jueves, 2 de abril de 2009

3 Sangrías 3 (¡se acaba!)

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3 -Sangrías de vino

Ingredientes:
1 litro de vino tinto, ni muy muy, ni tan tan.
4 cucharadas de azúcar colmadas
1 naranja en jugo y otra en rodajas
1 limón en jugo y otro en rodajas
3 duraznos pelados cortados en trozos grandes
1 manzana pelada cortada en trozos pequeños

Mezclar el vino y el jugo con el azúcar hasta que esté bien disuelto.
Agregar la fruta en trozos, meter en la heladera y esperar .
Cuando ya no aguanten más, ponerle hielo en cubitos para que se enfríe en serio y agregarle algunas rodajas de naranja y limón. Las otras usarlas para decorar los vasos al servir.
Si en lugar de vino tinto se usa algún blanco, el resultado es algo más finoli y se llama clericó.

Se aceptan todo tipo de críticas y diatribas por el burdo destino propuesto para esa noble bebida llamada vino tinto. Este uso prosaico sólo está justificado si hace mucho calor y las “chichises” se muestran algo tímidas.
Un vez vuelta la normalidad, no volver a cometer el sacrilegio de deshonrar al tinto. En caso de reincidencia, será considerado pecado venial y se arregla con dos padrenuestros.
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6 comentarios:

FLACA dijo...

¡¡¡MMMMMMM!!!...

FLACA dijo...

Nunca habrá caído en mejor momento que hoy en mi vida la frase que me dijiste de Bernard Shaw. Hoy está muy difícil soportar las tentaciones. En realidad, anduvo todo el día dándome vuelta en la cabeza la idea de si valdría la pena tanto arrojo heroico y para qué. De todas formas, aguanté y por hoy paso de la sangría y de todas las comidas deliciosas que se me pasaron por la cabeza, y espero que sea hasta el verano. Tu post no sólo me trajo el recuerdo de esa bebida y de su sabor, sino de ratos inolvidables pasados en un boliche de Montevideo llamado "Anticuario"(que no sé si existe todavía),donde además de tomar una sangría exiquisita se pasaban unos ratos maravillosos charlando con amigos. Un abrazo. Y gracias el aguante.

Leo Carballo dijo...

¿Cómo hacés? No, en serio, ¿como hacés para que tus notas siempre sean interesantes, para que siempre se pueda aprender, para que la poesía pase por tu prosa, para que los conocimientos nos den ganas de leer (y saber) más? No damos abasto, viejo, es mucho. Un abrazo.

Marple dijo...

Lo que plantea Flaca, es sensato, hay que ser un poco disciplinado... pero a veces me pregunto qué es mejor: si agregarle años a la vida o vida a los años.
Coincido con Leo, también. Leer este blog nunca produce aburrimiento, pero como no sé si quiero aprender más cosas, lo que resalto es la ironía
y el humor conque Fernando adereza aún los textos más serios.


cordiales saludos

Unknown dijo...

Ay Fernando, no hacés más que remover mis conflictos existenciales más torturantes, esas preguntas sin respuesta que me queman la cabeza hace años. ¿Debe ser medio berreta el vino a usar en la sangría? ¿Si le pongo un muy buen vino, estoy deshonrando al noble tinto o estoy ennobleciendo la sangría? ¿en dónde está el punto de quiebre, cómo saber, por favor, si no me estoy equivocando? Confieso que a veces he cometido pecados absolutamente mortales, como hacer una sangría trucha mezclando restos de caipirinha, gaseosa de naranja y fondos de copas de cabernet, tannat y merlot de diversos invitados que se hallaban inconscientes. Quitándoles algunas moscas y agregándole un poquito de romero, es una experiencia casi religiosa y por supuesto, irrepetible.

América dijo...

jajjajajja,y pensar que creía o creo que es una manera de darle una salida elegante a un vino medio pero cualquier cosa que diga es mas pecado que el de Santiago ajajaj