jueves, 24 de noviembre de 2011

Decálogo del aspirante a escritor

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Con todo respeto
por Osvaldo Gallone

Esbozo para un decálogo del aspirante a escritor
1º - Comprenda que la mera confección de un decálogo es poco menos que una humorada: ¿por qué no doce, o cinco, u ocho, o veinte ítems? Crasa arbitrariedad, supersticiosa fe en los números redondos o divisibles por dos.

2º - Lea la Correspondencia de Gustave Flaubert; Contra Sainte-Beuve de Marcel Proust; Un arte espectral de Norman Mailer y la entrevista realizada por Jean Stein a William Faulkner en 1956 y publicada por The Paris Review. Luego de ello, es probable que comprenda en toda su magnitud el valor de la disciplina, el sentido del empecinamiento y la absoluta inutilidad de los talleres literarios.

3º - Escriba y corrija, escriba y corrija, escriba y corrija, repita el proceso hasta el agotamiento, y recuerde que cuando uno no puede más, siempre puede un poco más.

4º - Lea cualquier reportaje a Ricardo Piglia, lea cualquier reportaje a Federico Andahazi, lea cualquier reportaje a César Aira (los tres nombres son impersonales, intercambiables, simbólicos; reemplácelos por los que desée). Advertirá, luego de ello, que la notoriedad no neutraliza la idiotez; la notoriedad es, simplemente, notoriedad.

5º - Recuerde que, realmente, Cervantes escribió la primera parte del Quijote en la cárcel, gran parte de la Comedia humana de Balzac fue escrita para levantar deudas, Dostoievsky escribía con los acreedores pisándole los talones. Moraleja: no sea patético, no diga que hoy no escribió porque tuvo un problema técnico en la notebook; para decirlo en términos políticamente incorrectos y sexistas: no sea maricón.

6º - Lea a los clásicos pretéritos y contemporáneos, especialmente en lengua castellana, vale decir: Cervantes, Quevedo, Lope, García Márquez, Juan Marsé, Marco Denevi, Vargas Llosa, Borges, por nombrar sólo a algunos. Existen, por lo menos, dos razones para ello: una, la invocada alguna vez por Onetti —la lectura de los clásicos neutraliza deslumbramientos posteriores (y, generalmente, vanos)—; dos: se aprende a escribir leyendo.

7º - Lea la poesía de todo el Siglo de Oro español. No hay cosa más desdichada que un escritor sordo. La poesía del Siglo de Oro enseña la música de las palabras, y si hay una práctica que se emparenta con la escritura es la música.

8º - Es probable que un escritor se constituya y se trame a sí mismo en el transcurso de los días malos, aquéllos en los que nada sale. Si aun en esos días avanza una línea, reemplaza un adjetivo o corrige un párrafo, va por buen camino. Trate de ser un obsesivo a tiempo completo; una buena página es el fruto de una larga paciencia.

9º - Si uno escribe, resulta irremediable que, por lo mismo, forme parte integrante del ambiente literario. Pero trate de no frecuentarlo. No hay ambiente —el de los escritores, el de los arquitectos, el del espectáculo o el de los psicoanalistas— que resista un primer plano.
No debe haber cosa más indigente que una reunión de escritores.

10º - Es probable, sólo probable, que Argentina sea "un país de mierda" incrustado en un continente periférico e insular. Pero no olvide que aquí y desde aquí se forjó y se difundió la obra de Borges, Cortázar, Octavio Paz, Felisberto Hernández, Horacio Quiroga o Roberto Arlt (la lista, por cierto, no se agota con estos nombres, pero basta con ellos). La mediocridad, la carencia de rigor o la inclinación al abandono son características personales que nada o muy poco tienen que ver con el ámbito social.

Esbozo para un decálogo del aspirante a escritor se publicó originalmente en Evaristo Cultural, Nº 7 (Revista virtual que pueden leer en la red). Se reproduce con autorización del autor.

La viñeta superior es de Fernando Vicente y se llama "Escritores"
Abajo una foto de una de las primeras "cartas" y de su "sobre". Tablas de arcilla con escritura encontrada en Turquía central, luego envuelta en otra para asegurarse que nadie hiciera modificaciones y correcciones al envío.
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15 comentarios:

andal13 dijo...

Impecable.
Y la culpa de los decálogos pa' mí que es de Moisés (capaz que los mandamientos eran 100, pero él consideró que eran demasiado pesadas las tablas...)


Buscate en el blog de Ro, "El cristal con que se mira", los decálogos que hicimos algunos (des)ilustres blogueros.

Fernando Terreno dijo...

andal13:
Estuve viendo los decálogos en lo de Ro. Todo muy interesante.
El tuyo es tan parecido a este que parece que se hubieran puesto de acuerdo.
La otra cosa que resalta al leer esas cosas es que me parece que eramos más creativos o que escribíamos mejor antes que ahora.
Un abrazo.

andal13 dijo...

¡Jajaja! Andá, si yo no soy escritora.

Sí, ni que hablar... es que yo pienso que en esto de los blogs, la retroalimentación es fundamental.

Marossa dijo...

Con todo respeto por Osvaldo Gallone a quien no he tenido el gusto de leer, creo que no hay decálogo que valga si no se ha nacido con "el don",el genio o como quiera llamárselo.Si éste no existe, no servirá de nada todo el sudor de la frente ni todas las lecturas del mundo.
Aunque no estoy de acuerdo con la manía de hacer decálogos por parte de los escritores,yo le agregaría el 11. "Conócete a ti mismo: si sientes que escribir es tu vocación y tu destino hazlo,contra viento y marea, sin esperar nada, ni siquiera que te lean".
También `pienso que admirar demasiado a los grandes escritores produce un efecto contrario al que dice Gallone,una especie de pequeñez total que cualquier escrito propio se ve bastante ridículo:D

Fernando Terreno dijo...

andal13:
Dibujante, Sus tareas, Docente... ¡abajo los títulos y las etiquetas!

Marinarrosa:
También sus afirmaciones están codificadas. "Lo que natura no da, Salamanca no presta", "Al que nace barrigón, es al ñudo que lo fajen", "Al mal cantor hasta los bigotes le estorban", "Aunque se vista de seda, la mona, mona queda". Pero también el Gran Góngora nos ha dejado "Ándeme yo caliente y ríase la gente", con lo que ya completamos la media docena, que no será un decálogo, pero alcanza para hacer una tortilla.

Un abrazo.

Marossa dijo...

Y el que nacio para pito no llega a corneta.
A usted no se le le puede esconder nada.Todas esas expresiones de la sabiduria popular fue los primero que se me vino a la cabeza antes de antes de comentar con tanto glamour.
Asi que, como me vesti de seda pero sigo siendo muy mona, me atrevo a preguntarle quien es Gallone.Mas claro aun ,escribe tan bien como para hacer decalogos?
Perdone no solo mi ignorancia respecto a las personalidades argentinas sino mi escaso dominio de una nueva PC que me impide poner tildes:)

Unknown dijo...

El calor, yo le echo la culpa al calor.
Son graciosos estos decálogos en general, hay que saber leer y reirse.
Hay uno de Bolaño: "12 consejos para escribir buenos cuentos" (http://tallerliterariogg.blogspot.com/2009/06/12-consejos-para-escribir-buenos.html)

Bien no escribo pero al menos siempre le caigo acá con algo.

¡Un beso!

Fernando Terreno dijo...

Marinarrosa:
Gallone es un periodista y escritor argentino. No creo que esté en condiciones de escribir decálogos. Por suerte, como usted verá, sólo se trata de un "esbozo". Qué se le va a hacer, peor es leer Marcos Aguinis o apretarse el dedo con la puerta (en ese orden).

cr:
Muy divertida la docena de Bolaño, y con mucho humor, que no todos tienen.

Un abrazo a ambas.
Por separado les estoy enviando un cuento de ese tal Gallone que se publicó en "Eñe" del 5 de noviembre de 2011.
El que desee me lo hace saber y se lo mando.

Estela Getino dijo...

Muy entretenido el decálogo de Gallone. También la lista de Bolaño. Son también muy buenos consejos para quien quiera perfeccionarse en la ardua tarea de ser un buen lector. Todos sabemos que a estas recomendaciones nadie les da bola. Para mí que escribir, escribe quien tiene pluma. Y publicar, parafraseando a Godard, publica el que conserva la moral (aunque en realidad, esto último también sea una broma). Abrazo a La Pulpera.

Fernando Terreno dijo...

Estela Getino:
Muy acertado don Godard.
Un abrazo

América dijo...

Fernado me quedo con "No hay cosa más desdichada que un escritor sordo." El oficio de escritor no es tan romántico como muchos piensan.
Por supuesto la viñeta de Fernando Vicente "Escritores" es espectacular y forma parte de esa generosa colección que posees.
La foto de una de las primeras "cartas" y de su "sobre",no deja de ser curiosa,sobre todo por la intención de asegurarse que nadie hiciera modificaciones y correcciones al envío, más que por el contenido.
Un abrazo.

Fernando Terreno dijo...

América:
La foto de la "carta turca", en realidad entiendo que corresponde a una especie de primitivo remito que acompañaba un envío de mercaderías. Pero que es muy linda, no hay quién lo niegue.
¿Te imaginás un novio reclamando: "quemá esas cartas donde yo he grabado..."?
Un abrazo

Fernando Terreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando Terreno dijo...

A pedido de una lectora, les pongo la lista (incompleta) de los escritores que están en la viñeta de F. Vicente.
Fila de arriba de izq. a derecha: M. Amis (¿?), J. Le Clezio, Fernando Vallejo, desconozco y Mario Vargas Llosa.
Fila del medio: J. M. Coetzee, John Berger, R. Bolaño, Elfriede Jelinek y Juan Villoro.
Fila de abajo: G. García Márquez y Emily Dickinson. Si alguien identifica al faltante, se agradecerá el aviso.
Cordialmente.

Anónimo dijo...

Muy interesada en el tema de los famosos decálogos, me encontré en el blog de un escritor colombiano, una recopilación crítica de ellos:
http://www.emiliorestrepo.blogspot.com/p/decalogos-ajenos.html
Vale la pena echarles un vistazo