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El marido, de 80 años, le comunica a su esposa de 78 que se ha enamorado de otra mujer y, por lo tanto, que se quiere divorciar. La esposa le responde que no hay problemas, pero le pregunta un poco más sobre el asunto. Así se entera, entre otras cosas, que la novia tiene 20 años y esto la deja pensando.
-Está bien, - le dice y agrega-, te veo tan contento que cuando cumpla mis 80 años voy a hacer lo mismo: yo también me voy a buscar uno de 20. ¡Y me va a ir mucho mejor que a vos!
-¿Qué te hace pensar eso?
-Es una cuestión matemática.
-¿Qué tienen que ver las matemáticas con el amor?
-¡Cómo qué tienen que ver! Está clarito.
-Yo no lo veo tan claro.
- Mira te lo voy a explicar. 80 no entra ni a palos en 20, en cambio 20… ¡entra varias veces en 80!
2
-Doctor, lo consulto porque últimamente tengo dificultades para llegar al tercero.
El gerontólogo, asombrado, le dice que lo raro sería que no las tuviera y trata de calmar la ansiedad de su paciente:
-Pero Don Juan, a sus 84 años está hecho un pibe, pero no es para andar haciéndose el loco.
El hombre insiste:
-Para el primero no tengo problemas, el segundo ya se me hace muy cuesta arriba. Y para el tercero, no le digo nada…
-Pero Don Juan, a sus 84. ¿Me quiere decir cuál es la razón para querer llegar al tercero?
-¡Es que vivo ahí, doctor!
La viñeta es de Aberto Montt.
La cubierta es de un libro del humorista español Gila, pero los cuentos no han sido robados ahí. No recuerdo dónde.
sábado, 12 de marzo de 2011
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5 comentarios:
Fernando:
corajuda la viejita!!!
Moraleja del segundo:
antes de envejecer piensa en apto con ascensor o en casita con jardín
abrazos.
Por eso mismo, de la casa de una sola planta* no me mueve nadie.
*Un helecho, concretamente.
Marple y andal13:
Iba a ponerles algo, pero no me puedo acordar qué era...
Tampoco sé si podré enviarles esto, porque no recuerdo la clave ni dónde la dejé anotada.
En fin, basta la salud.
A los cuentitos de la 3ª Edad, les faltó el tercero! Ajá...también Vos como Don Juan, con problemas con el tercero! Uuuuh, qué mal, voy al próximo…
¡Muy bueno!
El problema con las cordobesas y las cuyanas es que uno la deja picando frente al arco... y te comés una goleada.
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