Hoy cocinan G. García Márquez y Alejo Carpentier (con una receta de William Shakespeare).
1
“… la hija de un general
romano a quien arrancan la lengua y cortan las dos manos después de violarla,
acabando todo con un banquete donde el padre ofendido, manco a seguidas de un
hachazo dado por el amante de su mujer, disfrazado de cocinero, hace comer a
una Reina de Godos un pastel relleno con la carne de sus dos hijos –sangrados
poco antes, como cochinos en vísperas de boda aldeana…–”Concierto barroco, Alejo Carpentier.
Unos amigos mantienen una charla distendida sobre las novedades en el mundo del arte, luego de una borrachera. Uno de ellos comenta el éxito que tiene en Inglaterra un drama basado en “…un moro, enamorado de la hija de un senador veneciano…” –en alusión a Otello–. Otro, continuando el tema, cuenta partes de El rey Lear y resume Tito Andrónico en ese párrafo conciso, bello y revulsivo.
Cualquier queja por el exceso, enviarla a William Shakespeare, Teatro del Globo, Londres.
2
“…eran las doce, pero el
general Rodrigo de Aguilar no llegaba, alguien trató de levantarse, por favor,
dijo, él lo petrificó con la mirada mortal de que nadie se mueva, nadie
respire, nadie viva sin mi permiso hasta que terminaron de sonar las doce, y
entonces se abrieron las cortinas, y entró el egregio general Rodrigo de
Aguilar en bandeja de plata puesto cuan largo fue sobre una guarnición de
coliflores y laureles, macerado en especias, dorado al horno, aderezado con el
uniforme de cinco almendras de oro de las ocasiones solemnes y las presillas
del valor sin límites en la manga del medio brazo, catorce libras de medallas
en el pecho y una ramita de perejil en la boca, listo para ser servido en
banquete de compañeros por los destazadores oficiales ante la petrificación de
horror de los invitados que presenciamos sin respirar la exquisita ceremonia
del descuartizamiento y el reparto, y cuando hubo en cada plato una ración
igual de ministro de la defensa con relleno de piñones y hierbas de olor, él
dio la orden de empezar, buen provecho señores.”
El
otoño del patriarca, Gabriel García
Márquez.
El patriarca castiga con severidad la traición de su hombre de confianza y ministro, el general Rodrigo de Aguilar, que encabezó un golpe militar con la complicidad y apoyo del embajador Norton de -ustedes ya se imaginan a qué países puede representar-, y demuestra como se “encarna” el poder. Y, cómo se trata a los conjurados.
Amigos lectores: si bien La Pulpera
se enorgullece de contar con los chefs que cocinaron hoy deja
constancia de que estos platos barrocos son un poco pesados por lo que sólo se
utilizarán para decoración o escarmiento de morosos y farabutes.
Aconsejamos pues, pedir los platos del día que son nuestras
tradicionales carnes al asador y hortalizas a la parrilla o ensalada mixta,
para los vegetarianos.
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