miércoles, 2 de abril de 2014

Con el mismo cuento 19 – Hawthorne y Stephen King


El diablo en persona
Si se pagaran “derechos de inspiración” sus herederos serían ricos. Si cada uno de sus “admiradores” le tuviera que hacer una ceremonia de homenaje, sus restos no tendrían el merecido descanso. Nathaniel Hawthorne (1804-1864) es, sin dudas, uno de los escritores más recreados por sus colegas.
Hoy reunimos dos cuentos de temática similar:

            El joven Goodman Brown, 1837, Nathaniel Hawthorne.
            El hombre del traje negro, 1995, Stephen King.


El primero, considerado uno de los mejores de la narrativa estadounidense, retrata el lado oscuro de la sociedad puritana y la falsedad oculta en los mecanismos represivos. Va más allá al señalar la relación directa de la religión, la fé y el concepto de pecado -como “veneno inagotable” y “fuente de todas las artes perversas”, mayor “a cualquier poder humano”-, con la hipocresía de las personas y la sociedad formada sobre esas bases.
Pertenece al libro Cuentos dos veces contados (Twice-Told Tales) que, con traducción de Eduardo Goligorsky y prólogo de Elvio Gandolfo, publicó El cuenco de plata en 2013. Fíjense en el título y díganme si el autor no se adelantaba a los acontecimientos (esta serie seguirá con otros casos…)


El segundo, es una imitación/homenaje algo exacerbada, por el que en 1995 le dieron a su autor el World Fantasy Award  y que en 2002 integró a su libro de cuentos Todo es eventual: 14 relatos oscuros. King (1947), cuyas novelas Carrie (1974) y El resplandor (1977) fueron llevadas al cine y le dieron gran prestigio, es un autor muy sólido, tiene una obra muy grande especialmente destacada en el género de terror y lo fantástico. Su libro Mientras escribo, en el que relata cómo trabaja los textos y algunos de sus trucos literarios, es muy interesante.

Ambos son cortos, 8 y 11 páginas A4 respectivamente. Como siempre, vale la pena leerlos y sacar las propias conclusiones (las comparaciones no serán consideradas odiosas en el ámbito de La Pulpera).
El mérito de señalar las relaciones entre ambos cuentos corresponde a Elvio Gandolfo, al menos yo lo tomé de su prólogo al libro de Hawthorne, ediciones El cuenco de plata.

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2 comentarios:

Marossa dijo...

Fernando:
Lo extraño y oscuro es que Sthephen King haya tenido necesidad de publicar esa "imitación/homenaje exacerbada" después del éxito obtenido con sus novelas de terror desde 1974,pero mucho más extraño es alguien decidiera darle un premio por ese cuentito tan parecido al NH.
Creo que ha llegado el momento de que nos pongamos a escribir, porque si de homenajes exacerbados se trata, yo me animo.

Leí las primeras novelas de S.King cuando el autor era una novedad. Una de las conclusiones que saqué y que es puramente personal, es que este hombre conoce muy bien los pueblos chicos. Dar ejemplos sería muy largo para un comentario.
Sobre el valor literario de las mismas, le atribuyen al mismísimo Stephen: "Mis libros son el equivalente literario a un Big Mac con una gran ración de patatas fritas" ¿Cóoomo dijo?jajaja me comí como cinco, pero era más joven y sana.

Espero ansiosa más ejemplos de cuentos dos, o tres, o cuatro veces contados:)

Larga vida a La Pulpera!

Fernando Terreno dijo...

Marrosa:
Ahora no me venga con críticas a S.K. Es uno de los autores a los que USTED me azuzó para que leyera.
Coincido en que el cuento es flojo, pero le diré que mucha crítica (·$%&/()=?¿*) lo ha considerado excelente y por eso le deben haber dado el premio. Ahora, también es cierto que el hombre escribe muy bien. Pueden gustarnos o no sus temas, su estilo o lo que sea (todo eso es cuestión de gustos) pero el tipo escribe bien, mantiene un interés permanente por parte del lector y sabe del oficio una barbaridad. El tipo es muy lector, y de los buenos, y eso se nota.

De todos modos y por la búsqueda de nuevos cuentos con "parentesco" abandonaré aquí mismo a don King.
Gracias por los deseos.