miércoles, 1 de enero de 2014

Nombres de barcos -9-

Hoy toca hablar de algunos barcos que hicieron historia.

Real
Así se llamaba la galera que comandó Don Juan de Austria en la batalla de Lepanto.
Con 150 toneladas, 55 m de eslora, 6 de manga y menos de 400 tripulantes incluyendo a los 150 remeros, era la mayor de su época. Lujosamente adornada, con fanales dorados y unos escasos cañones y culebrinas, era ayudada durante el combate por otras embarcaciones menores que colaboraban en las maniobras. Después la pelea era hombre a hombre y mediante el abordaje de las naves enemigas.


Sultana
La galera que comandaba el jefe de la flota otomana, el Almirante Alí Pachá, vencido y muerto en el combate. La Real la trajo remolcada, como trofeo, al puerto de Mesina después de la batalla y poco después se hundieron las dos a causa de los daños sufridos en el combate.

En Lepanto murieron unos 30000 hombres, se enfrentaron 400 embarcaciones por bando, alguna de las cuales se hicieron famosas por diversas circunstancias. Entre estas, la galera Marquesa, conocida porque en ella combatió (y perdió la movilidad de su mano izquierda) Don Miguel de Cervantes.
Una circunstancia graciosa la da el hecho que, en el bando la Santa Liga, combatieron más de diez embarcaciones que tenían el mismo nombre: Capitana.  Uno de los trabajos más arduos que tuvo Don Juan de Austria, -¡que sólo tenía 25 años!-, fue alinear a tantas ciudades, condotieros, arzobispos (el Papa Pío V incluido) y otros reyezuelos bajo su mando y hacerles aceptar su liderazgo. Esto demoró más de dos meses la partida de la flota del puerto de Mesina.

Volviendo a las Capitanas, el asunto se zanjó llamándolas “la Capitana de fulano”, es decir reemplazando el fulano por el nombre de cada miembro importante de la Liga. Así hubo una Capitana de Venecia, otra de Malta, otra del Papa, otra del Príncipe Urbino, otra del Príncipe de Parma, etc., etc. Una de ellas, la Capitana de Colonna aparece al final de la novela Bomarzo, de Manuel Mujica Láinez, en el curso de una muy interesante narración ficcional de los aprestos y de la batalla misma.


Kruzenshtern
El buque escuela de la Armada de la Federación Rusa es un velero de 114 m de eslora, 14 m de manga y 4 mástiles. Lleva 220 tripulantes incluyendo sus 150 aprendices.
Lo curioso  es que, aunque pertenece a la Armada, lo patrocinan el Ministerio de Agricultura y la Academia de la Flota Pesquera del Báltico, por lo que funciona como colegio para jóvenes que aprenden, fundamentalmente, las artes de la pesca.
Construido como barco escuela en Alemania, en 1926, pasó a dominio ruso luego de la Segunda Guerra Mundial, cambiando su nombre original, Padua, por el actual, en honor del primer ruso en circunnavegar el globo: el Almirante Adam Johann von Krusenstern (1770-1846). Es uno de los veleros (tall-ships) más grandes que quedan en la actualidad.
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