miércoles, 2 de diciembre de 2020

Ibsen - Solness, el constructor

Solness, el constructor

Drama teatral de Henrik Ibsen (1828-1906),  escrito en 1892

 

Fue la primera obra que escribió Ibsen cuando regresó a su patria, luego de un exilio voluntario de 27 años. Casi autobiográfica, es un catálogo de las obsesiones y las culpas que arrastraba desde siempre, agravados por los problemas y dificultades que le planteaba la vejez. Tenía entonces 63.

Pero el Biggmester Ibsen* era tan grande que tanto los personajes principales (Solness, su esposa Alina y la jovencita Hilde Wangel) como los secundarios tienen suficiente riqueza y matices para admitir muchas lecturas y contradicciones. Y la pieza continúa soportando airosa el paso del tiempo.

 

Algunos aspectos están tratados con tanta ingenuidad que es un festín para una mirada psicoanalítica.

Si lo que interesa es la mirada clásica sobre las obras de Ibsen, en este enlace pueden ver un resumen de G. Lanza que recorre la trama en detalle: https://www.criticadelibros.com/drama-y-elemento-humano/el-constructor-solness-henrik-ibsen/


 

Pero si intentamos  una lectura actual, sobresalen de inmediato dos aspectos evidentes. Uno: la obra es otra versión de Fausto, en la que  el diablo es una mujer demoníaca y depredadora.  Solness rejuvenece vivificado por la presencia inquietante de Hilde, ángel y demonio a la vez.

Dos: la otra cuestión, es el abuso sexual, que va desde la seducción de una niña de 12 años (Solness tiene 30 años más que Hilde cuando ocurrieron los sucesos por ella evocados) a la exaltación del rapto y violación de mujeres en las sagas vikingas.

Por eso creo que su obra es revolucionaria a pesar de él mismo.

Él, cuya propia conducta no era precisamente virtuosa, termina siendo un símbolo del feminismo y de la lucha de las mujeres por sus derechos. Esto tienen los grandes escritores: su mirada es tan clara y descarnada que la misma narración nos muestra más de lo que somos capaces de ver. Harold Bloom, en El canon occidental, lo sintetiza así: Al igual que Shakespeare, Ibsen poseyó el misterioso don del verdadero dramaturgo, que es capaz de prodigar a un personaje más vida de la que él mismo posee.

 


* El título original, en noruego, es Byggmester Solness

La caricatura de Ibsen es de Olaf Gulbransson

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