En
las honras fúnebres a Nelson Mandela estaban presentes altos dignatarios de (casi)
todos los países del mundo. Sus palabras se
transmitían por televisión a millones de espectadores y allí, a la izquierda
del Presidente Obama, estaba el traductor al lenguaje de los sordos… haciendo
signos ininteligibles.
El
divertido, vergonzoso y ridículo episodio fue analizado en un interesante artículo,
por el filósofo esloveno Slavoj Zizek, cuyas líneas principales son:
·
El intérprete hizo signos (palabras) sin
sentido alguno.
·
No correspondían a ningún lenguaje.
·
El comportamiento de Jantjie tenía el
sentido de “pretender tener sentido”, nos hizo creer que “lo que no entendemos
debe tener algún sentido”.
A
partir de aquí Zizek avanza en su interpretación:
·
Los traductores para sordos están pensados
más para hacernos sentir cómodos y abiertos a los oyentes (como aceptadores de
la discapacidad) que para los que no pueden oír.
Llevando
lo anterior al homenaje a Mandela concluye que la traducción del impostor fue perfecta, pues eran un sinsentido
las lágrimas de cocodrilo que derramaban la mayoría (con honrosas excepciones)
de los dignatarios allí presentes y lo que celebraban –en realidad- era que los
negros sudafricanos pobres no se hubieran liberado todavía y convertido en un
agente político colectivo. Cierra
diciendo que a través de toda esa falsedad Jantjie hizo palpable el engaño y la
hipocresía de toda la ceremonia.
Quisiera
agregar otro punto de vista sobre el mismo tema.
A
esos fastos concurrieron –inexplicablemente para nosotros los ingenuos- tanto
los partidarios y amigos de Mandela y su lucha, como los que lo combatieron, torturaron, encarcelaron, fomentaron y continúan
implementando la política del apartheid en el mundo: Inglaterra, EEUU, Francia e
Israel, que se abstuvo de mandar a Netanyahu, porque algo
tan burdo hubiera develado el truco de los otros socios.La presencia del gobierno de los EEUU en ese funeral es un intento de pegarse a la figura de Mandela y despegarse de las guerras, las torturas y el acompañamiento de las dictaduras y los gobiernos impresentables que apañan en el mundo. Y de aparecer como abanderados en la lucha por la defensa de los derechos humanos y de la dignidad humana, de la cual Mandela es un emblema. Ellos, que mantienen presos ilegalmente en Guantánamo, que tercerizan la tortura en países de cuarta y que se atribuyen el derecho de ejecuciones y castigos preventivos, sin juicio previo, renegando del Derecho Internacional.
Todo
sucedió como en La carta robada de
Edgard Allan Poe: la mejor manera de esconder algo es ponerlo a la vista en un
lugar común. Había que poner a Barack Obama (ocasional representante del
imperio) delante de todo el mundo para que todos lo vieran y, para que nadie reflexionara
sobre su presencia, hacer de un
personaje secundario (el falso traductor) el protagonista de los chismes y las
habladurías. No fuera que nos diéramos cuenta de que su representada fue la
principal sostenedora de la criminal política del apartheid.
El
artículo de Zizek en español aquí:
http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Slavoj-Zizek-falso-interprete-Mandela-lenguaje-senas_0_1054694886.htmlen inglés aquí:
http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/dec/16/fake-mandela-memorial-interpreter-schizophrenia-signing
.
2 comentarios:
Muy lúcida e imprescindible entrada (para muchos increíblemente ingenuos).
Ojalá esto fuera facebook, yo pondría me gusta y ya.
juan pascualero:
Gracias Juan. Siempre gratificador y estimulante.
Un abrazo.
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