jueves, 6 de mayo de 2010

Rubén Darío: el primer Kirchnerista


















Rubén Darío: el primer Kirchnerista

El gran poeta nicaragüense Ruben Darío fue, al mismo tiempo que diplomático de su país, colaborador del diario La Nación de Buenos Aires durante largos años. Ya vimos en una entrada anterior que escribió, por encargo del diario, su Canto a la Argentina, por el cual fue remunerado “con magnificencia”: diez mil francos de aquella época. El monto era superior a la suma de todos los derechos de autor cobrados por Darío por sus libros.

Cumpliendo las mismas funciones escribió en 1906 una Oda a Mitre con motivo del fallecimiento de su empleador y como uno de los homenajes en la ocasión. En ella, además de exaltar y glorificar a Don Bartolomé, también se dio lugar para encomiar y ensalzar al ex-Presidente Néstor Kirchner.
En un nuevo ejemplo de la capacidad de anticipación de los clásicos, el poeta, como si hubiera intuido que algún día se iba a apagar la estrella de nuestras distintas corrientes de opresión*, se la jugó y le puso unas fichas al Compañero Néstor. A las pruebas me remito, de modo que acá va, textual, el fragmento de Don Rubén:

Y luego, en tus horas de Néstor argentino,
sintiendo en ti la fuerza que las edades doma,
te acompañaba el soplo del rudo Gibelino**
y Flacco*** te traía sus músicas de Roma.


Adivino en ustedes cierta incredulidad y que me achaquen un exceso en la
interpretación de los versos, pero la continuación no deja lugar a dudas:

Supiste que en el mundo los odios, la mentira,
los celos, las crueles insidias, los espantos,
se esfuman ante el alma celeste de la Lira
que puebla el universo de estrellas y de cantos.



No me digan si no hay allí una alusión directa a los Inmorales Solá, Grondonas, Gelbluns, Bergoglios y sus mandantes, asustados ante la Ley de Servicios Audiovisuales, mientras esta disipa y esfuma la bruma con que intentan encubrir sus intereses y suprimir nuestro derecho a acceder a múltiples fuentes de información.
¡Grande Rubén! La verdad, no te tenía ahí, mas bien te suponía en otra. ¡Bienvenido!


*La frase fue pronunciada por Pino Solanas en esta entrevista:
http://www.youtube.com/watch?v=weUCppYdWyk&feature=player_embedded
En el video, de poco más de 1 minuto y pico, Fino Solanas diatriba contra los blogueros y se manda un lapsus imperdible:
“La verdad que el modelo y el paradigma que tenemos de una televisión y una radio pública, al servicio del conjunto de la sociedad, RESPETANDO A LAS DIVERSAS CORRIENTES DE OPRESIÓN… la verdad estamos lejos. Acá estamos mucho más que a una manipulación fascistoide disfrazada de progresismo.”
El subconciente del Pino/Fino la tiene clara.

**Referencia indudable a los fuertes vientos de Río Gallegos y la patagonia.
***Los Flacos estos eran una familia romana de poetas y grandes juristas. Uno de ellos, Granio Flacco, contemporáneo de César (no de mi cuñado, sino de César el Emperador de Roma) habla de leges regiae.
En modo poético, Darío está diciendo: -Flaco, es una Regia Ley.

La ilustración es de Claudio Medrano García, artista nicaragüense.

4 comentarios:

FLACA dijo...

¡¡¡Brillante!!!...Admiro tus hallazgos.Rubén era un adelantado a su época. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola, Fernando. No sólo es brillante el amigo Rubén Darío, sino que Solanas es cada vez más opaco y menos amigo. Creo eso fue lo que más me quedó haciendo ruido de la nota.
¿Alguien puede explicar qué kerosene se puede beber para ser funcional a la Unión Democrática del siglo XXI?
Un abrazo.
Jorge Aloy

JLBorgia dijo...

No entiendo nada de política argentina pero se me ocurrió que Homero se anticipó a Darío y que la madre de K debe haber leído la Ilíada.
Como el Pepe anda empeñado en tener buenas relaciones con los K yo copio esto:

"Los sitiadores de Troya sentían por él una gran veneración. En su juventud se distinguió en la guerra contra los arcadios y los eleos, así como en la de los lapitas y los centauros. Néstor es en la Ilíada y la Odisea el prototipo del anciano experimentado, prudente y comprensivo, cuyo consejo es tan decisivo en la guerra como las armas. Él convenció a Aquiles para que se uniese a la expedición contra Troya; él fue quien consiguió reconciliar al rencoroso Aquiles con Agamenón; él recibió la visita de Telémaco; él dijo, en cuanto vio la deslumbrante belleza de Elena, que comprendía que hubiese dado lugar a aquella cruel guerra".
Feliz bicentenario

Fernando Terreno dijo...

Flaca:
Tus palabras me hacen ruborizar (¿o Ruberizar?).
Jorge:
Debe ser algún virus (puede ser el treponema garcun) que anda por Congreso, porque ha atacado a varios...
JLBorgia:
¡Homero! A ése debí haber parodiado. Gracias por el dato.
Dicho sea de paso, espero que les tire un poco de letra a los griegos actuales, que necesitarán varios Aquiles, Ulises y Dianas para afrontar a los cuervos que les están cayendo encima.

Gracias por venir.