lunes, 18 de febrero de 2013

Clases de literatura por 2 $ - Novela ómnibus, río, océano


Como alumno aplicado y ansioso que soy, esta vez me quise anticipar a las clases del profesor Osvaldo Gallone –que trato de resumirles en estas entradas– y salí en busca del material que, suponía, mejor iba con lo que desde el título se nos adelantaba.
Acopié cuanta novela tuviera un mar, un río o algo similar en el encabezado; pero el resultado fue una frustración más, ya que la cosa no tiene relación –al menos directa – con el hecho de que el título incluya esas benditas palabras.
Como casi todas las grandes novelas (desde la Odisea en adelante) incluían el tema del “viaje” deduje  –erróneamente– que de ahí vendría el adjetivo ómnibus (que en la Argentina llamamos colectivo), pero les adelanto que no es así. No tiene nada que ver con eso, ni tampoco con el tamaño de la obra (por la posibilidad de que fueran las aptas para leer en ese medio de transporte).
Para colmo había escuchado al escritor Marcelo Cohen decir: “El río es más narrativo que el mar. Por esta razón inventé el Delta Panorámico como lugar para mis cuentos”. Eso me terminó de confundir porque si había, para mí, un lugar infinito, ese era el océano. 

Si no entendí mal, la cosa parece que es más o menos así:
La novela océano es aquella que abarca la totalidad de las expresiones y fantasías humanas desde sus orígenes hasta el fin de los tiempos. Son novelas que mientras hablan de un tema vertebran otro; mientras nos van hablando de “eso”, los lectores las podemos extender a “lo otro” o a “todo”. Precisamente ómnibus viene del griego y quiere decir para todos.
En ese sentido, la Biblia podría considerarse una de las emblemáticas pero, para no ser tildado de sacrílego, tomemos como ejemplo a Cien años de soledad (que al fin y al cabo es una versión chévere de aquella).
Sintetizando, las novelas ómnibus/océano serían aquellas con una visión totalizadora y de eterno retorno de la aventura de sus protagonistas y las obsesiones humanas.

La novela río narra las relaciones encadenadas de personajes que van mostrando los cambios que suceden con el paso del tiempo, como cuando íbamos al cine a ver las series en episodios que terminaban con un: “continuará”. Cuando esa ligazón es por lazos familiares la llamamos saga, cuando los lazos son sociales o de otro orden, la obra –aunque sea en unidades independientes– forma un conjunto homogéneo por donde fluye la historia, como un río (en francés se usa la expresión nouvelle fleuve y en inglés river novel). Ejemplos típicos serían Los gozos y las sombras de Torrente Ballester y La comedia humana de H. de Balzac.

Al final todo parece muy simple, pero a mí me ha quedado una pila de libros y cuentos que ni les digo, entre ellos:
Ómnibus, cuento de Bestiario, de Julio Cortázar, que sucede en el colectivo 168 que pasa a dos cuadras de mi casa y se puede leer en este enlace:                                       
http://www.literatura.us/cortazar/omnibus.html
El río de las congojas, de Libertad Demitrópulos
El río sin orillas, de Juan José Saer
Río Sacramento, de Oscar Lewis
Sombras sobre el Hudson, de Isaac Bashevis Singer
El Don apacible, de Mihail Sholojov
Moby Dick, de Herman Melville
Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain
Océano, de Alberto Vázquez Figueroa
Océano mar, de Alessandro Baricco


La foto de arriba es de Jane y Louise Wilson, de su serie "viejas habitaciones".
Desconozco al autor del afiche con Groucho Marx.
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Fernando, el 168 del cuento de Cortazar no pude ser el actual (en sus 2 ramales) lo mas cerca que pasa a esa altura de AV San Martin es a 20 cuadras. El mas cercano es el 169.
En Rayuela Oliveira se da unos paseitos por las cercanias de puente de Av.San Martin y en ese barrio tan lindo y parisino que esta antes de cruzar el puente, a la izquierda, yendo al centro hay una calle Julio Cortazar ya que el mismo vivio alli justo frente a la casa del Chula Claussi, un fueye de los mejores que siguió tocando y muy bien casi hasta los 100 años.
Como de costumbre originales y muy laburados tus escritos. Muchas gracias
No estaria faltando El viejo y el mar en la lista?

Fernando Terreno dijo...

Anónimo:
Empiezo por el final: El viejo y el mar TIENE que estar allí.
Me admiro y me readmiro de sus conocimientos de Cortázar que, nada es gratis, lo deschavan en cuestiones de edad... Para colmo, si mal no recuerdo, está muy próximo su cumpleaños.
Gracias y felicitaciones.

Anónimo dijo...

No el nacimiento, lo que estuvo cerca fue la fecha de su muerte, hace unos dias.Su cumple seria por agosto, creo.
Un fallita tenemos cualquiera, luego de semejate laburo creo que no es necesario poner TIENE.Gracias

Fernando Terreno dijo...

No me refería al de Julio Florencio...

Anónimo dijo...

El espiritu de JC viene a desafiarnos
luego del último comentario creo que vamos a necesitar un tablero de direccion al estilo de el de Rayuela.
Si no te referis a JC, lo haces en referencia a Ernst. ¿O el juego es aun mas complejo?

Fernando Terreno dijo...

Anónimo:
No es que sea más complejo sino que mi Alzheimer...
Propongo cerrar el juego acá para no hacerlo interminable.

Anónimo dijo...

OK AL, OK...dijo el personaje de John Ford.
Saludos