Ushuaia de antaño
El Gran Parque Hotel de Ushuaia funcionó como tal hasta mediados de 1970 en su ubicación de toda la vida, una tradicional esquina frente al mar. Su dueño era Nicolás Pavlov.
Los lugareños y los clientes habituales lo bautizaron Hotel Las Tres Mentiras, porque, decían, no era ni Grande, ni Parque, ni Hotel.
Anteriormente había sido la vivienda de la familia Lawrence y años después, a fines de los 70, funcionó allí una especie de Almacén de Ramos Generales donde se podía encontrar de todo, desde una aguja curva para reparar velas hasta salamandras de hierro fundido y manteles de Plavinil.
Para dar una idea de los cambios ocurridos en Ushuaia, empecemos por decir que para 1962 tenía 2500 habitantes y no llegaban aviones de línea.
En 1972 se promulgó la Ley Nacional 19640 de Promoción Industrial (cuyo antecedente era una Ley de 1960 que liberaba de impuestos a la zona ubicada al Sur del paralelo 42º) y ya funcionaba el viejo Hotel Albatros, recién inaugurado.
Esa ley, que según sus detractores convertía a Tierra del Fuego en la “isla de la fantasía”, y que en 1983 se hizo extensiva a otras provincias (La Rioja, Catamarca, San Luis y San Juan), como “reparación histórica”, produjo una gran transformación poblacional e industrial. Hoy, año 2010, la población de Ushuaia supera los 50.000 habitantes, en su aeropuerto aterrizó el Concorde antes de ser sacado de servicio y el puerto, donde llegó a amarrar el Queen Mary, tiene un tráfico marítimo intenso,
En 1990 hubo otro paso institucional importante: el Congreso de la Nación, sancionó la Ley 23.775 convirtiendo el Territorio en Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
La anécdota se la escuché por primera vez a Jorge Bericua que era Gerente del Hotel Albatros , primero del viejo, el que se incendió y luego del nuevo. Más información sobre el tema y la Ushuaia de antaño se puede ver en estos enlaces:
http://ushuaiaretro.com.ar/tag/las-tres-mentiras/
http://www.revistanueva.com.ar/numeros/00753/nota05/
Este es el edificio donde ahora funciona el Museo del Fin del Mundo
.
jueves, 1 de abril de 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 comentarios:
a destiempo, pero igual opino.
Desde que leí las aventuras de Gordon Pynn de Poe, allá por el siglo pasado, siempre tuve ganas de conocer el fin del mundo y siempre pensé que era Ushuaia.
Creo que ahora es tarde, demasiado frío para mí.
Lo bueno es que me voy a releer esa historia de Poe, a causa de este post.
Gracias por la inspiración:)
Ah, sabés que estuve en Ushuaia hace unos años, y me alojé en ese hotel (Me refiero al Albatros...!)
Qué lugar precioso Ushuaia... con qué gusto volvería.
Y hace más años aún visité un pueblito en España, Santillana del Mar, al que llaman "la villa de las tres mentiras: no es santa, ni es llana ni tiene mar".
Marple:
No es tan frío (está al lado del mar) como te estás imaginando. Y encima, los mejores meses para visitarla son abril y mayo...
Andrea:
Ya mismo estoy tomondo tu comentario y armando un combo, que podría llamarse las seis mentiras (se aceptan mejores ideas). ¿Dónde queda Santillana del Mar?
Santillana es en Cantabria, cerca de Santander. Por allí quedan las Cuevas de Altamira, que no pude visitar porque hay que agendar como con un año de antelación. Aquí te dejo un link, por si te interesa, de una reseña que hice hace mil años para un sitio web de viajes.
http://members.virtualtourist.com/m/54d1b/3e13e/
Mi padre era viajante. Cruzábamos en balsa con la camioneta para ttegar a ushuai. 1966. Parábamos en las 3 mentiras. Había solo dos baños y había que recorrer un pasillo el cual el piso se escarchado fuese faltaba un vidrio. Te daban baginilla para el dormitorio el cual mi mamá clavaba una frazada del lado de adentro de noche pues la ventana tenua un solo vidrio y entraba igual frío a menos que la cubrirse desde adentro. El primer alvatroz era grandioso. Tenía canchas de bolos y el restaurante era muy bello. Los autos en esa época la mayoría eran mercedes pues no pagaban impuestos otro no los podían radicar en el continente. El puerto podías encontrar telas seda y vajilla china tan fina que parecía papel . Perfumes europeos. Mi mamá compraba uno se wue llamaba mándame roche.
Perdón por los errores. Pensé que tenía corrector
Publicar un comentario