Atrevida
La corbeta con que el Capitán Alejandro Malaspina zarpó en 1789 del puerto de Cádiz al frente de una expedición para dar la vuelta al mundo haciendo investigaciones de todo tipo. Fue la mayor aventura científica de la historia de España. Iba al frente de una tripulación insólita, una especie de “corte de los milagros”, compuesta desde científicos de primera línea hasta buscavidas de la última. Lo acompañaba otra corbeta gemela, llamada Descubierta.
El mismo nombre tiene una goleta
(Schooner) brasileña -"A mais elegante jóia da Guanabara"- que nació en 1923
en el astillero de los talentosos hermanos John y Nathaniel Herresoff:
Herreshoff Co. en Bristol, Rhode Island, Estados Unidos. Originalmente la
bautizaron Wildfire pero cambió su
nombre, cuando la adquirió y trajo a Brasil, Jorge B. de Matos allá por 1950.
Esta
belleza tiene 33m de eslora, más de 6 de manga y pesa 82 toneladas. En el 2004 fue reciclada a nuevo en Santos y
por estos días, fines del 2012, ha venido a Buenos Aires para que le instalen
nuevos mástiles y dejar deslumbrados con su elegancia a los que tienen la
suerte de mirarla.
Nimrod
Nombre
del barco con la que el explorador irlandés Ernest Shackleton realizó su viaje a la Antártida de 1907, con el
objetivo de alcanzar ambos Polos Sur, el Polo Sur magnético y el Polo Sur geográfico.
Un grupo de cuatro exploradores, con Shackleton a la cabeza, llegó en medio de grandes dificultades, a 97 millas del objetivo y tuvo que retornar sin alcanzarlo. Lo lograría años después el noruego Roald Amundsen.
El nombre, viene del hebreo antigüo y significa “Seré Rebelde” o “Cazador poderoso”.
Nimrod fue el primer rey posterior al diluvio en los pagos de Babilonia (su nombre aparece en el cap. 10 del Génesis). Fue el fundador de Babel. Parece que se fue convirtiendo en poderoso, déspota, estadista y desafió el poder del mismo Dios quien, muy ofuscado con él, le armó el zafarrancho ese de la mezcla de lenguas que provocó su fracaso.
En resumen, quizá fue uno de los primeros líderes que registra la historia humana, con todas nuestras grandezas y nuestras miserias.
Endurance
Así se
llamaba el otro fantástico barco con el que el mismo Ernest Shackleton realizó su viaje de exploración antártica de 1914
a 1917 y que naufragó, atrapado entre los hielos, en octubre de 1915.El nombre significa fortaleza, resistencia, aguante, duración y... supervivencia.
Justamente eso es lo que lograron los 28 miembros de la expedición, que consiguieron retornar salvos luego de 3 años, de haber derivado cientos de kilómetros sobre una placa de hielo y que Sir Enest con otros 5 compañeros hiciera 800 millas a vela, entre isla Elefante y las Georgias del Sur, en una ballenera sin cabina, en busca de un barco de rescate.
Sobre esta epopeya hay un libro extraordinario, de Caroline Alexander, que incluye el registro fotográfico que realizó Frank Hurley, miembro de la expedición: Atrapados en el hielo.
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