sábado, 23 de octubre de 2021

Miradas

Los retratos que estas líneas acompañan son obra de Lorenzo Lolo Amengual y han sido hechos especialmente, lo que es un orgullo para La Pulpera. El de Tycho hace referencia a su amistad con el trago que lo ponía medio nebuloso pero no le impidió ver una de las últimas nebulosas aparecidas por nuestro vecindario sideral.




 

Vichar cosas secretas o desconocidas tiene un sabor especial (aunque en ese momento dejen de serlo). Ayuda a pensar cuándo nos hicimos mirones y qué tipo de mirones terminamos siendo. ¿Qué cosas nos da miedo mirar y cuáles nos proporcionan ese anhelado placer de saber... vaya a saber qué?

Dejando temas personales para otras entradas, me da miedo mirar el fondo negro del espacio, ese que aparece en las fotos que saca el telescopio Hubble.  Su temperatura es de 269 ºC bajo cero, es decir lo separan sólo 4º del cero absoluto. Así terminará todo cuando se apague el último sol (tranquiliza saber que no alcanzaré a presenciarlo).

Y me da gran placer leer una página bien escrita y observar que los modelos físicos que otros han hecho, funcionan. Mis héroes son los que miraron el cielo y sacaron sus propias conclusiones, los astrónomos de todos los tiempos y, en especial, aquellos que, con coraje sin igual, sostuvieron ideas sobre lo que veían más allá de lo que les decían que “debían” observar.





Copérnico, Aristarco, Tolomeo y todos sus antecesores, que llegaron a la teoría heliocéntrica viendo el cielo a ojo desnudo me dejan mudos de admiración. Algo debe haber habido en la Universidad de Bolonia (donde se formó Copérnico) para que tantas maravillas convergieran y salieran de allí.

De los que usaron instrumentos para sus observaciones tomaré como ejemplos a Galileo, Tycho Brahe y Cassini, que hallaron lo que hallaron mirando en instalaciones y aparatos que tuve la suerte de conocer. Su sencillez es aterradora frente a los resultados que obtuvieron. Y las alegrías que deben haber tenido no fueron menores que las penurias causadas por el sostenimiento de sus ideas.

Y un párrafo aparte para todos los astrónomos aficionados que mirando desde lugares tan insólitos como palomares o terrazas, con los instrumentos que tenían a mano encontraron desde la duración de los días en Marte hasta cometas y mediciones del tiempo para poner a punto relojes y novedades de los almanaques.


 


Según Amengual deben titularse:

Tycho descubre la nebulosa de la cerveza

San Galileo Mártir

Cassini el viejo

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1 comentario:

Silvia dijo...

Lindísima conjunción de textos e imágenes en homenaje a hombres que mirando el cielo nos explicaron algo de la Tierra. Gracias Fernando y Lolo!!!!