les señala con lápiz rojo las faltas de ortografía.


El milagro secreto, 1943, cuento de Jorge Luis Borges (1899-1986)

Armagedon, 1979, cuento de Bohumil Hrabal (1914-1997)


Fragmento inicial de El Milagro secreto

La noche del catorce de marzo de 1939, en un departamento de la Zeltnergasse de Praga, Jaromir Hladík, autor de la inconclusa tragedia Los enemigos, de una Vindicación de la eternidad y de un examen de las indirectas fuentes judías de Jakob Boehme, soñó con un largo ajedrez. No lo disputaban dos individuos sino dos familias ilustres; la partida había sido entablada hace muchos siglos; nadie era capaz de nombrar el olvidado premio, pero se murmuraba que era enorme y quizá infinito; las piezas y el tablero estaban en una torre secreta; Jaromir (en el sueño) era el primogénito de una de las familias hostiles; en los relojes resonaba la hora de la impostergable jugada; el soñador corría por las arenas de un desierto lluvioso y no lograba recordar las figuras ni las leyes del ajedrez. En ese punto, se despertó. Cesaron los estruendos de la lluvia y de los terribles relojes. Un ruido acompasado y unánime, cortado por algunas voces de mando, subía de la Zeltnergasse. Era el amanecer, las blindadas vanguardias del Tercer Reich entraban en Praga.


Fragmento de Armagedón

...Cuando los alemanes llegaron con sus tropas, el señor Armagedón estaba eufórico. Pensaba y también proclamaba por las aldeas que el Reich era el ejército contra el cual la armada celestial pelearía bajo las órdenes del arcángel Gabriel y, luego de vencer en esa última batalla, llegaría una duradera paz mundial.

Vi que así como… las faltas ortográficas del general Blaskowitz, los alemanes seguían teniendo esos mismos errores, descubrí una falta ortográfica en el diario referente a Polonia, luego a Francia y también a Bélgica, siempre esas faltas ortográficas que los alemanes cometen con las naciones y la gente, esos errores que no pueden dejar de cometer.

...



El milagro secreto se publicó primero en la Revista Sur, en 1943,y luego en Ficciones en 1944. Se puede leer completo acá:

https://www.ingenieria.unam.mx/dcsyhfi/material_didactico/Literatura_Hispanoamericana_Contemporanea/Autores_B/BORGES/secreto.pdf


Armagedón es uno de los relatos de Una hermosa tristeza, publicado en Checoeslovaquia en 1979 y en la República Argentina en 2023, por PINKA Editora, Buenos Aires, con traducción de Juan Pablo Bertazza.

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domingo, 20 de agosto de 2023

La camisa

La importancia de la camisa



La camisa del hombre feliz, cuento de León Tolstoi (1828-1910)


Una hermosa tristeza, 1979, Bohumil Hrabal (1914-1997)


Hacia 1954 la marca de camisas TAHITI* inundaba la prensa gráfica con publicidades de sus camisas, que vestía un muñeco sonriente y tropical, con sombrero de paja.

Su lema: “Tahiti, la camisa del hombre feliz.” Cada vez que se le aparecía en alguna revista yo escuchaba a mi padre decir: “Pero si el hombre feliz no usaba camisa.”

Fue muchos años más tarde que encontré el breve cuento de Tolstoi y entendí a qué se refería.


La semana pasada recordé aquel episodio al encontrarme con El trébol rojo, uno de los relatos reunidos en Una hermosa tristeza.

Aquí aparecen las camisas milagrosas que confecciona el vecino Milan Hendrych y que dan mágica protección y buena suerte a todos los que las usan. Uno de los beneficiados es el párroco Spurný que seduce con su voz y la Historia Sagrada a todos los chicos de la escuela. Y no sólo a los chicos, no hay señora o señorita en la comarca que no caiga rendida ante este Casanova checo. Entre ellas las chicas de la familia Safârík, campesinas a las que ayuda a recoger heno y a las cocineras de la parroquia.

Transcribo a continuación, un párrafo para que tengan una muestra de su escritura y de la eficaz protección de esas camisas.

...

Y la campesina tomó las riendas y condujo hasta el último montón y el carro empezó a sacudirse y yo miraba desde arriba, desde lo alto del puente, cómo el señor párroco se lanzaba arriba de la joven sobre el trébol, estaba acostado sobre esa joven cubierta de flores de trébol rojo, y de repente él inclinó su cabeza llena de flores rojas y la besó durante tanto tiempo que ella puso las manos detrás de la nuca de él y el carro traqueteaba, los caballos se esforzaban, la piel se les arrugaba sobre sus robustas piernas pero el señor párroco estaba estaba acostado sobre la joven y la besaba, ella tenía las piernas abiertas y miraba al cielo.

...los dos, con la cara y el pelo cubiertos de las flores rojas del trébol, besándose largo y tendido, tal vez desmayados. Pero yo sabía que al señor párroco nada podía pasarle, porque había comprado esa camisa blanca de la firma Milan Hendrych en la calle Palacký 156.



Pueden leer el breve cuento de Tolstoi en este enlace:

https://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2014/07/CUENTO-INFANTIL-LA-CAMISA-DEL-HOMBRE-FELIZ.pdf


Una hermosa tristeza, de Bohumil Hrabal, 1a edición, Buenos Aires, Pinka Editora, 2023, con traducción de Juan Pablo Bertazza




*Las islas de la Polinesia estaban de moda porque en ella se hacían ensayos de bombas atómicas. ¿Recuerdan el atolón BIKINI, con cuyo nombre bautizaron una simpática prenda, hasta lograr invisibilizar las explosiones nucleares?

Los norteamericanos hacían allí sus ensayos atómicos entre 1946 y 1960 (unas 100 bombas, una de ellas 1000 veces más potente que la que usaron para destruir Hiroshima. Luego siguieron los franceses, que detonaron otras 200 más entre 1960 y 1975 en Muroroa.)

Pero no se intranquilicen con estos datos apocalípticos, todas estas atrocidades están hechas para esparcir la paz y la libertad por todo el mundo…

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martes, 4 de julio de 2023

Francesas asesinas o Anomalías francesas

 


Resulta llamativo que en tiempos en que una cantidad importante de asesinatos han podido ser calificados como feminicidios en América y Europa, en Francia haya una apreciable cantidad de obras, muy exitosas, protagonizadas por mujeres asesinas.

Acá va un primer listado de las que me parecen podrían conectarse/relacionarse. Hay obras de teatro y novelas que luego fueron llevadas al cine, incluso más de una vez.

 

·       Las criadas (Les Bonnes), 1947, obra de teatro de Jean Genet (1910-1986)

·       La que no existía (Celle qui n'était plus), 1952, novela de Boileau-Narcejac. En cine se llamó Las diabólicas, 1955, dirigida por Henri-Georges Clouzot, con Simone Signoret y Vera Clouzot.

·       Un juicio de piedra, 1977, novela de Ruth Rendell (1930-2015). Dos veces llevada al cine, en 1986 como The housekeeper con Rita Tunshingham y en 1995, como La ceremonia, dirigida por Claude Chabrol, con Isabel Hupert y Sandrine Bonaire

·       Viviane Élisabeth Fauville, 2012, novela de Julia Deck (1974).

·     Chanson duce, 2016, novela de Leila Slimani (1981). En el cine: La niñera perfecta, 2019, película dirigida por Lucie Borleteau.

 

Llegado a este punto recuerdo una muletilla que usaba un amigo cuando intentaba correlacionar cosas que no parecían tener mucho en común: “¿Qué tendrá que ver Napoleón con Francia?”

Pero la pregunta es si es posible que Francia, que ha tenido a Simone de Beauvoir, a Antoinette Fouque, a Yourcenar, a Duras entre otras; puede no superar o derrumbar el lastre cultural de tan fuerte patriarcado (que coquetea tan abiertamente todavía) como para que esto suceda.

¿Tantas cabezas tendrá esta hidra en un país que quiere ser considerado un faro de la cultura y pretende señalarnos “el camino recto”?

¿O la violencia machista está tan naturalizada que puede pasearse muy oronda delante de nuestros ojos sin ser vista?

¿O será otra “anomalía francesa” como la que señalaba Octavio Paz con relación a los postulados de la Revolución?

 

 

Gracias a Marcos (@ el algoritmo viviente) del video club Black Jack, de Malabia y Guatemala – CABA, que me indicó otra película y novela con un tema similar (que antes pasaban por films noir o policiales noir) para agregar al listado: La dama de honor, película del 2004 con dir. de Claude Chabrol, adaptación de una novela de1989, de Ruth Rendell, con el mismo título.


Gracias a Susana P., lectora atenta que no está de acuerdo con el planteo pero arrimó otra perla para este collar: Carmen, 1847, novela ( y después ópera) de Próspero Mérrimée (1803-1870).

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lunes, 3 de abril de 2023

Bloody Mary




El nombre del famoso cocktail, de color rojo por tener al tomate entre sus ingredientes, hace referencia a María I de Inglaterra.

Hija de Enrique VIII, reinó desde 1553 a 1558 y desató una feroz represión contra los opositores a su intento de restaurar el catolicismo, en cuyo nombre condenó a morir en la hoguera a varios centenares de “herejes”.

Por esos menesteres fue apodada así: María, la sangrienta.

Irónica paradoja dado que, la muy beata, hacía quemar a sus víctimas para que murieran sin derramar sangre, la que le producía horror y repulsión

 

Por suerte para este mundo y, especialmente para los que no comulgaban con las ideas suyas, murió en 1558, posiblemente de cáncer de ovarios.

Lo mejor que ha dejado es su nombre al cocktail, al que ahora habrá que ver con qué se lo hace, dado que el vodka ha pasado a ser sancionado como nuevo “hereje”, por ser una bebida asociada a Rusia, fuente actual de todos los males de este mundo.

¡Hic!


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jueves, 23 de marzo de 2023

Para que los gorriones vengan




Los hermanos Karamázov, novela (1880) de Fiódor Dostoyevski, (1821-1881)

Relatos, textos y cuentos de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, (1896-1957), recopilación póstuma por Gioacchino Lanza Tomasi y Nicoletta Polo.

Para que los gorriones vuelvan, canción (1995) de Alejandro del Prado

De su disco Yo vengo de otro siglo, Acqua Records, 2008.

Hermanos, poema de Susana Terreno, de su libro Geografía del Tiempo, Quo Vadis Ediciones, 2011.

 

Hay frases que pertenecen a todos porque se han ido incorporando, con el tiempo y las generaciones, hasta estar en nosotros, en nuestra mente y en nuestros corazones. Podríamos decir que nos constituyen.

Una de ellas es esta: “Siempre pondré pan en la vereda para que los gorriones vuelvan”.

 

La primera vez que resonó para mi fue al leerla en Hermanos, tuve la sensación de que ya la había escuchado sin saber bien dónde. Tiempo después la recordé escuchando a Alejandro del Prado: seguía siendo hermosa y seguía resonando.

Más tarde, buscando un cuento, La Sirena, uno de los pocos que escribió di Lampedusa, al que recordamos por su única novela, El Gatopardo -recién editado y reconocido después de su muerte-, di con ella. ¡Era de Dostoyevski!

Tuve la suerte de encontrarla en una amorosa recopilación (por su primo lejano) de sus Recuerdos de infancia que traía el buscado cuento. 

El primo la puntualiza textualmente: "escribir los recuerdos de infancia, juventud y madurez fue para el escritor una búsqueda de las cosas que formaron su paraíso perdido" y entre ellas destaca a las lecturas de Stendhal y la de Los hermanos Karamázov de Dostoyevski de quien transcribe textualmente la dichosa frase: al final, Aliosha desmenuza una costra de pan sobre la tumba del difunto Iliusha, a su pedido “…para que los gorriones vuelvan sobre ella: sentiré que han venido y estaré contento por no estar solo”.

 

 

 

Si desean leer La Sirena, les adelanto que no van a encontrar la frase en el cuento, Pero está su profundo significado. Y, no dudo, lo van a disfrutar. Y no se imaginan lo que le decía la esposa a Lampedusa acerca del cuento: “¿Alguna vez pensaste cómo se hace el amor con una sirena?

 

En este enlace pueden leerlo, acá se llama Lighea, pero es el mismo.

http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/guiseppe-tomasi-de-lampedusa-25.pdf

 

Aquí otra versión, donde se llama El profesor y la sirena.

https://ciervoblanco.club/el-profesor-y-la-sirena-de-giuseppe-tomasi-di-lampedusa/

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