No tengo ni la menor idea. Siendo, como es, un camino lleno de desilusiones… y alegrías.
Empecemos por las primeras: el autor del libro del título, Jared Diamond, es un biólogo, ornitólogo y divulgador científico norteamericano. (A esta altura, la mitad de los lectores huye, con justa razón. )
La obra analiza aspectos inusuales de nuestra sexualidad, puntualizando aquellos que nos distinguen entre los animales, en especial entre los mamíferos. (Otra buena parte lo hace en este momento. Los comprendo y disculpo. )
El tipo escribe en forma muy amena, sin dejar el rigor, para abordar un tema que nos preocupa. A lo largo de 7 capítulos recorre: ¿Para qué sirven los hombres?, La batalla de los sexos o La expansión de las mamas de las mujeres.
En el capítulo 2 explica las pulsiones biológicas que llevan a los machos a la poligamia como una estrategia para mejorar las chances reproductivas de la especie. (Aquí aumenta la atención de los pocos varones que quedan… leyendo, a la vez que cunde el desánimo entre las féminas.)
Pero resulta que las hembras también tienen el mandato de cumplir sus sueños reproductivos con éxito y, para eso, nada mejor que asegurarse que la visita del plomero coincida con un viaje de negocios del titular… ( ¿Vieron que para ustedes también hay cosas interesantes?)
¿Cuernos? No, nada de eso. Se trata de algo así como poliginia y poliandria. Quédense tranquilos muchachos.
El capítulo 7 es uno de los más interesantes y a la vez enigmáticos. Allí dice : “El desmesurado tamaño del pene humano excede los meros requerimientos funcionales…” y refuerza el concepto “su longitud fue limitada en la evolución por las dificultades de encajarlo en la vagina de una mujer.” Aunque leo y releo estos párrafos sin comprenderlos, no dejan de producirme cierta satisfacción… (Modestamente, como decía Gassman en Il sorpaso. No se vayan chicas, las estadísticas son mentirosas. Es la jactancia de los antropólogos…)
Considera a la ovulación oculta y a la menopausia como los rasgos distintivos de la hembra humana. Mientras las de otras especies andan mostrando "las partes" durante el celo y emitiendo signos para sus posibles compañeros sexuales nuestras congéneres aseguran de esta manera la práctica casi continua y también la recreativa del sexo, además les permite la selección de los padres posibles y la preservación de los hijos. (No pretendan que les cuente acá las razones, que se llevan los capítulos 4 y 6 casi completos. ¿Diganmé, picaronas, si en el fondo no lo sabían desde antes de leerlo acá?)
Si lo que en realidad ustedes buscaban es un par de nuevas posiciones para practicar antes de que acabe la primavera, les sugiero comprar una versión del Kamasutra y un frasco de cualquier ungüento con salicilato. Si, por el contrario, sus intereses son otros y están por darse al placer solitario o acompañado de la lectura acá van los datos del libro y un enlace por si no lo consiguen en la librería.
Jared Diamond, ¿Por qué es divertido el sexo? , 1999, Editorial Debate, 92 pág.
http://74.53.109.2/~dwcom/bajar/biblioteca/Diamond,%20Jared%20-%20Por%20Que%20Es%20Divertido%20El%20Sexo.doc
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sábado, 6 de noviembre de 2010
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7 comentarios:
Estimado amigo:
Sus esfuerzos por terminar con este ilustre blog son admirables.
La mera mención de los tamaños píticos en esta entrada provocó la huída de las comentaristas habituales, que no han dejado su huella ni siquiera en las caricaturas cubanas.
Una vez tuve la mala idea de decirle que tenía usted que "soltarse" más en el blog. Se nota que llevó mi consejo hasta las últimas consecuencias.
Ya sé, la próxima entrada será un link a redtube.com. je je.
Ah!! En lo personal le digo que el sexo me ha resultado muchas cosas pero nunca divertido. Debo ser un pelotudo. Para mí divertirse es en el sentido militar. Despistar al enemigo. Divertir es hacer mirar para otro lado. Yo con el sexo siempre miré para este lado, bien adentro, y a veces, no me gustó lo que vi. O me asustó. O me aburrió. O me hizo perder la cabeza. O entrar en trance. Pero nunca me divirtió.
Che. ¿Cuánto tiene que medir según las estadísticas? Me quedé preocupado...
No se preocupe Santiago, he leído en otro blog a una dama que asegura que más importante que el arma es la puntería del tirador.
Además recuerde el proverbio que dice: "Todos los vientos son buenos para los buenos navegantes".
Despreocúpese. Lo suyo, con seguridad, está arriba de la media (no del calcetín...).
Fernando:
el título del libro creo que está mejor en francés.
Por supuesto ya lo encontré y lo leí.
Por un lado creo que Jared Dumond te podría contratar para publicitar el libro :)
Por otro lado, entendí que la clave de todo es que las crías de los hombres deben ser cuidadas por mucho más tiempo que las de los animales.
Te pregunto, porque lo leí medio por arriba:
¿ese hecho es el que provoca el mayor desarrollo del cerebro humano o el cerebro se desarrolla más por este tipo de largos cuidados a los hijos?
El autor, ¿contesta esta pregunta? o ¿todo el mundo la sabe y yo no la sé?
PD)Lo que más me hizo gracia fue eso de "picaronas" dirigido a las distinguidas ladies comentaristas de este blog:)
Creo que te hice mal la pregunta.
Tendré que leer más.
Lo que se me plantea (por ignorancia) es si tiene algo que ver ese largo `período en que los hijos dependen de los padres para sobrevivir con el desarrollo del cerebro.
Marple:
Agregaré otra desilusión: no sé responder a tu pregunta.
Entre las pocas cosas que tengo claras está el hecho de que no somos la única especie que tiene sexo mas allá de fines exclusivamente reproductivos entre las 4500 especies de mamíferos (los delfines y una especie de chimpncés también, entre otros).
Y me pareció muy interesante el asunto de la ovulación oculta. Sorprende que distintas especies animales tengan dos estrategias diferentes con el mismo fin: asegurar la reproducción. Mientras las perras andan mostrando la vulva y dando otras señales de que están en celo, las hembras humanas no saben ni ellas (¿o sí?) cuándo ovulan, dando lugar a una estrategia mucho más sutil e interesante... (de allí lo de picaronas).
Ya que estamos, y si el tema interesa, me permito recomendar un libro: "La píldora, los chimpancés pigmeos y el caballo de Degas", cuyo autor Carl Djerassi es el inventor de la píldora y a quien tuve el placer de escuchar un rato en una conferencia que dio en Marzo.
jajajajaja!!!!!! ayyyyy querido amigo me ha hecho reír,sin duda el sexo crea un importante vinculo afectivo de por vida con la pareja(bueno eso dicen los estudiosos del tema,)aun cuando los devaneos parecen estar asociados a preservar la especie,lo cierto es que es divertido...Claro que lo es el placer radica en el cerebro...
ajaja lo dejamos hasta aquí que me lio jajaja....
Besos!
América:
qué bueno que te hizo reir. Una prueba más que el sexo es divertido para todos, menos para los ginecólogos. Me refiero a ese chiste que dice:
-¿Dónde trabaja usted?
-Yo trabajo donde los otros se divierten (el ginecólogo).
Un abrazo
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