domingo, 13 de noviembre de 2011

Tuberculosis - turismo y literatura

Hasta que Robert Koch descubrió en 1882 el agente que la causaba, y Calmette y Guerin desarrollaron la vacuna BCG en 1921, los frutos del combate contra la tuberculosis, desde el punto de vista de la medicina, fueron escasos. Por el contrario, dejaron una huella indeleble en el turismo y en la literatura que se prolongó hasta finales del siglo XX.
Lejos de estar erradicada, la enfermedad está asociada a la pobreza, el hacinamiento y el SIDA pero en el origen de la actual onda epidémica, los comienzos de la revolución industrial en Europa, no respetaba clases sociales y era una enfermedad transversal.
La padecieron Bèquer, Dumas, Kafka, Chejov y Katherine Mansfield, entre otros muchos colegas, por lo que se la llamaba la “enfermedad de los poetas”.

Para que la entrada no resulte un bajón, antes de abandonarla aquí mismo, sugiero ver este video de Nacha Guevara cantando “Vals del minuto” de otro tísico famoso: F. Chopin.
http://www.youtube.com/watch?v=4iNWicR4SL8

Turismo y salud
La búsqueda de los lugares más adecuados para el tratamiento de la enfermedad dio lugar al desarrollo de zonas elegidas por su clima y ubicación entre las que nos centraremos en dos: Badenweiler en la Selva Negra alemana y Cosquín en las Sierras de Córdoba – Argentina.
Badenweiler está cerca del punto donde se juntan Alemania, Francia y Suiza. Ya los romanos habían construido allí unos baños termales en honor a la diosa Diana además de plantar las primeras viñas en la zona. A finales del XIX, concurrían a descansar al balneario personas acaudaladas o pacientes en busca del tratamiento milagroso que ofrecían muchos sanatorios y médicos especialistas en enfermedades que iban desde leves hipocondrías hasta infecciosas graves como la tuberculosis.
Allí murió Chejov en 1904 en el hotel Sommer, asistido por el doctor Schwöhrer. En el mismo sanatorio había muerto cuatro años antes Stephen Crane, el escritor norteamericano, poco antes de cumplir 29.
El filósofo Martin Heidegger estuvo una temporada en Badenweiler en 1946, tratándose de una afección nerviosa en la clínica Haus-Baden que dependía del arzobispado.
Es curiosa la progresión de esos hoteles de lujo, que luego pasan a ser hoteles-sanatorios y luego, al avanzar los conocimientos de la enfermedad, pasan a ser lugares de confinamiento para mantener en cuarentena a los enfermos. Más tarde los mismos municipios buscan sacarse el estigma de encima porque la persistencia de esos sanatorios para confinar enfermos con infecciosas atenta contra el desarrollo del turismo.
Algo similar pasó con nuestra localidad de Cosquín en las Sierras de Córdoba, en cuyas cercanías se construyó en 1900 el Sanatorio Santa María al que concurrían los pacientes en busca del aire puro del Valle de Punilla. Al principio era privado y para gente pudiente, pero a partir de su nacionalización en 1915 empezó a recibir enfermos de todo el país. Los que no conseguían plazas allí se ubicaban como podían en conventillos o pensiones de la zona. Del año 1950 en adelante, la penicilina, la estreptomicina y otros específicos acortaron los tratamientos e hicieron innecesarias las internaciones. Esto sumado a las vacaciones anuales pagas y a las colonias sindicales, que para esa misma época se establecieron en la zona, le dieron su actual perfil netamente turístico.

Recuerdos literarios
Raymond Carver escribió Tres rosas amarillas, cuento en que recrea la muerte de Chejov y sus últimos momentos en el sanatorio de Badenweiler.
Juan Carlos, el protagonista de Boquitas pintadas de Manuel Puig muere de tuberculosis en Cosquín y la noticia le llega a su antigua novia Nené. Casada y con dos hijos intenta la reconstrucción de su historia que ha quedado registrada en unas cartas que intercambiaron hace mucho tiempo, a las que quiere recuperar a través de nuevas cartas que escribe a la madre. Todo en el escenario de un pueblo del interior de la Argentina de 1930. La novela fue llevada al cine por Leopoldo Torre Nilsson en 1974 y muestra un relato completo de la vida pueblerina y de todas las pasiones y represiones que podamos imaginar.
La novela La montaña mágica de Thomas Mann aborda la enfermedad en profundidad relatando los hechos ocurridos en un sanatorio.
Hay muchas más, pero las señaladas además de ser muy interesantes nos permiten tomar contacto con un aspecto poco habitual del tema de la enfermedad en general y lo que hacemos con ella.
Damos por terminada acá la lista, pero en los enlaces adjuntos hay un material excelente para ampliar lo que pudiera interesarles.

Turismo y salud en el Valle de Punilla, Prof. N. Huber
http://www.forbox.com/huber/turismoYsalud.htm
DIEGO ARBÚS, Ciudad impura, Editorial Edhasa, reseña aquí:
http://www.ceemi-unr.com.ar/test/numero4/pdf/Resenia%20Carbonetti.pdf
ADRIÁN CARBONETTI, La tuberculosis en la literatura argentina (otros escritores con obra sobre el tema):
http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0104-59702000000400001&script=sci_arttext
Sobre la tuberculosis:
http://www.pulevasalud.com/ps/subcategoria.jsp?ID_CATEGORIA=2473&ABRIR_SECCION=747
Las estancias de Heidegger en Badenweiler acá:
http://www.ldiogenes.buap.mx/revistas/16/7.pdf

15 comentarios:

andal13 dijo...

No puedo dejar de citar "Pabellón de reposo", de Camilo José Cela. ¡Cof, cof!
Interesantísimo vínculo el de la tuberculosis y la literatura; también lo hay entre la sífilis y el arte en general.

Me voy a ver el video de la Nacha.

andal13 dijo...

Nada que ver, pero ¿viste "De dioses y hombres"? Interesantísima película, de esas para pensar largo y tendido.

Marinarrosa dijo...

Fernando:
usted va en camino de convertirse en el James Burke del mundo bloggero.La Pulpera me recuerda la excelente serie de la BBC "Connections",ya que siempre hace unas "relaciones" muy interesantes.

Recuerdo "Los Adioses" de Onetti.El escritor dijo que era uno de sus preferidos.Leyendo aca,el dato del nombre del sanatorio (Santa Maria)se me ocurre pensar que el escritor podria haberse inspirado para darle el mismo nombre al pueblo de sus novelas.Si a nadie se le ha ocurrido,ni siquiera a Onetti concientemente, patento la idea:D

Fernando Terreno dijo...

andal13:
Qué bueno lo de la novela de Cela. Al final trataré de hacer una lista para agregar.
En cuanto a la sífilis, esa sí que era "transversal".
A la película no la vi, pero ya la anoto...

Marinarrosa:
El de Onetti, que no conozco, a la lista. Santa María queda registrado a tu nombre.
Con el admirado "Relaciones" me trajiste un lindo recuerdo. ¡Qué manera de sacarle la ficha a uno!
Debo mi formación histórica (¡¿?!) a "Érase una vez el hombre" y a "Relaciones" (cosa que no recordaba) esta manía de mezclar todo. No quiero hacer referencia a "El tesoro de la juventud"... o a la Enciclopedia Tecnirama... para no deschavarme tan mayorcito.

Un abrazo

Marinarrosa dijo...

Fernando:
acepto el tuteo de alguien que ha descubierto rapidamente mi hobby de "sacar fichas".
Como no has escrito tu perfil en el blog, adivino que eres cordobes,de profesion carpintero(inspirado en la Bauhaus), que ha dedicado su tiempo libre fuera de la carpinteria a leer enciclopedias.
Una linda historia de vida,sencilla , con ansias de saber.
Internet ha borrado el tema de la edad. Todo lo que citaste como fuente de tu cultura autodidacta ya esta en blogs, you tube y otros sitios.Yo era casi una niña y miraba en la tele por alla por el 79 ambas series y mi abuela me prestaba El tesoro de la juventud.
No pienso decir mi edad pero ya no cumplire los 40 ,edad a la que segun conocido escritor argentino, ya tenemos la cabeza de Jano, una cara mirando el pasado y la otra el futuro.

Fernando Terreno dijo...

Marinarrosa:
Gracias por aceptar el tuteo, pero ojito que sin haberte catalogado totalmente, yo también voy deduciendo tus cosas...
No seré Auguste Dupin pero también uso el método del policial clásico y toda palabra que escribas será considerada.
Por ahora, me gustó eso de: "ya no cumppliré cuarenta", y estoy analizando lo de Jano...
Un abrazo

Unknown dijo...

Es muy interesante el libro de Susan Sontag "La enfermedad y sus metáforas". Hace una comparación entre el imaginario social de la tuberculosis y el del cáncer.
La primera, una enfermedad ligada al romanticismo y a un espíritu creativo. Ser tuberculoso parece estaba bien visto en el s XIX.
Por el contrario el cáncer se representa como algo que debe ocultarse, algo más horroroso.

Posteriormente escribió el SIDA y sus metáforas.

Recomiendo.

¡Un abrazo!

Fernando Terreno dijo...

cr:
Qué buenos datos. Gracias por la recomendación - la tendré en cuenta- que siempre facilita acercarse a libros y autores. Y viniendo de vos recuerdo que escribió también un ensayo sobre la fotografía que, me imagino, tendrás visto y repasado. ¿También lo recomendás?
Un abrazo

Unknown dijo...

También lo recomiendo, lo tengo visto, repasado y ahora perdido. No puedo recordar a quien se lo presté, que no me lo devolvió.

marinarrosa dijo...

Gracias a cr. me puse a releer "La enfermedad y sus metáforas" y "El sida y sus metáforas" de Susan Sontag que los tengo en un solo volumen. Como dice la contratapa: "imprescindibles para entender de qué modo nuestra época se defiende de lo que le resulta hostil e inexplicable. Y más allá de ello esto textos apasionados constituyen también comentarios rigurosos y penetrantes acerca de la ideología y los mitos de las sociedades desarrolladas"

Trataré de conseguir el libro sobre fotografía.

JOAQUIN DOLDAN dijo...

muy buenas recomendaciones
gracias

Fernando Terreno dijo...

Joaquín Doldán:
Estuve vichando Las letras y los ojos y veo que las elecciones inminentes (y la situación general) se cuela voluntaria e involuntariamente. Y hoy, lo he escuchado a Rajoy haciéndose el distraído y lo hace muy bien...
Saludos cordiales.

Susana Peiró dijo...

¡La Pulpera! Delicado assemblage de temas con ese toque tan propio del autor.
Y mencionaste Córdoba...mucho más de una vez volverás al terruño, a propósito de estos temas y "otros" siempre interesantes. (Me dio también por recordar a "El Paraíso", en La Cumbre y Manucho, quien hasta lo que sé, no tuvo tuberculosis. Pero el lugar es famoso para la curación del reumatismo, asmas y otros males)

Buen trabajo Fer! Un abrazo!

Fernando Terreno dijo...

Susana:
Gracias por las nostalgias cordobesas (Córdoba siempre de temporada, ja, ja.).
Me gustó eso del assemblage, aunque, a veces, esto se parece más a la mortadela o a la morcilla: son ricas, pero si pensaramos en los ingredientes...
Un abrazo.

Monica dijo...

yo estoy de paso en un hotel en buenos aires no habia escuchado nunca un caso de tuberculosis