Giovanni Bocaccio, La Fontaine y Gustave Flaubert
Continuando la serie del título, La Pulpera se las toma hoy con:
Jean de La Fontaine (1621-1695), poeta y novelista francés muy conocido por sus fábulas, uno de los mayores admiradores que tuvo G. Bocaccio. Tanto lo imitó que lo llamaron el segundo Bocaccio. Al menos veinte de sus Cuentos y Novelas en verso son transcripciones versificadas de la obra de su antecesor, a la que revitalizó y puso de nuevo a la luz, sin negar y hasta consignando la fuente.
No fue el único admirador del italiano, Lope de Vega (sí, el grande entre los grandes) tomó de allí el tema de, al menos, ocho de sus dramas. Y también Chaucer y hasta el mismo Goethe bebieron, sin asco, de la misma fuente.
Pero, como la cuestión es divertirse, no se trata de otra cosa que recordar acá al Decamerón, Jornada Segunda, novela 2.
La Jornada Segunda trata de los que, frente a grandes dificultades, han sido favorecidos, finalmente, por la buena suerte. Rinaldo de Asti sufre un asalto y el robo de todas sus pertenencias. Los malhechores lo dejan semidesnudo en el medio del camino y, para colmo, empieza a nevar. La situación es angustiosa pero llega a la casa de una viuda que lo acoge con un baño caliente, con ternura y…
La razón de la buena estrella de Rinaldo son sus oraciones a San Julián a quien, todas las mañanas, le pide que le dé buen albergue por la noche. Y la verdad es que el santo se porta de maravillas a juzgar por lo que le ocurre a Rinaldo.
Si quieren tener suerte, prueben con una oración al santo.
Si les interesa leer el episodio, hagan clic acá:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/bocca/deca02.htm
La versión de La Fontaine la pueden encontrar en la red, se llama La oración de San Julián y, como está en verso, resulta graciosa en su idioma original. Los que no tenemos manejo del francés nos debemos contentar con alguna traducción.
En La leyenda de San Julián, el hospitalario, Gustavo Flaubert narró con incomparable maestría la historia del santo, “casi según se la encuentra en un vitral de la iglesia de mi pueblo”. Se refiere a la Catedral de Ruán y la publicó en 1887 en forma de cuento.
Hay numerosas versiones del mismo tema y lo que está claro es la imposibilidad de hallar la verdad histórica. Sólo se trata de rastrear en los cuentos populares antiguos, mezclarlos a voluntad y construirse un santo a medida con temas que vienen desde miles de años atrás. Una de esas versiones es idéntica al mito de Edipo al que se ajusta a la perfección.
Marcel Schwob, al comentar La leyenda de San Julián el Hospitalario, reclamó para Flaubert la gloria “de haber sentido con tanta vivacidad que el poder de creación más vigoroso proviene de la oscura imaginación popular y que las obras maestras nacen de la colaboración de un genio con una estirpe anónima”.
Gustavo Flaubert, La leyenda de San Julián, el hospitalario, 1976, Buenos Aires, Torres Agüero Editor.
La leyenda de San Julián el hospitalario, traducción de Consuelo Bergés, acá:
http://isaiasgarde.myfil.es/get_file?path=/flaubert-gustave-la-leyenda-de.doc
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lunes, 21 de noviembre de 2011
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6 comentarios:
A mí que me gusta leer, me da pudor confesar que nunca hice foco en Boccaccio. Pero le voy a entrar dentro de poco a ese link, ahora cuando termine unos cuentos de Eduardo Holmberg que me son muy útiles para un emprendimiento.
Asimismo, buscaré la versión de La Fontaine, no soy santa de su devoción, pero haré el esfuerzo.
Gracias por toda la info. Cada vez que paso por acá, se acrecienta la lista de futuros libros pa comprar. A que va a porcentaje con alguna librería...
Me despido, Pulpero. Hasta la próxima.
(¡Ah que lindo Holmberg!)
Agrego la película "El Decameron" de P.P. Pasolini a la lista. No me atrevo a recomendar a viva voz todas sus películas, pero está si.
Me parece que comienzo con la lectura de Flaubert, culpa de Schwob que lo vende tan bien, será otro día porque ya es tarde.
Abrazo y gracias por estas asociaciones.
Me divierte que te diviertas buscando "quien le copia a quien".
Parece que no hay nada nuevo bajo el sol ,por eso, no me divierten las palabras del tal Schwob .Material hay de sobra, pero ¡cual es el santo al que si le rezo todas las mañanas me otorga el talento???
Estela Getino:
No te hagas el menor problema. Tampoco te va a dar vuelta Bocaccio, pero alguna de esas historias (son 100), cada tanto, te pueden sacar una sonrisa.
Gracias por el cambio de figuritas, por mi parte visitaré a ese E. Holmberg.
cr:
¡Bingo! Ahora, con estas dos recomendaciones, Holmberg es fija.
Y en cuanto a la peli de Pasolini, también a la lista. Gracias.
Marinarrosa:
Estoy cerca de olvidarme de las copias y empezar a disfrutar con los copiones. Con los buenos copiones, como uno que, presumo, es su admirado.
Un abrazo
Pulpero, acá dejo un link al más famoso (creo) cuento de Holmberg. Tal vez sea de interés para La Pulpera y sus seguidores:
http://axxon.com.ar/rev/162/c-162cuento14.htm
Estela y cr:
¡Grande Holmberg! ¡Qué extraordinario!
Un concentrado del siglo XIX que tiene de todo, desde E.T.A.Hoffman hasta La guerra de los mundos, pasando por Frankestein.
Y encima, argentino. Hasta hoy su nombre no era, para mí, más que una calle de las que dejó Cacciatore a medio terminar.
Gracias de nuevo.
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