viernes, 1 de abril de 2011
El sexo y la Coca-Cola
¿El tamaño importa?
El tamaño del pene ha terminado por ser una preocupación para los hombres y un motivo de curiosidad o inquietud para las mujeres. Así se desprende de la proliferación de artículos y referencias al tema en revistas y medios periodísticos en general.
Quien quiera averiguar las respuestas a sus interrogantes tiene muchas fuentes para consultar y cotejar los resultados con su propia experiencia, aunque nadie está libre de la manipulación a la que “el mercado y los medios” lo someten en nombre de la cultura.
Muchos adolescentes varones con trastornos en su sexualidad muestran en la consulta el origen de su “problema”: creen tener penes demasiado pequeños porque los comparan con fotos porno retocadas con photoshop o con actores muy dotados.
Lo mismo vale para las mujeres. Muchas chicas que tienen senos y colas adecuados a su edad o contextura se sienten disminuidas al compararse con estrellas con generosos retoques siliconados.
Cuando la Coca-Cola se presentó al público argentino en 1942, la botella tenía menos de 185 cm3 y a los usuarios les costaba terminarla. A medida que se fue consolidando en el mercado, el contenido del envase individual sufrió un aumento gradual y paulatino. Así, pasó a tener 200, 225, 250, 275, 330 y 355 cm3, con una tendencia casi siempre creciente. Se impuso un fuerte cambio cultural a los consumidores modificando viejas costumbres de nuestra alimentación. En la actualidad, el tamaño ha seguido agrandándose, al punto que los nuevos envases individuales tienen 500 y 600 cm3. ¡Tres veces más que aquel que no podíamos acabar hace 70 años!
Quizá esto nos ayude a responder a la pregunta inicial: ¿el tamaño importa?
Sí, importa, al menos en parte. Porque el tamaño no es una cualidad abstracta sino que está referido, en nuestro imaginario, como un hecho cultural, a los valores que el “mercado” le adosa para poder vendernos lo que le resulte lucrativo. Los únicos genitales que no tienen tamaño son los de los Ángeles y los del Espíritu Santo, pero esos no importan porque a ellos no se les puede vender nada.
Ahí está la relación entre el sexo y la coca-cola. El deseo sexual es tan natural como la sed, pero los tamaños y las cantidades que necesitamos para satisfacerlos no tienen nada que ver con su utilización comercial por compañías que nos convirtieron en “sus mercados”.
Podemos saciar la sed con agua, coca-cola u otra bebida, mientras lo hagamos en cantidades adecuadas y cuidemos que los efectos colaterales no nos enfermen. No todo va mejor con Coca-Cola, lo que es bueno para las finanzas de la compañía no es igualmente bueno ni para nuestra salud, ni para una alimentación equilibrada, ni siquiera para la ecología del planeta.
Algo parecido pasa con nuestra sexualidad, no se trata de encontrar el repuesto adecuado, de tal o cual tamaño, para una máquina. Lo que hagamos para alcanzar y satisfacer nuestros deseos sexuales depende de cada uno y es válido en tanto sea bueno para los involucrados. Educación e información pueden ser un antídoto contra la manipulación mercantil de nuestras necesidades y ayudar a que cada persona pueda encontrar la plenitud en su propia y natural individualidad.
La viñeta es de Alberto Montt.
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7 comentarios:
o soy un ángel o soy una de cada diez personas que piensan que el tamaño sólo sirve para vender o "venderse".
El vivo vive del bobo y el bobo de su trabajo así que conmigo la propaganda de la Coca y de las clínicas de "beshesa" no tienen mucho éxito.Hasta ahora, me ha ido bien.
Respecto al sexo, estoy de acuerdo, si todos elevaran la autoestima y la imaginación, muchos negocios quebrarían:)
¿te enteraste que el secreto de la fórmula de la Coca ya no es secreto? Para mí que la tenían los templarios y alguien cantó en la hoguera:)
Esteeee...
Bué, no sé.
Pero me dio como cosa este tema que eligió Fernando.
No sé, debe ser porque es un tema especialmente sensible para mí.
Lo de la Coca Cola digo.
Lo otro digamos que ya no es un tema.
Hay una edad en la que no deberíamos hablar de ciertas cosas.
No nos queda bien.
Lo de la Coca Cola digo.
Ahora que decís de la botella de 600 c.c., yo tengo un amigo que...
Marple:
Un ángel, seguramente.
Santi:
A cierta edad, el problema no es el tamaño sino recordar dónde dejamos la botella.
Un abrazo a ambos
Se publicó un mapa con la ubicación geográfica de los penes y otro de los senos según sus tamaños:
http://www.targetmap.com/viewer.aspx?reportId=3073
http://www.targetmap.com/viewer.aspx?reportId=5285
El mapa de los tamaños de las botellas de Coca-Cola no lo encontré aún.
andal13:
¡Eso se llama promover el turismo!
¿Vos viste? Y acá piensan atraer turistas con el eslogan "Uruguay natural". ¡Andáaaaaaaaa!
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