miércoles, 29 de diciembre de 2010

Eligiendo libros -1-

Cada uno de nosotros selecciona los libros que va a leer por motivos diferentes, o sin razón ni método alguno. A veces son simplemente hechos circunstanciales los que hacen que tal o cual termine en nuestras manos. Pero aun así, tarde o temprano nos veremos frente a una elección y a decidir si empezamos uno u otro.
A veces la lista de las cosas que quisiéramos leer es mayor que nuestras posibilidades, -como dice Marta Zander: “¡so many books, so little time!” (¡tantos libros y tan poco tiempo!)-, de modo que podríamos consultar algunas opiniones para que nos ayuden en la tarea. Allá vamos.

¿Cómo escoger un libro? En primer lugar, como lo haría cualquier lector, como alguna vez me dijo Alberto Manguel que operan los lectores: por azar.
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En fin hay que hojear bastante: en materia de libros también es muy cierto aquello de que hay que besar muchos sapos antes de encontrar a la princesa encantada.
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Por eso la crítica, debe surgir de una deuda de amor.
Hablar de un libro malo es inútil, encontrar sus defectos es alardear, presumir de nuestra inteligencia.
La mayoría de las veces pienso que es estéril hablar de un mal libro. Pertenezco al bando de la crítica celebratoria. Quiero dar la buena noticia de un libro valioso.
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Recomendar un buen libro, compartir esa alegría. Dar a conocer princesas encantadas y comerme en silencio unos cuantos sapos. Y sentir una culpa infinita por todos esos grandes libros, esos perfumes, esos bellos gestos, que pasaron por nuestro lado y no supimos ver.


Tribulaciones de un comentarista de libros, por Luis Fernando Afanador
Fragmentos extractados de un artículo publicado en El malpensante, N° 42 /dic. 2002


El apellido del autor me inspiró para copiar/afanar del blog La menor idea http://marcelo-lamenoridea.blogspot.com/ esta lectura seleccionada por el gran G.K. Chesterton en un reportaje:
Periodista: -¿qué único libro elegiría si le abandonasen en una isla desierta?
Chesterton: -"El Manual Práctico para la construcción de barcos", de Thomas.

La viñeta es del dibujante Lucho.

sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Felices Fiestas! - Humor

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Cuentos (cordobeses) de las Fiestas

1 Fiesta
El salón estaba totalmente colmado y la fiesta era un desorden total.
Con voz estentórea el Tío Raúl hace parar la música y dice:
-Los parientes del novio de este lado y los de la novia del otro.
Poco a poco la gente se fue corriendo hacia los costados y un pequeño grupo quedó en el centro mirándose entre ellos con desconcierto.
Al cabo de un rato interminable, continuó:
-Los que se corrieron pa' los lados ya mismo se pueden ir yendo de aquí antes que los saque a patadas –y concluyó: -¡Esto es un bautismo, no un casamiento!

2 Diario del domingo
Un matrimonio cordobés está disfrutando desde temprano el ritual de los domingos sentados en el porch de su casita de las sierras. El vago le va leyendo a su mujer las noticias del diario mientras esta le ceba mate.
-“Habrá fuegos artificiales en Via’el Lago pa’ Navidá…”
-Servite…
-“La Falda se prepara pa’ el Festival del Tango…”
-Agarrá un crioíto, -dice la mujer mientras le alcanza uno.
-“El 21 de enero comienza el Festival Nacional del Folklore en Cosquín”, otro matecito mi negra… “Festival de doma y folklore en Jesús María”…
La ronda feliz del mate continúa y el hombre se sorprende una vez más con otra noticia que lee en voz bien alta.
-Escucháte esto Nera, es de no creé: “Obama y Putin se reúnen en la cumbre”…
El vago, en un gesto eufórico tira el diario al costado y exclama:
-La mierda… ¡Cómo está Córdoba este año!


De postre, unas metáforas y apodos cordovíes*:
Peligroso… Como estornudo ‘e sastre.
Refaloso… como teléfono de carnicero.
Rulemán nuevo: la grasa no le deja ver las bolitas (al vago que está excedido de peso).
ADIDAS: antes se la ponían los ricos, ahora cualquiera... (La censura recomendó omitir las explicaciones de acá en adelante)
Tractor de circo: saca a pasear a las fieras.
Jefe malo: de vez en cuando se echa uno.
Rusia: todos saben donde está, pero no la visita nadie.

*los Cordovíes son una tribu de indígenas producto de la fusión e intercambio genético de los Comechingones y los Sanavirones con unas indias santafesinas de las tribus Mocovíes, que te la voglio dire.


Tanto la tapa de Hortensia como la viñeta son de Alberto Cognini
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miércoles, 22 de diciembre de 2010

El problema de la línea impresa - final

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Cálculo de probabilidades -4-
El problema de la línea impresa – conclusión.

…de la Nación en el año 2172. Habría páginas y páginas de cuentos cortos y novelas largas.
¿Se puede hacer esto?


Habíamos dejado acá. Adelanto la respuesta: No. Si bien es posible construir una máquina así, el número de combinaciones resultante es tan grande que no tiene sentido alguno. Sigamos con la explicación de George Gamow:

Considerando 27 letras en el alfabeto español (Andrea de Ajo y Agua ha propuesto una simplificación que facilitaría las cosas), diez números y 13 signos (espacio en blanco, punto, coma, dos puntos, punto y coma, signos de interrogación, signos de admiración, comillas, guión, apóstrofe y asterisco), tenemos en total 50 posibilidades. Y unos 65 caracteres por cada línea impresa de ancho común.
Para cada uno de los 50 símbolos del primer disco hay otros 50 para el segundo lugar, es decir 50 x 50= 2500 posibilidades. Pero para cada combinación de las dos primeras hay otras 50 del tercer espacio así sucesivamente. De aquí que el número de posibilidades de la línea completa se puede expresar como:
50 x 50 x 50 x … x 50 un total de 65 veces, que se escribe 50**65=10**110
¡Es decir un 1(uno) seguido de 110 ceros!
Para concebir la inmensidad de ese número podemos decir dos cosas: es mucho más grande que la cantidad de granos de arena que hay en La Tierra y que el número de átomos de todo el universo.
Aunque tal máquina funcionara día y noche a gran velocidad desde hace 5000 años todavía no habría escrito ni la millonésima parte del total y ni hablar de la posibilidad de analizar su producción y seleccionarla.

Acá termina del problema de la línea impresa, uno de los que permite toparse con los “grandes números” con que se juega en las matemáticas.
Muchos escritores se sintieron fascinados con este tema. Uno de ellos fue Jorge Luis Borges que lo utilizó en varios de sus cuentos, en especial en La biblioteca de Babel y El libro de arena.
Borges dijo que para La biblioteca de Babel había tenido en cuenta La biblioteca Universal de Kurt Lasswitz (1848-1910) y The Anatomy of Melancholy de Robert Burton (1577-1640) al cual pertenece la frase: By this art you may contemplate the variation of the 23 letters…
Tengo la impresión que también había leído los artículos de Gamow, lo que resulta evidente en las primeras 3 líneas de El libro de arena.
Aunque corresponde poner reparos a algunos conceptos matemáticos podemos celebrar que nos haya “hecho el cuento” con sus cuentos, maravillosamente escritos. Las líneas finales de los dos citados aquí, por sí solas, nos permiten probar el infinito placer de su lectura.

Sancho dice: Stupendo; ayer en la venta sin Wi-Fi y hoy el móvil sin cobertura. Este lugar de La Mancha es para olvidarse...
Las exquisitas viñetas son de Forges (Antonio Fraguas) el dibujante español que publica en El País de Madrid.
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sábado, 18 de diciembre de 2010

Confusiones de género y de tamaño

El infinito, la nada y algunos problemas de género
“No confundir gordura con hinchazón”

Los dos números que mejor resumen la capacidad humana para formar conceptos y jugar a la abstracción son el cero y el infinito. Ambos se deben a matemáticos hindúes -el cero es del 700 DC- y nos llegaron desde ellos a través de los árabes. Al infinito lo definieron como un número cuyo denominador es cero y al cero como el vacío. La palabra viene del árabe Zifer, de donde deriva la nuestra cifra y significa vacío.

El infinito se lo representa con el símbolo ∞, el primero que lo usó para simbolizarlo fue John Wallis en 1656 en su obra Aritmética infinitorum y de allí en adelante su uso se popularizó rápidamente. Etimológicamente significa: que no tiene fin.

Aún siendo muy importantes estos números son creaciones matemáticas, tan particulares como los números negativos, los vectores, las matrices, los quebrados, los números imaginarios, etc. y fueron creados para resolver problemas cuya complejidad hacía imposible resolverlos con los que se conocía con anterioridad.

Permítanme un ejemplo chistoso: los números negativos fueron creados por los Economistas liberales para poder calcular el dinero que le queda a un país al cabo de 2 años de asesoramiento por parte del FMI.

La extensión de los símbolos y conceptos matemáticos de cero y de infinito para su aplicación a otras inquietudes e interrogantes humanos como la Nada y la Eternidad, aunque parezca una obviedad, no parece válida sin reflexionar un poco más sobre el punto.
Tiendo a pensar que se comete el mismo error que cuando queremos asimilar el concepto de “género” que nos viene de nuestro idioma (en nuestro caso 3: femenino, masculino y neutro, pero en otras lenguas hasta 6 posibilidades) con el concepto de diversidad sexual humana.
Se trata de las mismas palabras pero no de los mismos conceptos.

El género del artículo que anteponemos a los sustantivos sólo requiere concordancia gramatical. Decimos el barco o la nave para designar al mismo artefacto flotante, sin que nadie necesite examinar los órganos sexuales, sino el libro de gramática, para ver cuál es el modo correcto de llamarlo. Tampoco sabemos si la ameba es hembra y el paramecio es macho cuando elegimos el artículo que lleva. Lo mismo con la piedra y el cascote. La decisión es convencional y no tiene nada que ver con su modo de reproducción sexual sino con una convención gramatical.

Del mismo modo, me parece que nuestra necesidad de trascendencia, de creer en dios, en la vida eterna, en la reencarnación, o nuestro miedo a la muerte, o cualquier forma que adoptemos para afrontar el desamparo que podemos sentir ante la finitud es muy válida y tiene una analogía etimológica con la palabra infinito, pero no tiene que ver con el concepto matemático, que incluye infinitos de distintos órdenes.
Lo mismo es válido para la Nada, cuyo significado filosófico es complejo y trasciende el significado matemático del cero, del “símbolo que falta” o del “hueco”, necesario para escribir y operar con los números arábigos de manera mucho más simple que con los números romanos.

Resumiendo: no mezclemos las cosas que el confundimiento aumenta. Los parientes del novio de un lado y los de la novia, del otro.

La viñeta es de Albeto Montt y se llama "Número imaginario"
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jueves, 16 de diciembre de 2010

El problema de la línea impresa

Cálculo de probabilidades -3-

Probablemente el número más grande citado en la literatura pertenece a este famoso problema. Supongamos que construyéramos una prensa que imprimiera continuamente una línea después de la otra, seleccionando automáticamente para cada línea una combinación diferente de las letras del alfabeto y de otros signos tipográficos. Una máquina así se compondría de un cierto número de discos con las letras y los signos en su borde. Los discos estarían engranados entre sí del mismo modo que los números que indican el kilometraje en los automóviles, de modo que una rotación completa de cada disco movería al próximo un lugar hacia adelante. El papel, tal como viene del rollo se imprimiría automáticamente con el cilindro después de cada movimiento. Un dispositivo así se puede construir sin mucha dificultad y resultaría algo parecido a lo que se ve en la figura.


Pongamos la máquina en acción y analicemos la serie de las diferentes líneas que se van imprimiendo. Muchas carecen de sentido. Se parecen a ésta:
“aaaaaaa…”
o
“booboobooboo…”
o de nuevo:
“zawkporpkossscilm…”
Pero, puesto que la máquina imprime todas las combinaciones de letras y signos posibles, hallamos entre la hojarasca sin sentido diversas frases que tienen algún significado. Hay, por supuesto, un lote de frases inútiles como:
“caballo tiene seis patas y …”
o
“Me gustan las manzanas cocidas en trementina…”

Pero la búsqueda revelará también muchas líneas escritas por Shakespeare, ¡aún las de las hojas que él mismo arrojaba al canasto!
En realidad, una prensa así imprimiría todo lo que se escribió alguna vez desde los tiempos en que la gente aprendía a escribir: cada línea de prosa y poesía, cada editorial y anuncio de los diarios, cada grueso volumen de los tratados científicos, cada carta de amor, cada nota al lechero…
Además, la máquina imprimiría todo lo que se deberá imprimir en los siglos venideros. Sobre el papel que viene del cilindro giratorio hallaríamos la poesía del siglo treinta, los descubrimientos científicos del futuro, los discursos de apertura de las sesiones del Congreso de la Nación en el año 2172. Habría páginas y páginas de cuentos cortos y novelas largas.
¿Se puede hacer esto?


Continuará…


Tomado de:
GAMOW GEORGE, Uno, dos, tres… infinito, 1948, Buenos Aires, Espasa Calpe.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Asuntos domésticos - Humor

Pedido de aumento
La empleada doméstica pidió aumento de sueldo. A la señora no le cayó muy bien la solicitud y le preguntó:
-María, por que querés que te aumente el sueldo?...
- Señora: tengo tres razones. La primera es que plancho la ropa mejor que usted.
- ¿Quién te dijo que planchabas mejor que yo?
- Su marido me lo dijo.
- ¡Oh!...
- La segunda razón es que cocino mejor que usted.
- Eso es puro cuento. ¿Quién te dijo que cocinabas mejor que yo?
- Su marido también me dijo eso.
- Ah caramba... ¿y la tercera?
- La tercera razón es que yo soy mejor que usted en la cama...
La señora se enoja y muy descompuesta le dice:
- ¿Mi marido te dijo eso?
- No señora, el jardinero fue el que me lo dijo...
Obviamente la señora le aumentó el sueldo.


El lado equivocado
La madre superiora se despierta y piensa: ¡Qué hermosa noche he pasado! Hoy no voy a maltratar a las pobres monjitas, las voy a tratar bien.
Se levanta y comienza a recorrer las celdas.
-Buen día, sor Josefa. La veo muy bien hoy y qué lindo va el sweater que está tejiendo.
-Gracias, madre, usted también se ve muy bien, pero parece que se ha bajado del lado equivocado de la cama…
No le gustó nada el comentario final, pero sin embargo prosiguió su recorrido,
-Buen día sor María, qué bien se la ve hoy y qué bonito está quedando ese bordado.
-Gracias madre, usted también se ve bien, pero parece que se ha bajado del lado equivocado de la cama.
La superiora se mordió los labios pero continuó su recorrido. Todas las monjitas le respondían lo mismo, así que cuando llegó a la quinta ya estaba que trinaba y, directamente, le preguntó con los labios apretados:
-Buen día sor Leonor, séame sincera, ¿yo me veo como si me hubiera levantado del lado equivocado de la cama?
-Sí, madre…
-¿Y qué le hace pensar eso?
-¡Qué lleva puestas las sandalias del padre Alberto!



El primero no recuerdo donde lo robé. El segundo se lo escuché a Jorge Dobalo.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Daniel Salzano

Daniel Salzano (1941) es un escritor argentino, nacido en Córdoba. Por esa razón no existe para el “canon” de la “literatura argentina” que se bendice en “Puán”, el suplemento literario de la tribuna de gorilas y el del ruin diario argentino. Salvo Lugones y Capdevila -que están muertos hace más de 50 años y por lo tanto no molestan para el “negocio”- el Gotha literario argentino (porteño) no incluye cordobeses, está circunscrito a Pablito m mm que dice que el mejor libro del año es el de Marcelito mmm, que a su vez responde que el mejor es el de Pablito m mm y el de Jorgito mmm mm. Y así sucesivamente en un juego de comerse la cola o de tomá vos y dale a Braulio y de otras prácticas endogámicas.
Por suerte, y por cualquier azar que sea, a este tipo se le ha dado por escribir teatro, temas musicales, poesías y unas crónicas que, a mi modesto entender, son maravillosas. Algo hay en ellas, su frescura quizá, que me hace recordar a las de Drummond de Andrade y a las de Piolín de Macramé. Como puede haber en mi juicio algo de nostalgias cordobesas, o el recuerdo de tiempos y lugares conocidos, acá tienen una de muestra. Después me dicen.

Caballero
De todos los mozos del bar Sorocabana / el que mejor preparaba los licuados era el primero de la izquierda / un tipo con el pelo ondulado y uñas de guitarrista que pelaba las bananas como si estuviera trasplantando un corazón.
Únicamente poniendo mucha atención podías advertir que utilizaba la misma cantidad de hielo picado y las mismas cucharadas de azúcar que los otros, pero que tenía una técnica distinta para pulsar el botón de arranque: en lugar de llevarlo del 0 al 1 y del 1 al 2, lo colocaba en un punto cuya graduación directamente no existía, una especie de 1,753426, que mantenía con la mandíbula tensa y el brazo contra la axila, como si escondiera un revólver.
Todo esto yo lo veía con la punta de los pies apoyada en el estribo de la barra y la mirada a la altura del filo del mostrador.
Con el mismo hielo y con la misma leche que los demás sacaban un vaso, él obtenía un vaso y medio. Después los colocaba sobre una servilleta de papel y te los acercaba diciendo servido, caballero.
Eso me mataba. ¡Caballero!
Hay una etapa en la vida de los hombres en la que no saben ni qué decir ni qué hacer. Bueno, en ese momento es muy importante que alguien te diga caballero.
La primera vez que me compraron un traje de pantalones largos me llevaron a la sastrería Belfast y el saco me quedaba bien pero el pantalón, no. Algo pasaba. Ni era yo ni era el pantalón, pero había algo que no funcionaba. Entonces el sastre, un viejo cuyo cigarrillo ardía como un torpedo, me susurró al oído:
–El bulto a la izquierda, caballero.
Eso me mataba. ¡Caballero!
A veces creo que esas cosas deberían enseñarlas en el colegio. Cinco por seis 30, cinco por siete 35, cinco por ocho 40, el bulto se carga a la izquierda, caballero.
Hay personas que comprenden todo aunque su única función sea preparar licuados de banana o marcar el ruedo de un pantalón con la boca llena de alfileres. En cambio, hay gente que haga lo que haga jamás comprende nada.
Muchas veces, al comenzar a escribir una crónica, pienso que puede haber un pibe observando por encima del hombro, con la punta de los pies apoyada en el estribo de la máquina. Siempre y cuando consiga mantenerme en 1,753426, no hay ninguna diferencia entre escribir un buen artículo y preparar un buen licuado. Esa parte de la profesión es la que me mata, caballeros.


Daniel Salzano, El muchacho que no sabía llegar al fondo de las cosas.

En este enlace con el diario La voz del interior, para el que escribe las crónicas, se pueden leer otras seleccionadas por el autor. Vidas Paralelas y Ni un solo beso que perder son un hallazgo, pero corto acá porque no quiero atosigarlos…
http://www.lavoz.com.ar/opinion/quienes-y-cuando-10

Gracias a mi prima Susana, que cada tanto me manda algo para hacerme recordar que Córdoba va. Se puede escuchar acá:
http://www.youtube.com/watch?v=KpIHvjQCiug
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miércoles, 8 de diciembre de 2010

Groucho Marx - Humor


Un par de Groucho Marx

Uno de los chistes que hacía el genial Groucho Marx en sus presentaciones usaba el recurso de dos personas que hablan el mismo idioma pero pronuncian distinto.
Contaba una charla con un inglés de pronunciación muy británica:

-¿Did you say Dallas, Texas?
-No, I said dollars, taxes -replicaba Groucho, con acento tejano.

Y este otro, siempre jugando con las palabras.

-A man in love is incomplete until he is married. Then he’s finished.
(-Antes de casarme no me sentía un hombre “completo”. Ahora me siento “terminado”.)


Y de yapa estos graffiti:

No a la donación de órganos. (Yamaha)
A mí lo que me revienta son los camiones. (Un sapo)
No más derramamiento de sangre! (OB-Tampax)
Hemos batido a la competencia. (Moulinex)
Empecé comiéndome las uñas. (La Venus de Milo)
No siempre se puede ser el primero. (Juan Pablo II)
Darwin gorilón. (Mono sapiens)
Es una nube pasajera. (Noé)
Nietzche ha muerto. (Dios)
Estoy caliente. (Juana de Arco)

El autor de la caricatura de arriba es Greg Williams.
La otra es una rareza ya que su autor es Xavier Cougat. Sí, el músico e "inventor" de las rubias con chichuahua que, como se ve, era polifacético.
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domingo, 5 de diciembre de 2010

Sarmiento y Darío homenajean a Néstor

Homenajes a Néstor Kirchner
Escriben hoy: Domingo F. Sarmiento y Rubén Darío

Como un juego sobre otro juego me he permitido un poco de ficción sobre ficciones consagradas. He convocado a D. F. Sarmiento y a Rubén Darío a escribir unas líneas sobre Néstor Kirchner. El primero recordó el asombro –y la admiración- que le causaba el liderazgo y la pasión del pueblo por su líder, sobre el cual ya tenía unas líneas escritas que me pidió releer. El nicaragüense hizo unas pocas correcciones a unos versos que había escrito por encargo y me los alcanzó con generosidad.

Sombra terrible de Néstor, voy a evocarte para que sacudiendo el crispado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de tu noble pueblo. Tú posees el secreto, ¡revélanoslo! Diez años aún después de tu trágica muerte, el hombre de las ciudades y el gaucho de los llanos argentinos, al tomar diversos senderos decían: “¡No! ¡No ha muerto! ¡Vive aún! ¡Él vendrá!”
¡Cierto! Néstor no ha muerto; está vivo en las tradiciones populares, en la política y revoluciones argentinas; en Cristina, su heredera, su complemento; su alma ha pasado en este otro molde más acabado, más perfecto; y lo que en él era sólo instinto, iniciación, tendencia, convirtiose, en Cristina, en sistema, efecto y fin. La naturaleza campestre, colonial y bárbara, cambiose en esta metamorfosis, en arte, en sistema y en política regular capaz de presentarse a la faz del mundo, como el modo de ser de un pueblo que ha aspirado a tomar los aires de un genio que domina los acontecimientos, los hombres y las cosas.


D. F. Sarmiento, Facundo.
Con estas líneas comienza el libro textualmente, con la sola excepción de tres palabras: he sustituido Facundo por Néstor, Rosas por Cristina y, afortunadamente, ensangrentado por crispado.


quizás te acompañaba, junto a los compañeros
la musa de tus años en flor, quizás entonces
pensabas en los épicos exámetros de Homero,
sublimes como mármoles y eternos como bronces.

Y luego en tus horas de Néstor argentino,
sintiendo en ti la fuerza que las edades doma,
te acompañaba el soplo del rudo Gibellino
y Flacco te traía sus músicas de Roma.

Supiste que en mundo los odios, la mentira,
los celos, las crueles insidias, los espantos,
se esfuman ante el celeste de la Lira
que puebla el universo de estrellas y de cantos.

¡Gloria a ti sobre el sistro antiguo y sobre el pueblo
que ha mostrado su duelo a tu fúnebre paso!

Rubén Darío, Oda a Mitre.
Versos tomados textualmente con la excepción de tres palabras: guerrero sustituida por compañero, parche por pueblo y sonado por mostrado. Como ven he reemplazado palabras del léxico militar por otras del léxico civil. Afortunadamente algo ha cambiado en la República Argentina entre el centenario y el bicentenario.
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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Letras y probabilidades - La criptografía

Cálculo de probabilidades -2-

Poe, Conan Doyle, Verne y Walsh: escritores y matemáticos.

La criptografía es la escritura de mensajes en clave secreta. Develar esos códigos secretos fue una de las primeras aplicaciones del cálculo de probabilidades con el agregado de ingenio, intuición y conceptos estadísticos.
Uno de los pioneros en el arte de romper códigos secretos fue Edgar Allan Poe (1809-1849) que desafió a sus lectores de una revista de Filadelfia afirmando que podía descifrar cualquier mensaje encriptado con la condición de que fuera hecho en un mismo idioma. Le enviaron centenares y su éxito fue total.
Contento con el resultado, incorporó el tema del mensaje cifrado (más una explicación detallada de la solución) en su cuento El escarabajo de oro (The gold bug). Tan detallada y bien escrita está la resolución que lo único que pondré acá es una reproducción del enigmático mensaje que cifró el Capitán Kidd. Sólo Poe se puede dar el lujo de incluir la resolución de un ejercicio de matemáticas en 10 de las 35 páginas de un cuento de suspenso y que los lectores lleguen hasta el final.

Otro amante de la criptografía fue el británico sir Arthur Conan Doyle (1859-1930) y su detective Sherlock Holmes, un experto en el tema. El descifrado más famoso de Holmes se relata en La aventura de los hombres danzantes, donde aparece una clave con muñequitos en la que los diferentes dibujos representan las distintas letras del alfabeto.

El cuento trata acerca de un marido curioso y celoso que, intrigado por conocer el pasado de su mujer, requiere los servicios de Sherlock Holmes para averiguar si…

Julio Verne fue otro de los escritores fascinados por la criptografía, que está presente en varios de sus cuentos y novelas.
También Rodolfo Walsh, cuya afición a la criptografía tuvo consecuencias que fueron más allá de la literatura: descifró los mensajes de la CIA preparatorios de la invasión a Cuba en 1961 lo que posibilitó otra histórica derrota del imperio del norte: la de Bahía de los Cochinos.

¡Eso es romper mensajes secretos y no la “operación” que están intentando hacernos con los informes ¿secretos? del Departamento de Estado de EEUU!
¿No le sienten el mismo aire pedorro que las operaciones de la oposición en el Congreso de la República Argentina? Son efectivamente los mismos: Bullrich, Carrió y Hotton son cipayas de la CIA, Clarinete y Nacioncilla sus vehículos. ¿No les llama la atención que las “revelaciones” vengan por The New York Times, El País, The Guardian, Le Monde y Der Spiegel?
A otro perro con ese hueso.


Bibliografía:
GEORGE GAMOW, Uno, dos, tres…infinito,1949, Espasa Calpe.
C. SARRAUTE, El arte de romper códigos secretos, 2006, conferencia en la Semana de la Matemática, FCEyN UBA, Buenos Aires.
http://personal.telefonica.terra.es/web/jms32/Cifra/CodSecretos/Cap02/Cap0206.html

El dibujo del encabezado es de Al Hirschfeld. Aparentemnte no tiene nada que ver con el tema. Son Ingrid Bergman y Humphrey Bogart en Casablanca, pero, ¿no la volvemos a ver cada vez por la remota probabilidad de que se vayan juntos y la Ingrid se olvide del plomo ese de Lazlo?
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