jueves, 29 de diciembre de 2011

Cuentos con chicles - Humor

Cuentos con chicles, algo ingenuos, digamos; pero es lo que hay. En esta época del año no es fácil conseguir algo mejor, ni robando.

1
(cuento cubano, después de la fracasada invasión norteamericana, Playa Girón, 1961)
-¿En qué se diferencian un norteamericano viendo tele y mascando chicle y una vaca mirando pasar un tren?
-…
-En la mirada inteligente de la vaca.

2
(reflexiones femichistas)
Los hombres son como los chicles, mientras más los pisás más se te pegan.
(reflexiones machistas)
Los mujeres son como los chicles, mientras más las pisás más se te pegan.

3
Una fiesta muy lujosa está en su apogeo cuando un hombre pregunta:
- ¿Perdió alguien un fajo de billetes junto a unos chicles?
- ¡Oh, sí, yo! –dijo alguien.
- Aquí tiene sus chicles.


De yapa les dejo unas metáforas cordobesas:
A una chica que tiene el sí fácil le dicen guadaña: una afiladita y a los yuyos.
A una que esta buena pero no afloja le dicen cebra: es una yegua, pero totalmente rayada y no quiere que la monten.
A los pelados le dicen alfajor de maicena: se les ve el coco por todos lados.
.

lunes, 26 de diciembre de 2011

¡Cordiales saludos!

Lectores

La Pulpera aprovecha la ocasión para enviar saludos cordiales a todos sus lectores y desearles un 2012 pleno de dicha y satisfacciones, muchos anhelos cumplidos y algunos pendientes (para poder perseverar en ellos, si lo merecen).

Modernos o clásicos, religiosos o laicos, playeros o persistentes, de escritorio o de sanitarios, famosos o desconocidos estos saludos no discriminan: son para todos y todas: ¡Felicidades!




















jueves, 22 de diciembre de 2011

Turismo Literario 6 - Barrio de Gracia, Barcelona

El recorrido de hoy ha sido tomado del blog Isla de Robinson
http://isladerobinson.blogspot.com/
y se reproduce, completo, con autorización de su autor. Atrás del seudónimo Biscuter está un prestigioso hombre de las letras y la cultura de Venezuela, con una especial habilidad para la selección de textos y un uso exquisito del idioma como podrán comprobar visitando este y sus otros blogs.
Se puede optar por incluir, en el mismo paseo, una visita al vecino Parque Güell, diseñado por Antoní Gaudí, por encargo del empresario Eusebi Güell, a principios del siglo XX.

BARRIO DE GRACIA
Hoy me han dado ganas de caminar por algunas calles del barrio de Gràcia de Barcelona, detenerme un rato en la Plaza Rovira y entrar a aquel famoso bar que aparece en las novelas de Marsé y en una célebre canción de Aute. Después de tomarme allí una copa de fino y de escuchar el relato del barman acerca de la filmación de la película que no pudo hacer Erice, iría a sentarme un momento al lado de Rovira y Trías, para dejarme llevar minutos más tarde por mi pulsión de bibliópata y entrar en la primera librería de viejo que me encuentre. Preguntaría por algún libro de Mercé Rodoreda, para irme hasta la Plaza del Diamante y ofrendarle en silencio mi homenaje.

Emprendería satisfecho mi retorno por Torrent de la Olla, pensando en que por esa acera caminó muchas veces el escritor Joan Perucho. Entraría en el restaurante griego que por allí se encuentra, para hacer una reservación y recordar más tarde a Juan Manuel. Al llegar a la esquina de la Travessera, tomaría la decisión de entrar a la biblioteca que hace diez años estaban construyendo para fatiga matutina de nuestros oídos o de ir de una vez al colmado de los maños para comprar un vino.

Tal vez, como suele ocurrir en estas caminatas, en las que uno se deja llevar por los ociosos caprichos del flâneur, una tercera opción surgiría. Y así, entre el olor de los naranjos, lo más probable es que me vaya hasta la Plaza Taulet para contemplar la torre y dar las gracias al campanario de Gràcia por la dicha.
.

martes, 20 de diciembre de 2011

¡Felices Fiestas! 2 - Humor

1 Alcoholemia
En estas fechas tan especiales, con tantos festejos y cierta tendencia a los excesos, quiero ofrecerles a todos mis amigos un buen consejo y para ello me gustaría compartir una experiencia relacionada al tema de la bebida y los autos.

Sin querer ponerme trágico hablando de los accidentes, desgracias, etc., seguramente a esta altura todos hemos oído de alguien a quien le dio positivo el exámen de alcoholemia. Yo también tengo más de un conocido al que le tocó en suerte, así que la otra noche, después de un asado con varios amigos en el que todos tomamos mucho y muy variado, me di cuenta de que estaba bastante estropeado y decidí hacer algo que nunca había hecho: dejé el auto en la puerta del lugar y me subí a un ómnibus para volver a casa.

Sí, un ómnibus, y llegué a casa sano y salvo, lo que fue bastante sorprendente, porque jamás en mi puta vida había manejado un ómnibus...


2 Los Reyes Magos
Estaba una pareja en época navideña haciendo el amor desenfrenadamente. En el momento cumbre, tocan el timbre: rinnng...
La mujer se levanta, se asoma a la ventana, y le dice a su compañero mientras baja a atender:
-Oye amor ¡Son los 3 Reyes Magos...!
El tipo, que estaba excitadísimo, grita:
-¡Pasa Melchor!

Y la mujer contesta:
- ¡Oh Amor! ¡Viva! ¡Qué rico! ¿Hacemos un tríooo? ¡Genial! Pero mi amor, ¿por qué mejor no hacés pasar a Baltazar que es negro y dicen que los negros...?

El marido la agarra del cuello y le grita:
- Sátira lujuriosa, lo que yo te dije fue: PA-SA-ME EL SHORT.


Los dos cuentos los he robado a Kiko G.
La ilustración es de Argüelles. En síntesis: todo es producto de mis afanes.

.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Inventos y descubrimientos

La hélice
El fuego, las vacunas, el calendario, la imprenta, las transfusiones de sangre, la electricidad, la píldora anticonceptiva, la redondez de la tierra, la transmisión inalámbrica, el telar de lanzadera, etc., etc.
Entre tantos inventos y descubrimientos significativos en la corta historia de nuestra especie hay algunos muy simples, cuyos autores pasaron desapercibidos, y que hemos incorporado de tal modo al uso cotidiano que no tomamos idea de su importancia.
Una de esas “Cenicientas” de la tecnología es la hélice.

La máquina de vapor llevaba ya varios años propulsando equipos y dispositivos varios, incluyendo barcos –con ruedas de paletas como los del Missisippi –, cuando a Joseph Ressel (1793-1857) guardabosques y mecánico bohemio (entonces parte del Imperio Austrohúngaro ahora República Checa) se le ocurrió probar con una hélice como sustituto de las ineficientes paletas. En realidad usó una parte del “tornillo” que los egipcios usaban para sacar agua o lo que en el campo llaman actualmente “chimango” y se usa para transportar granos.

Las primeras pruebas las hizo en el puerto de Venecia en 1829 en el buque Civetta con el que consiguió alcanzar 6 nudos (aprox. 11 km/hora). Todo un éxito.
El dispositivo fue incorporando mejoras, el ingeniero sueco John Ericsson le dio casi la forma actual con palas separadas, y para 1839 se completó el primer cruce del Atlántico de un buque propulsado de esta manera.

Lo que sigue es conocido: la hélice se impone en velocidad y eficiencia confinando a las ruedas de paletas a las novelas de Mark Twain y al olvido.
En embarcaciones ligeras se ha sustituido con éxito a las hélices, propulsándolas directamente con el chorro de agua generado por bombas al efecto, triplicando las velocidades obtenidas, como vemos en motos de agua y lanchas de pequeño porte. Pero no han conseguido desplazar a la vieja hélice, que con su simplicidad, sigue equipando desde pequeños botes de pesca de 2 HP hasta grandes porta contenedores de 100.000 toneladas propulsados por ¡una sola hélice!

Como se puede ver, la hélice, como el alambre de púas, no es un invento para andar menospreciando y pasándoselo por cualquier lado.


.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¡Abajo la lectura!

No lea más, cuide su vista y gane amigos.
Contrate a una persona que lea para usted. De este modo podrá abocarse totalmente a la comprensión del texto, al disfrute de su musicalidad y podrá poner toda su energía al servicio de la imaginación. Todo esto sin contar otros beneficios como la generación de trabajo, la multiplicación del espectro literario, el intercambio de ideas, la apertura de nuevos caminos y tantas otras cuestiones relacionadas, o no, con la tarea en si misma.

Cada quien podrá elegir el lector o lectora que le resulte más interesante. Por si tuvieran dudas acerca de los propios deseos o necesidades, el tema ha sido tratado en algunas películas, a las que se puede recurrir para ir definiendo el perfil de su real interés.
Margueritte (Giselle Casadesus) lee para Germain (Gerard Depardieu), un cincuentón simplote y que sólo ha hecho la primaria, en Mis tardes con Margueritte. La lectura abre el camino a una amistad muy enriquecedora y trae cambios inesperados a los dos.
En El lector, una maravillosa Hanna (Kate Winslet) traba relación con el joven quinceañero Michael (David Cross), con el que intercambian lecturas y otras muestras de cariño, en Alemania, durante la Segunda Guerra. Ocho años después, ella es juzgada por crímenes de guerra y él es un abogado recién recibido que está como observador en el juicio. A los efectos de esta entrada, les pediría que hagan abstracción del profundo drama y se centren, aunque sea por un instante, en el asunto de la lectura.
Miou Miou, en La lectora, necesita un ingreso extra para su familia y pone un aviso: "Mujer joven propone lectura a domicilio". Su clientela abarca un espectro muy amplio, no todos interesados en la literatura precisamente, pero atiende siempre con solicitud y termina ella misma absorbida en las redes de las ficciones que lee.

Por supuesto las posibilidades son tantas como podamos pensar, pero los que somos medios perezosos para imaginar siempre tenemos a mano el recurso del cine, como para ir empezando.
Por si el caso fuera que estas fiestas los tienen sin tiempo para ver las películas completas, acá les pongo algunas fotos de lectores para que vayan dando piolín a las fantasías.








.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Rosebud

Frases de película 13 - El ciudadano
Rosebud
Entre todas las frases “de película”, la que más interpretaciones y cataratas de palabras ha generado está: “Rosebud”. La pronuncia el protagonista de El ciudadano, Charles Foster Kane (Orson Welles), un instante antes de morir.
La película, inspirada en la vida del magnate de las comunicaciones William R. Hearst, empieza como un policial para derivar en la indagación de su vida a partir de la enigmática palabra. Allí empiezan los flash-backs que la consagraron como una pionera en el uso de esta técnica, además de otras novedades narrativas.

A la explicación del significado de “Rosebud” se abocaron una legión de talentos, entre ellos Vladimir Nabokov (que llegó a preguntarle por la cuestión al mismo Welles, recibiendo una respuesta ambigua).
A continuación un listado de esas sesudas elucubraciones que he tomado de fuentes intachables, a saber: V. Nabokov; la tía Chola de G.; Wikipedia; Gore Vidal; el trabajo de J. López Diez citado más abajo; el corto del uruguayo A. Rocchi El niño del trineo, sobre Alfredo Malmacini, y otros comentarios aportados por las participantes de una mesa de café que prefieren el anonimato.

• Es una referencia a Moby Dick, novela insignia de la narrativa norteamericana, cuyo tema es la búsqueda del objeto mágico (la inmortalidad y la creación), a cuyo autor Herman Melville admiraba O. Welles. Así se llamaba el barco francés: “Bouton de Rose” (en inglés Rosebud), que los tripulantes del Pequod encuentran con una ballena amarrada y al que consultan "si han visto a una ballena blanca".
• Es la palabra (rosebud=pimpollo) con que William R. Hearst llamaba en la intimidad a los genitales o al clítoris de su amante Marion Davies.
• Rosebud es el nombre del trineo con que Kane-Hearst jugaba en los días felices de su niñez.
• El nombre de un caballo que había ganado el Derby de Kentucky.
• El nombre de la panadería donde todas las tardes durante la filmación Orson mandaba a comprar los bizcochitos.
• Rosebud Yellow Robe era el verdadero nombre de una compañera de trabajo de Welles en CBS, hija de un jefe indio Dakota, de la que Orson había quedado prendado.
• Rosebud evoca el lugar idílico de la infancia, la aldea Grand Detour, donde la familia de Welles pasaba sus vacaciones.
• Era una palabra que surgió, nadie recuerda de dónde, durante la redacción del guión entre Welles y Joseph Mankiewicz. Ambos la atribuían a una idea del otro. Después, viendo el revuelo que se armó, se prendieron al misterio y a la candonga.
• El papá de Orson se llamaba Dick Welles. Fue enterrado en la mansión de la abuela, contrariando a Orson y al mandato del padre de ser incinerado o arrojado al mar. El padre habría tomado esa determinación luego de la lectura de la novela Moby Dick. Según esto, Rosebud y la quema del trineo serían un homenaje a su padre.

Esto de buscarle la quinta pata al gato parece ser la esencia de la crítica y de la misma literatura. Para no hacer más bardo ni les digo lo que se ha dicho acerca del apellido Kane elegido para el protagonista. Los comentarios van desde un homenaje a Kafka cuyo personaje de El proceso de llama K, hasta una referencia a Caín (en inglés suenan igual).
Por mi parte, con relación a Rosebud, he elegido tres soluciones al enigma como las más cercanas a la verdad verdadera. Son mis favoritas, las que me parecen más verosímiles. Dos de ellas están en el listado. Las uso de acuerdo a mi estado de ánimo, conveniencia o simple necesidad; o a las posibilidades de acercarme a esa movediza, viscosa y veleidosa invención que, se me ocurre, es la verdaderamente verdadera verdad.



Rosebud- Análisis textual de una palabra, por Jaime López Diez
http://www.tramayfondo.com/articuloscontrama/analisis_textual_de_una_palabra.pdf
Ciudadano Kane – Todo por Rosebud
http://comentacine.blogspot.com/2007/04/ciudadano-kane-todo-por-rosebud.html
Gracias especiales a una amiga uruguaya que, como regalo de fin de año, me envió este enlace al corto El niño del trineo (duración 5’12”) de Alejandro Rocchi. Si se esmeran, podrán encontrar en el mismo una pista irrefutable sobre la verosimilitud de la historia que allí se cuenta.
http://vimeo.com/alej/trineo
.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Cuentos rigurosamente seleccionados

.
La proximidad del invierno, del verano y de las fiestas de fin de año, hace propicia la ocasión para mostrar a ustedes el listado de los cuentos que, con pasión, ha ido seleccionando Jorge Aloy en su blog El perro elocuente: http://elperroelocuente.blogspot.com/

La lista de sus recomendados, que he recopilado a lo largo de cuatro años, tiene más de 150 cuentos y está a disposición de cualquiera que la solicite y me envíe su correo.
Como toda lista es arbitraria. No pretende ser completa ni exhaustiva, pero para esos momentos de dudas o de simple búsqueda, puede servir como una ayuda paciente e interesada. Después, el gusto de cada lector será, sin dudas, el mejor consejero.

Además de curiosear libremente podrán seleccionar a placer tres o cuatro para leer en cuanto se presente la ocasión, incluso un par más para regalar a amigos y, ¿por qué no?, alguno para el enemigo. Mientras tanto, para que vayan despuntando el vicio, pongo algunos tomados completamente al azar.

Es que somos muy pobres……………………………. Rulfo, Juan
El calamar opta por su tinta…………………………… Bioy Casares, Adolfo
Historia de zorros………………………………………. Niu-Chao China Siglo IX
La balada del álamo carolina…………………………. Conti, Haroldo
Conducta en los velorios……………………………… Cortázar, Julio
Desde los parques……………………………………... Moyano, Daniel
La máquina del bien y el mal…………………………. Walsh, Rodolfo
El puente sobre el Río del Búho……………………… Bierce, Ambrose
Las muertes concéntricas…………………………….. London, Jack
La ventana abierta……………………………………... Saki
Terrible, cuando piensa uno en ello………………….. Greene, Graham
Oficio de tinieblas………………………………………. Carpentier, Alejo
La mujer que llegaba a las seis………………………. García Márquez, Gabriel
Un reputación…………………………………………... Arreola, Juan José
El cocodrilo……………………………………………… Hernández, Felisberto
A la deriva………………………………………………. Quiroga, Horacio
Las ruinas circulares…………………………………… Borges, Jorge Luis
El ladrón de Shaddy Hill………………………………. Cheever, John
Si muriera antes de despertar………………………… Iirish, William
La tumba viva…………………………………………... Roa Bastos, Augusto
Los nueve billones de nombres de Dios…………….. Clarke, Arthur
En la oscuridad…………………………………………. Chejov, Anton
Misa de Gallo……………………………………Machado de Assis, Joaquim
El amigo fiel…………………………………………….. Wilde, Oscar
Conejo…………………………………………………… Castillo, Abelardo
Ida y vuelta……………………………………………… Onetti, Juan Carlos
El tren a Burdeos………………………………………. Durás, Marguerite
Costumbre de los ahogados………………………….. Jarry, Alfred
Un marido sin vocación (cuento sin la letra e)……… Poncela, Enrique Jardiel
Bartlebly, el escribiente………………………………... Melville, Herman
Los siete mensajeros………………………………… Buzzati, Dino



arriba: Isabel Adjani, actriz francesa. Tomé la foto del blog: "O silêncio dos libros"
medio: viñeta de Santy Gutiérrez
abajo: Mujer recostada con libro de Ferdinand Lèger. También tomado de "O silêncio dos libros".

.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Cuentos con Chicles – Clarice Lispector

En dos magníficos cuentos de Clarice Lispector el chicle tiene una particular importancia, por sí mismo o porque el personaje que desencadena la trama mastica chicle.

Uno es Amor, de su libro Lazos de familia, publicado de 1960. La tranquila vida familiar de Ana se desarma al ver, desde el tranvía, a un ciego masticando chicle en la parada. Paradójicamente el ciego descorre el velo que aclara la visión de su propia vida, la deja fascinada y la desmorona en la angustia. Al final, retoma el tema del comienzo y todo vuelve al orden doméstico.

El otro es Miedo de la eternidad donde reflexiona sobre uno de los hitos de su entrada a la adolescencia.
En la década del cincuenta, con su propio nombre o con seudónimos, tuvo a su cargo en un par de diarios, las secciones de “Correo femenino” o “Sólo para mujeres”. Allí dejó, en su prosa exquisita, desde recetas de cocina y venenos para cucarachas hasta agudas reflexiones sobre la educación de los hijos y la vida cotidiana.
Miedo de la eternidad es una de esas páginas, que publicó en el Jornal do Brasil entre 1967 y 1973, y que más tarde fueron reunidas en el libro Aprendiendo a vivir y otras crónicas.


Miedo de la eternidad – Clarice Lispector
Traducción de Amalia Sato.

Jamás olvidaré mi aflictivo y dramático contacto con la eternidad. Cuando yo era muy pequeña todavía no había probado chicles y en Recife casi no se hablaba de ellos. Yo ignoraba qué clase de caramelos o bombones eran. Y hasta el dinero con que contaba no alcanzaba para comprarlos: con el mismo dinero podía conseguir no sé cuántos caramelos.
Al final mi hermana juntó dinero, los compró y al salir de casa para la escuela me explicó:
-Ten cuidado de no perderlo, porque este caramelo nunca se acaba. Dura toda la vida.
-¿Cómo que no se acaba? –me detuve un instante en la calle, perpleja.
-No se acaba nunca, y listo.
Yo estaba embobada: me parecía haber sido transportada al reino de las historias de príncipes y hadas. Tomé la pequeña pastilla color rosa que representaba el elixir del largo placer. La examiné, casi no podía creer en el milagro. Yo que, como otros niños, a veces me sacaba de la boca un caramelo todavía entero, para chuparlo después, sólo para hacerlo durar más. Y heme con aquella cosa rosada, de apariencia tan inocente, que hacía posible el mundo imposible del cual ya había empezado a darme cuenta.
Con delicadeza, terminé poniéndome el chicle en la boca.
-¿Y ahora qué hago? –pregunté para no equivocarme en el ritual que ciertamente tenía que existir.
-Ahora chupa el chicle para ir saboreando su dulzor, y sólo cuando se le vaya el gusto empieza a masticar. Y ahí mastica por toda la vida. A no ser que los pierdas, yo ya perdí varios.
Perder la eternidad. Nunca.
Lo dulzón del chicle era bueno, no podría decir que excelente. Y, todavía perpleja, nos encaminábamos a la escuela.
-Se acabó lo dulce. ¿Y ahora?
-Ahora mastica por siempre.
Me asusté, no sabría decir por qué. Empecé a masticar y pronto tenía en la boca ese pegote ceniciento de goma sin gusto a nada. Masticaba, masticaba. Pero me sentía a disgusto. Y en verdad no me estaba gustando el sabor. Y la ventaja de ser un caramelo eterno me llenaba de una suerte de miedo, como el que se tiene ante la idea de la eternidad o del infinito.
No quise admitir que no estaba a la altura de la eternidad. Que sólo me producía aflicción. Mientras tanto, masticaba obedientemente, sin parar.
Hasta que no soporté más, y, cruzando el portón de la escuela, me ingenié para que el chicle masticado se cayera al suelo arenoso.
-Mira lo que pasó –dije con fingidos espanto y tristeza. Ahora no puedo masticar más. Se terminó el caramelo.
-Ya te lo dije, repitió mi hermana, que no se termina nunca. Pero una a veces los pierde. Hasta de noche se puede seguir masticando, pero para no tragarlo cuando se duerme se lo pega en la cama. No te pongas triste que un día te doy otro, y ése no lo vas a perder.
Yo estaba avergonzada ante la bondad de mi hermana, avergonzada de la mentira que había tramado al decir que el chicle se me había caído de la boca por casualidad.
Pero aliviada. Sin el peso de la eternidad sobre mí.

Miedo de la eternidad, de Aprendiendo a vivir y otras crónicas, Ediciones Siruela.

El autor de la caricatura de Clarice es Marcos Guilherme.
.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Decálogo del aspirante a escritor

.
Con todo respeto
por Osvaldo Gallone

Esbozo para un decálogo del aspirante a escritor
1º - Comprenda que la mera confección de un decálogo es poco menos que una humorada: ¿por qué no doce, o cinco, u ocho, o veinte ítems? Crasa arbitrariedad, supersticiosa fe en los números redondos o divisibles por dos.

2º - Lea la Correspondencia de Gustave Flaubert; Contra Sainte-Beuve de Marcel Proust; Un arte espectral de Norman Mailer y la entrevista realizada por Jean Stein a William Faulkner en 1956 y publicada por The Paris Review. Luego de ello, es probable que comprenda en toda su magnitud el valor de la disciplina, el sentido del empecinamiento y la absoluta inutilidad de los talleres literarios.

3º - Escriba y corrija, escriba y corrija, escriba y corrija, repita el proceso hasta el agotamiento, y recuerde que cuando uno no puede más, siempre puede un poco más.

4º - Lea cualquier reportaje a Ricardo Piglia, lea cualquier reportaje a Federico Andahazi, lea cualquier reportaje a César Aira (los tres nombres son impersonales, intercambiables, simbólicos; reemplácelos por los que desée). Advertirá, luego de ello, que la notoriedad no neutraliza la idiotez; la notoriedad es, simplemente, notoriedad.

5º - Recuerde que, realmente, Cervantes escribió la primera parte del Quijote en la cárcel, gran parte de la Comedia humana de Balzac fue escrita para levantar deudas, Dostoievsky escribía con los acreedores pisándole los talones. Moraleja: no sea patético, no diga que hoy no escribió porque tuvo un problema técnico en la notebook; para decirlo en términos políticamente incorrectos y sexistas: no sea maricón.

6º - Lea a los clásicos pretéritos y contemporáneos, especialmente en lengua castellana, vale decir: Cervantes, Quevedo, Lope, García Márquez, Juan Marsé, Marco Denevi, Vargas Llosa, Borges, por nombrar sólo a algunos. Existen, por lo menos, dos razones para ello: una, la invocada alguna vez por Onetti —la lectura de los clásicos neutraliza deslumbramientos posteriores (y, generalmente, vanos)—; dos: se aprende a escribir leyendo.

7º - Lea la poesía de todo el Siglo de Oro español. No hay cosa más desdichada que un escritor sordo. La poesía del Siglo de Oro enseña la música de las palabras, y si hay una práctica que se emparenta con la escritura es la música.

8º - Es probable que un escritor se constituya y se trame a sí mismo en el transcurso de los días malos, aquéllos en los que nada sale. Si aun en esos días avanza una línea, reemplaza un adjetivo o corrige un párrafo, va por buen camino. Trate de ser un obsesivo a tiempo completo; una buena página es el fruto de una larga paciencia.

9º - Si uno escribe, resulta irremediable que, por lo mismo, forme parte integrante del ambiente literario. Pero trate de no frecuentarlo. No hay ambiente —el de los escritores, el de los arquitectos, el del espectáculo o el de los psicoanalistas— que resista un primer plano.
No debe haber cosa más indigente que una reunión de escritores.

10º - Es probable, sólo probable, que Argentina sea "un país de mierda" incrustado en un continente periférico e insular. Pero no olvide que aquí y desde aquí se forjó y se difundió la obra de Borges, Cortázar, Octavio Paz, Felisberto Hernández, Horacio Quiroga o Roberto Arlt (la lista, por cierto, no se agota con estos nombres, pero basta con ellos). La mediocridad, la carencia de rigor o la inclinación al abandono son características personales que nada o muy poco tienen que ver con el ámbito social.

Esbozo para un decálogo del aspirante a escritor se publicó originalmente en Evaristo Cultural, Nº 7 (Revista virtual que pueden leer en la red). Se reproduce con autorización del autor.

La viñeta superior es de Fernando Vicente y se llama "Escritores"
Abajo una foto de una de las primeras "cartas" y de su "sobre". Tablas de arcilla con escritura encontrada en Turquía central, luego envuelta en otra para asegurarse que nadie hiciera modificaciones y correcciones al envío.
.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Con el mismo cuento 7

Giovanni Bocaccio, La Fontaine y Gustave Flaubert

Continuando la serie del título, La Pulpera se las toma hoy con:
Jean de La Fontaine (1621-1695), poeta y novelista francés muy conocido por sus fábulas, uno de los mayores admiradores que tuvo G. Bocaccio. Tanto lo imitó que lo llamaron el segundo Bocaccio. Al menos veinte de sus Cuentos y Novelas en verso son transcripciones versificadas de la obra de su antecesor, a la que revitalizó y puso de nuevo a la luz, sin negar y hasta consignando la fuente.
No fue el único admirador del italiano, Lope de Vega (sí, el grande entre los grandes) tomó de allí el tema de, al menos, ocho de sus dramas. Y también Chaucer y hasta el mismo Goethe bebieron, sin asco, de la misma fuente.

Pero, como la cuestión es divertirse, no se trata de otra cosa que recordar acá al Decamerón, Jornada Segunda, novela 2.
La Jornada Segunda trata de los que, frente a grandes dificultades, han sido favorecidos, finalmente, por la buena suerte. Rinaldo de Asti sufre un asalto y el robo de todas sus pertenencias. Los malhechores lo dejan semidesnudo en el medio del camino y, para colmo, empieza a nevar. La situación es angustiosa pero llega a la casa de una viuda que lo acoge con un baño caliente, con ternura y…
La razón de la buena estrella de Rinaldo son sus oraciones a San Julián a quien, todas las mañanas, le pide que le dé buen albergue por la noche. Y la verdad es que el santo se porta de maravillas a juzgar por lo que le ocurre a Rinaldo.
Si quieren tener suerte, prueben con una oración al santo.
Si les interesa leer el episodio, hagan clic acá:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/bocca/deca02.htm

La versión de La Fontaine la pueden encontrar en la red, se llama La oración de San Julián y, como está en verso, resulta graciosa en su idioma original. Los que no tenemos manejo del francés nos debemos contentar con alguna traducción.

En La leyenda de San Julián, el hospitalario, Gustavo Flaubert narró con incomparable maestría la historia del santo, “casi según se la encuentra en un vitral de la iglesia de mi pueblo”. Se refiere a la Catedral de Ruán y la publicó en 1887 en forma de cuento.
Hay numerosas versiones del mismo tema y lo que está claro es la imposibilidad de hallar la verdad histórica. Sólo se trata de rastrear en los cuentos populares antiguos, mezclarlos a voluntad y construirse un santo a medida con temas que vienen desde miles de años atrás. Una de esas versiones es idéntica al mito de Edipo al que se ajusta a la perfección.
Marcel Schwob, al comentar La leyenda de San Julián el Hospitalario, reclamó para Flaubert la gloria “de haber sentido con tanta vivacidad que el poder de creación más vigoroso proviene de la oscura imaginación popular y que las obras maestras nacen de la colaboración de un genio con una estirpe anónima”.
Gustavo Flaubert, La leyenda de San Julián, el hospitalario, 1976, Buenos Aires, Torres Agüero Editor.

La leyenda de San Julián el hospitalario, traducción de Consuelo Bergés, acá:
http://isaiasgarde.myfil.es/get_file?path=/flaubert-gustave-la-leyenda-de.doc

.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Tuberculosis - turismo y literatura

Hasta que Robert Koch descubrió en 1882 el agente que la causaba, y Calmette y Guerin desarrollaron la vacuna BCG en 1921, los frutos del combate contra la tuberculosis, desde el punto de vista de la medicina, fueron escasos. Por el contrario, dejaron una huella indeleble en el turismo y en la literatura que se prolongó hasta finales del siglo XX.
Lejos de estar erradicada, la enfermedad está asociada a la pobreza, el hacinamiento y el SIDA pero en el origen de la actual onda epidémica, los comienzos de la revolución industrial en Europa, no respetaba clases sociales y era una enfermedad transversal.
La padecieron Bèquer, Dumas, Kafka, Chejov y Katherine Mansfield, entre otros muchos colegas, por lo que se la llamaba la “enfermedad de los poetas”.

Para que la entrada no resulte un bajón, antes de abandonarla aquí mismo, sugiero ver este video de Nacha Guevara cantando “Vals del minuto” de otro tísico famoso: F. Chopin.
http://www.youtube.com/watch?v=4iNWicR4SL8

Turismo y salud
La búsqueda de los lugares más adecuados para el tratamiento de la enfermedad dio lugar al desarrollo de zonas elegidas por su clima y ubicación entre las que nos centraremos en dos: Badenweiler en la Selva Negra alemana y Cosquín en las Sierras de Córdoba – Argentina.
Badenweiler está cerca del punto donde se juntan Alemania, Francia y Suiza. Ya los romanos habían construido allí unos baños termales en honor a la diosa Diana además de plantar las primeras viñas en la zona. A finales del XIX, concurrían a descansar al balneario personas acaudaladas o pacientes en busca del tratamiento milagroso que ofrecían muchos sanatorios y médicos especialistas en enfermedades que iban desde leves hipocondrías hasta infecciosas graves como la tuberculosis.
Allí murió Chejov en 1904 en el hotel Sommer, asistido por el doctor Schwöhrer. En el mismo sanatorio había muerto cuatro años antes Stephen Crane, el escritor norteamericano, poco antes de cumplir 29.
El filósofo Martin Heidegger estuvo una temporada en Badenweiler en 1946, tratándose de una afección nerviosa en la clínica Haus-Baden que dependía del arzobispado.
Es curiosa la progresión de esos hoteles de lujo, que luego pasan a ser hoteles-sanatorios y luego, al avanzar los conocimientos de la enfermedad, pasan a ser lugares de confinamiento para mantener en cuarentena a los enfermos. Más tarde los mismos municipios buscan sacarse el estigma de encima porque la persistencia de esos sanatorios para confinar enfermos con infecciosas atenta contra el desarrollo del turismo.
Algo similar pasó con nuestra localidad de Cosquín en las Sierras de Córdoba, en cuyas cercanías se construyó en 1900 el Sanatorio Santa María al que concurrían los pacientes en busca del aire puro del Valle de Punilla. Al principio era privado y para gente pudiente, pero a partir de su nacionalización en 1915 empezó a recibir enfermos de todo el país. Los que no conseguían plazas allí se ubicaban como podían en conventillos o pensiones de la zona. Del año 1950 en adelante, la penicilina, la estreptomicina y otros específicos acortaron los tratamientos e hicieron innecesarias las internaciones. Esto sumado a las vacaciones anuales pagas y a las colonias sindicales, que para esa misma época se establecieron en la zona, le dieron su actual perfil netamente turístico.

Recuerdos literarios
Raymond Carver escribió Tres rosas amarillas, cuento en que recrea la muerte de Chejov y sus últimos momentos en el sanatorio de Badenweiler.
Juan Carlos, el protagonista de Boquitas pintadas de Manuel Puig muere de tuberculosis en Cosquín y la noticia le llega a su antigua novia Nené. Casada y con dos hijos intenta la reconstrucción de su historia que ha quedado registrada en unas cartas que intercambiaron hace mucho tiempo, a las que quiere recuperar a través de nuevas cartas que escribe a la madre. Todo en el escenario de un pueblo del interior de la Argentina de 1930. La novela fue llevada al cine por Leopoldo Torre Nilsson en 1974 y muestra un relato completo de la vida pueblerina y de todas las pasiones y represiones que podamos imaginar.
La novela La montaña mágica de Thomas Mann aborda la enfermedad en profundidad relatando los hechos ocurridos en un sanatorio.
Hay muchas más, pero las señaladas además de ser muy interesantes nos permiten tomar contacto con un aspecto poco habitual del tema de la enfermedad en general y lo que hacemos con ella.
Damos por terminada acá la lista, pero en los enlaces adjuntos hay un material excelente para ampliar lo que pudiera interesarles.

Turismo y salud en el Valle de Punilla, Prof. N. Huber
http://www.forbox.com/huber/turismoYsalud.htm
DIEGO ARBÚS, Ciudad impura, Editorial Edhasa, reseña aquí:
http://www.ceemi-unr.com.ar/test/numero4/pdf/Resenia%20Carbonetti.pdf
ADRIÁN CARBONETTI, La tuberculosis en la literatura argentina (otros escritores con obra sobre el tema):
http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0104-59702000000400001&script=sci_arttext
Sobre la tuberculosis:
http://www.pulevasalud.com/ps/subcategoria.jsp?ID_CATEGORIA=2473&ABRIR_SECCION=747
Las estancias de Heidegger en Badenweiler acá:
http://www.ldiogenes.buap.mx/revistas/16/7.pdf

sábado, 5 de noviembre de 2011

Admiradores - Humor

1
El colectivo marchaba tranquilo mientras el pasajero contemplaba de soslayo el imponente busto de la vecina. Al principio las miradas eran furtivas, pero se hicieron insistentes cuando ella se desprendió el corpiño y empezó a darle el pecho a su niño.
La situación puso incómoda a la mujer que le reprochó irónica:
-Qué mira, ¿nunca vio a una madre amamantando?
-No, no es eso… -titubeó el caballero.
-Y entonces, ¿a qué viene tanta curiosidad?
-Estoy tratando de averiguar si el chico chupa o sopla.

2
-Me admiro y me readmiro, -decía un cordobés mientras miraba, muy asombrado, un huevo de avestruz,
-¡Me admiro y me readmiro! -repetía.
-¿De qué se admira tanto?, -le preguntó un vecino.
-Del ocotazo de la gallina que puso este huevo.

3
Al entierro del Barón Rostchild asistía lo más granado de la realeza. En el cortejo, caminando en medio de tanta gente de rigurosa etiqueta, llamaba la atención un hombre vestido con andrajos que lloraba a moco tendido. Las miradas empezaron a cruzarse entre los familiares hasta que alguien de la familia se decidió y envió un sirviente para tratar de averiguar, con discreción, de quién se trataba.
-¿Conocía usted al Barón?
-No más que usted, pero lo admiraba.
-¿Era usted pariente cercano?
-No
-Y entonces, ¿por qué llora tanto?
-¡Precisamente por eso!


Las viñetas son de mis admirados Ziraldo, Forges (La muerte del Quijote) y Quino.

sábado, 29 de octubre de 2011

Frases de película -12-

.
Copia certificada y El león del desierto

James Miller (William Shimell) –Es mi intención, de verdad, mostrar que la copia tiene un valor en sí misma. Porque nos lleva al original y, en el camino, certifica su valor.

Sra sin nombre (Juliette Binoche) –Te ha confundido con mi esposo.
...
Señor mayor, turista ( Jean Claude Carrière) –Lo que ella quiere es que camines a su lado y pongas tu brazo sobre su hombro.

Copia certificada (Copie conforme), Irán, Francia, Italia, Bélgica, 2010, 106 min., Abbas Kiarostami.

Una película deliciosa que mezcla un ensayo sobre el mito de la originalidad en el arte con un emotivo romance que reflexiona sobre la pareja y la comunicación. Al tema de la representación, la copia y el concepto de “original” –una obsesión del autor de este blog– Kiarostami le agrega una serie de regalos que valen lo que un tesoro:
-Juliette Binoche (Palma de Oro en Cannes por este trabajo) compone a una mujer plena de matices y sutilezas.
-Hay un paseo imperdible por la Toscana que recala en Arezzo y en Lucignano. Los espectadores “caminamos” esas calles viendo más que si estuviéramos allí.
-A Jean-Claude Carrière, el inmenso guionista de cine (desde Belle de Jour hasta Goya), le reserva un pequeño papel con una síntesis de lo que es un guión.
La película toda es un homenaje a otra: Viaggio in Italia, Rosellini, 1954. Es una reflexión sobre el arte de la representación y la reescritura, sobre el que está apoyada toda expresión artística. El propio Abbas Kiarostami (1940, Teherán, Irán) lo dice así: “Lo más interesante de lo que puedas contar depende finalmente de las reacciones de quien te escucha”.

En este enlace pueden ver la cola:
http://www.youtube.com/watch?v=8MO1Uoj4siw&feature=related


Omar Mukhtar (Anthony Quinn) -Nosotros no matamos a nuestros prisioneros.
Gerrero árabe -Ellos sí matan a los nuestros.
Omar Mukhtar -Ellos no son nuestros maestros.

El león del desierto, (Lion of the desert), 1981, EEUU-Libia, Moustapha Akkad, 160 minutos.

Año 1929. Mussolini, furioso después de veinte años de infructuosos combates entre las tropas italianas y los beduinos libios, ordena al general Graziani capturar al líder de la resistencia: Omar Mukhtar. La arrogancia del general fascista choca con el idealismo y la astucia del líder beduino. Tras una grave derrota de las tropas italianas, empieza el reinado del terror: las tropas italianas reciben órdenes de atacar no sólo a la guerrilla, sino también a la población civil. A pesar de las duras represalias, la voluntad de los beduinos no flaquea. Desesperado por obtener la victoria y la aprobación de Mussolini, Graziani ordena sitiar a la población y prohíbe el abastecimiento y comienza el cerco que termina con la resistencia. ( transcripto de FILMAFFINITY).
Música de Jean Michel Jarré. En la banda sonora se escucha “Giovinezza” (Juventud) que fue adoptado como el himno fascista.

En la escena del diálogo discuten sobre el destino a dar a dos prisioneros italianos que han capturado. Omar muestra sus cualidades humanitarias negándose a matar a un joven oficial que está desarmado, y en su lugar le entrega una bandera de Italia para que regrese con suyos. Omar asegura que, de acuerdo con los preceptos del Islam, no se debe matar a los soldados capturados, sólo luchar por la patria, luchar sólo por necesidad u obligación, y que el Islam enseña a odiar la guerra misma.

Las autoridades italianas prohibieron la película en 1982 porque, según el primer ministro Giulio Andreotti «dañaba el honor del Ejército».El veto fue puesto por el entonces subsecretario de Asuntos Exteriores Raffaele Costa, actualmente (2009) miembro de Forza Italia y presidente de la provincia de Cuneo desde 2004.
Cuando en 2009 Muhamad Khadafi visitó Italia, sorprendió a su huésped, Silvio Berlusconi, que lo esperaba al pie del avión. Levaba una foto de Omar Mukhtar prendida en su uniforme. En el avión que trasladaba a la delegación libia iba Omar Mukhtar hijo.

.

lunes, 24 de octubre de 2011

Echando más leña al fuego

No puedo resistir la tentación de compartir algunos versos satíricos más.
El autor del Nº 1 posiblemente sea el benemérito J.L.Borges, es una diatriba sobre Horacio Quiroga a quien el vate nacional no le tenía simpatía alguna. El Nº 2, firmado Martín Fierro, también puede haber sido obra suya.
Los Nºs 3 y 4, atribuidos a Alejandro Nores Martínez, son algo más subidos de tono y los temas que abordan no son muy literarios que digamos.
El Nº 5 pone un poco de ingenuidad frente al exabrupto anterior y el Nº6 es, una devolución de atenciones: le pega a Lugones, al que JLB rendía culto.

1
A Horacio Quiroga
Escribió cuentos dramáticos
sumamente dolorosos
como los quistes hepáticos.
Hizo hablar leones y osos
caimanes y jabalíes.

La selva puso a sus pies
hasta que un autor inglés
(Kipling) le puso al revés
los puntos sobre las ies.


2
A la manera de José Hernández
Nadie se apure en las rimas.
¿Para qué se ha de apurar?
Si usté no sabe payar
siga mis indicaciones:
cada Roxlo a su Lugones
es el modo de plagiar.

Martín Fierro (¿JLB?)

3
Eduardo San Román
San Román, el oso aquel,
más pinchador que jeringa,
se casó con una gringa
que puede ser hija de él.
Si tiene hilo el carretel
lo sabe sólo el colchón,
porque cojudo o capón,
lo mismo que pingo viejo,
no le queda en el pellejo
más que el pedo y el envión.


4
A una señora
Señora Posse de Paz:
Si usted no cuida de atrás
el culo de su hija Marta,
se lo digo sin cumplido:
Puede que alguien se lo parta
si ya no se lo han partido.


5
Si Tor, el que es editor,
llega una hija a tener,
no podrá llamarla Ester,
porque sería Ester Tor.

Luis García

6
Fue Don Leopoldo Lugones
un escritor de cartel
que transformaba el papel
en enormes papelones.

Murió no se sabe cómo.
Esta hipótesis propuse:
“Fue aplastado bajo el lomo
de un diccionario Larrousse”

El Vizconde (¿de Lascano Tegui?)


1, 2, 5 y 6 Revista Martín Fierro
3 y 4 Ovillejos, Recopilados por Federico Racca, Babel Editorial, 2011, Córdoba.

Horacio Quiroga, retrato de Palomar, 1929.
"Joven virgen sodomizada por su propia castidad", Salvador Dalí.
.

viernes, 21 de octubre de 2011

Epitafios y Ovillejos - F. Racca

El escritor cordobés Federico Racca ha tenido la feliz idea de recopilar, y la Editorial Babel de publicar, Ovillejos. Un rescate de esa poesía satírica y humorística en la mejor tradición del filoso humor mediterráneo. Como ellos han pecado de pensamiento, palabra y obra al acometer esa tarea, La Pulpera espera que este robo descarado sea considerado pecado venial y, para disimular, le agrega otras “cositas” afanadas a la revista Martín Fierro.

A caballo entre la literatura y la política hubo grandes disputas entre nuestros escritores y sus grupos (Boedo y Florida por ejemplo), nucleados alrededor de diarios y revistas.
Entre las armas usadas para la contienda se destacan los EPITAFIOS y los OVILLEJOS.
Las dos son formas poéticas, en las que se satirizaba al adversario haciéndolo objeto de burlas o destacando sus defectos. En el primer tipo se destacó la revista Martín Fierro (1927) y el segundo tuvo su mayor difusión en el diario Los Principios de la ciudad de Córdoba (1960).
Más allá de algunos enojos y trompadas circunstanciales, en general la sangre no llegaba al río y, a veces, daban lugar a réplicas muy divertidas. En los afectados se mezclaban los magullones a la honra y a la autoestima con el orgullo y la notoriedad que el asunto generaba.

Vayan estos como muestra:
1
Aquí yace bien sepulto,
Capdevila en este osario.
Fue niño, joven y adulto,
pero nunca necesario.
Sus restos deben quemarse
para evitar desaciertos:
murió para presentarse
en un concurso de muertos.
R.M. (¿Ricardo Molinari?)

2
Debajo de este ciprés
purga Roberto Mariani
su esfuerzo por castellani
zar su estilo genovés.
H.C.(¿Héctor Castillo?)

3
Yunque, el de frente estrecha,
que en “Claridad” editaron,
murió por fin. Lo enterraron
“En el fondo a la derecha”.
H.C.

4
Bajo esta losa pesada,
libre de malos momentos,
tiene Gálvez su morada.
Sus versos no fueron nada,
sus novelas fueron cuentos.

El hijo de Héctor Castillo

5
Ovillejo y medio
Este negro es un batracio
HORACIO
a todo queso se pega
REGA
y en “Crítica” hiel cocina
MOLINA
Si acaso, como pollino
con sonsonete marica
rebuzna cuando le pica,
más bien descubre al zorrino:
cuando en prosa o verso orina.
HORACIO REGA MOLINA
Minerva(¿?)

6
Arturo Frondizi
Yo soy Arturo Primero
radical oportunista
demagogo y ensayista
de las masas heredero.
Mas no soy filibustero
sino caballero andante
que sobre mi Rocinante
voy cabalgando triunfal
porque he quedado al final
con una herencia vacante.



7
Guto Garzón (epitafio)
En este resumidero
descansa Guto Garzón:
de paso empeñó el cajón
y clavó al sepulturero.

8
Me has devuelto el libro aquel
MANUEL
con unas disculpas tales
GONZÁLEZ
que no “arreglan” y hacen barro
PIZARRO
Tu bonita carta agarro
y en público como a solas,
me la paso por las bolas…
MANUEL GONZÁLEZ PIZARRO


1 a 5 se publicaron en la Revista Martín Fierro.
6 a 8 tomados de:
Federico RACCA, compilador, Ovillejos, 2011, Babel Editorial, Córdoba – Rep. Argentina

Las ilustraciones son:
Tapa de Martin Fierro con Lugones por Fava.
Frondizi por REP , Miguel Repiso.
.

domingo, 16 de octubre de 2011

Para qué sirve un poeta - Humor

Isidoro Blaisten

Los fragmentos que siguen son del exquisito poeta y cuentista entrerriano Isidoro Blaisten (1933-2004). Puede parecer una herejía que estos recortes se agrupen en una sección humorística, tanto más siendo parte de Para qué sirve un poeta donde puso todo su amor por la poesía, pero La Pulpera cree que estaría completamente de acuerdo. No puedo pensar otra cosa de un escritor que hacía cuentos que pudieran “gustarle tanto a Barthes como a los muchachos del café de la esquina.”

Un millón de sandías
Pero además de concitar la magia, además de emitir “trinos feroces”, el poeta detenta la propiedad de soñar.
Resulta que dos negros estaban dormitando en las laderas del Mississipi.
Uno de los dos se desperezó, bostezó, suspiró y dijo:
-Cómo me gustaría tener un millón de sandías.
El otro negro preguntó:
-Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿me darías la mitad?
-¡No!
-¿No? ¿No me darías un cuarto?
-No, no te daría un cuarto.
-Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿no me darías diez sandías?
-No.
-¿No me darías ni siquiera una sandía? ¿A mí, que soy tu amigo?
-Mira, Sam, si tuviera un millón de sandías, no te daría una sola raja, una sola tajada de sandía.
-Pero, ¿por qué, Rostus?
-Porque eres demasiado perezoso para soñar por ti mismo.

Sexo y sufrimiento
Por más pobre que sea un poeta, siempre va a tener un millón de sandías. Veamos. Hace treinta años corrían los años cincuenta. El deseo sexual atenaceaba a los jóvenes. No se podían tener relaciones sexuales antes del matrimonio. En Córdoba, un muchacho invita a una chica al cine. La invita a ver La princesa que quería vivir. La oscuridad del cine es proclive a las caricias. El joven empieza un manoseo procaz, feliz, contumaz. Aprovecha el momento en que Audrey Hepburn mete la mano en la boca abierta de la cara de granito. La cuestión es que en el momento de máximo suspenso en medio del cine, con la pantalla en silencio, se oye un cachetazo. En el momento en que Gregory Peck aparece detrás de la fuente y la pantalla se ilumina, todo el cine se da vuelta. La luz de plata ilumina a la pareja. Entonces el joven se levanta indignado, se arregla la corbata y dice:
-¡Pa que aprendas!
Y busca la salida caminando despaciosamente sobre la alfombra.

De políticos y pedicuros
El poeta es un ser con íntima humildad.
No conozco ningún político, ningún crítico, ningún pedicuro que pueda escribir esto:
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo para mí todos los sueños del mundo.

Esto lo escribió Fernando Pessoa. También escribió un verso que dice: Sentir es estar distraído. Ahora bien, si el poeta es el sentidor por excelencia, ¿quiere decir que cualquier distraído que anda sintiendo por ahí es un poeta? No. Porque otro poeta que se llamaba Vladimir Maiacovski dijo que un poeta es cualquier hombre, pero cualquier hombre no es un poeta.


Isidoro Blaisten, Anticonferencias, Emecé, 1983.
Isidoro Blaisten, Antología personal, Ediciones Desde la Gente, 1997.
.

jueves, 13 de octubre de 2011

Histeria masculina y femenina

Esta zamba, de cuyo de cuyo autor no sé más que el nombre, es un muestrario de histeria masculina. Lo peor del caso es que la interpretaron varios grandes del folklore argentino: Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez y Jaime Torres, entre otros. Como siempre me ha gustado, me caben las generales de la ley.

NO QUIERO QUE TE VAYAS
Zamba de Agustín Amaya

No quiero que te vayas,
ni que te quedes,
ni que te vái con otro, vidita,
ni que me olvides. (bis)

Si las ingratitudes
fueran de aceite,
yo viviría manchado, vidita,
continuamente. (bis)

ESTRIBILLO
Vidita de mi vida,
por qué sois así,
tan alegre con otro, vidita,
triste para mi. (bis)

Cuatro nombres con erre
tiene mi amada,
Rosalía y Rosenda, vidita,
Rosa y Rosaura. (bis)

Vidita de mi vida,
tu amor me mata,
tu amor me pone preso, vidita,
tu amor me saca. (bis)

ESTRIBILLO
Vidita de mi .......


De la histeria femenina se ocupa la cordobesa, residente en México, Liliana Felipe en esta canción de su autoría. Lo hace de un modo directo, sin vueltas, menos histérico, podríamos decir. Ella misma la interpreta en este enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=MobDqnh86RY

LAS HISTÉRICAS - Liliana Felipe

Las histéricas somos lo máximo...
las histéricas somos lo máximo...
extraviadas, voyeristas, seductoras compulsivas,
finas divas arrojadas al diván de Freud.. y de Lacan.

¡Ay, Segismundo, cuanta vanidad!
Infantiloide malsano, el orgasmo clitoriano.
¡Ay, Segismundo, cuanta vaginalidad!
El orgasmo clitoriano, se te escapa de la mano.

¡Ay, Segismundo! De tan macho, ya no encajas.
No me digas que el placer es pura paja.

Por lo demás, correspondo a tus teorías:
estoy llena de manías, sueños, fobias y obsesiones;
sólo tu envidia del pene y el diván de tus eunucos
administra mis pulsiones compulsivas.

¡Cómo me duele este mundo, Segismundo!
La parálisis, la envidia, la neurosis nos gobierna...
¡Cómo me duelen los pobres, cómo jode la miseria!
Ora sí que lo de menos es la histeria.

Las histéricas somos lo máximo...
las histéricas somos lo máximo...
solidarias, fabulosas, planetarias, amorosas,
superegos moderados, cunnilingus para todas a placer.

¡Ay, Segismundo, cuanta vanidad!
Infantiloide malsano, el orgasmo clitoriano.
¡Ay, Segismundo, cuánta vaginalidad!
El orgasmo clitoriano, se te escapa de la mano.

¡Ay, Segismundo! De tan macho, ya no sé
si poner punto final o...ponerle “punto G”.


No quiero que te vayas por Los de Orán
http://www.youtube.com/watch?v=CcsTdnGeIIo
En la foto Liliana Felipe y Jesusa Rodriguez.
Tapa, 1991, Ediciones El Hábito.