domingo, 1 de octubre de 2017

Marco Polo - Italo Calvino

Ciudades invisibles y complicadas


Cuando Marco Polo contó sus viajes -donde trajo por primera vez noticias de China, Japón y Mongolia- creó un nuevo género literario e inspiró  numerosas continuaciones, entre ellas La ciudades invisibles de Italo Calvino. Había nacido en Korčula, una ciudad fundada en la Edad Media bajo el dominio de Venecia.
La ciudades invisibles es una serie de relatos cortos donde Marco Polo le describe a Kubalai Kan –descendiente del Gengis Kan, Emperador de los Tártaros/Mongoles– la organización y la forma de las ciudades que ha visitado como su embajador.
Con los informes de Marco Polo, Kubalai Kan intenta entender qué son las ciudades, por qué tienen esa forma, qué principios rigen su diseño. La tarea no es menor y desata muchas reflexiones.

Lo mismo podríamos preguntarnos nosotros: ¿Qué es la ciudad hoy? ¿Qué intentaron ser o fueron? ¿Son una oposición entre vida nómade y sedentaria? ¿Una consecuencia de la transformación de la vida rural? ¿Cómo surgieron las megalópolis? ¿Por qué la ciudad está en crisis?
Las dificultades y contradicciones para entender el tema están  implícitas en los orígenes y la historia de la palabra misma, otro ejemplo de la dualidad de las palabras que nos vienen del indo-europeo y que significan tanto una cosa como su contrario.

En las lenguas eslavas ciudad se dice Grad (Gorod en ruso). Novi Grad, Stari Grad, Stalingrad, Novgorod, Volgograd son típicos ejemplos.
Grad viene del latín Gradus, que significa paso, escalón, peldaño (en italiano escalones se dice gradini). Y aparece lógico, porque las ciudades se construyeron alrededor de fortalezas y castillos o en lugares escarpados que necesitaban muchas escaleras para el acceso.
De aquí también deriva la palabra progreso, un concepto asociado a mejoras y a bienestar (de gradus, el verbo gradior, gressus, progreso, ingreso, entrada.)

Hasta acá todo va para adelante y arriba, pero sucede que gradus viene de la partícula indoeuropea grad que significa marcha lenta, por oposición a la partícula kur que significa marcha rápida. De kur derivan cursar y carrera (de allí viene que tomamos un “curso” para hacer una “carrera” universitaria o lo que sea.)
De modo que en el origen de ciudad, que es un asentamiento sedentario donde nuestros ancestros dejaron de deambular como nómades, está la palabra que denotaba caminar, marchar, ir hacia adelante.
¿Cómo no van a ser difíciles de entender las ciudades si la palabra significa caminar y quedarse parado a la vez?

¿En qué quedamos, caminamos o nos quedamos parados acá y fundamos una ciudad?
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2 comentarios:

juan pascualero dijo...

Las ciudades alejan a los seres humanos de la naturaleza(o lo que es lo mismo de su propia identidad).

Fernando Terreno dijo...

Juan:
¡Qué gusto tenerte por acá!
Viene el tiempo lindo así que espero que ya estés sacándole el polvo a la Hoplias.
Y que nos veamos allá o acá.
Abz. y slds.