viernes, 18 de septiembre de 2020

Con el mismo cuento 59 - Umberto Eco - hijos de Tato Bores


Frammenti (Fragmentos), 1959, cuento de Umberto Eco, (1932-2016).

El misterio de la Argentina, 1992/1999, sainetes televisivos, de Tato Bores, (1927-1996)

 

La relación entre las obras reunidas hoy la escuché por primera vez al periodista y escritor argentino Guillermo Piro en un ciclo del Istituto Italiano di Cultura Buenos Aires. A él corresponde los méritos que hubiera; míos son los deméritos y las opiniones finales relativas al asunto.

 

El argumento del cuento de Eco es el siguiente: un arqueólogo descubre restos de un antiguo país –Italia– y de su civilización, presuntamente desaparecido a causa de una explosión nuclear ocurrida en 1980. Ante un Congreso Intergaláctico, varios siglos después, en el año 1780 dE (–después de la Explosión–), expone sus hipótesis y descubrimientos. Esto da lugar a desopilantes muestras de humor absurdo: por ejemplo encuentra restos de una caja de jabón de lavar donde apenas se puede leer: “OMO, más blanco que el blanco” y deduce que es una contracción de Uomo= hombre y que se trata de un medicamento para un experimento racista. La exposición continúa y se transforma en una deliciosa serie de malentendidos, cada cual más divertido, que son un muestra del mejor humor, del sarcasmo y la ironía del autor.



El libreto televisivo es este: “Corre el año 2492, cuando el arqueólogo alemán Helmut Strasse dedica su atención al estudio de un país por entonces hace largo tiempo desaparecido (*por la aplicación de ciertos planes económicos) : Argentina. Strasse era un personaje de ficción encarnado, en 1992, por Tato Bores (nunca tan extrañado como hoy en materia de talento, de agudeza, de valores). Cada vez más, la revisión de aquellos videos impulsa a pensar si se trataba de humor o simple anticipación. Lo de Tato era arte, y el arte, cuando lo es, mira siempre más allá de lo evidente, de lo obvio y de su presente. Acaso el artista, a través de su personaje (un pretexto) veía lo inevitable.” (Fuente www.perfil.com).

(*Las bastardillas son mías.)

La síntesis del libreto la tomé de un artículo de Sergio Sinay en el diario Perfil, que continúa así: “Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas…comparta la URL/ mencione la fuente.”

 

Hay demasiada similitud entre los textos y las situaciones como para pensar en que los libretistas/productores (se menciona a los hermanos Borensztein en la emisión post morten de 1999) desconocieran el texto original.

En esta serie “Con el mismo cuento…” hemos visto muchas dignas reescrituras de otras obras, hemos dicho también con humor que, cuando no se menciona al autor del original, la diferencia entre el plagio y la intertextualidad está dada por nuestra amistad con el autor del texto posterior.

Hoy, ante esta muestra tan flagrante, me parece interesante agregar otra diferencia: si el texto copiado no tiene fines de lucro, es un simple PLAGIO; si se lucra con él es un: ROBO.



El cuento de U. Eco se puede ver/escuchar aquí, en italiano con subtítulos, en una magnífica interpretación de Daniele Bruno:

https://www.youtube.com/watch?v=yAi1MtPbhKs&ab_channel=IstitutoItalianodiCulturaBuenosAires

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