La
vida y pasión de los habitantes de Duvil -pueblo de la campaña bonaerense- y,
en especial, de Noemí Dinard -la protagonista- se encadenan en diez cronicones
desopilantes que tocan las obsesiones fundamentales de los argentinos (sexo,
religión, amor, fútbol, psicoanálisis) con un humor irónico, desmesurado y
pluma afilada. La prosa atrapa al lector mientras las complicaciones de pago
chico sirven de pretexto al autor para hundir el bisturí en los aspectos más
salientes de nuestra idiosincrasia y organización social.
Los
personajes reiteran sin descanso esas frases típicas en que mostramos nuestros
saberes consagrados y los códigos que compartimos: los lugares comunes, y van
transformando la comedia en un sainete donde el exceso y el absurdo nos
garantizan una dosis tamaño baño del remedio infalible: la sonrisa.
Hay
de todo como en botica, guiños y referencias culturales y culturosas por
doquier, pero ¿no son esas, acaso, una de nuestras características más
notorias?
Entre
muchas, el que suscribe elige como puntos más altos tres situaciones
disparatadas: el sistema de catalogación de libros de la bibliotecaria del
pueblo; una versión duvilense del Caso
Dora de Freud y un error en el afiche de la campaña política del intendente
(págs. 24, 75 y 98).
“Pinta
tu aldea y pintarás el mundo” es el mensaje
que recibe Noemí Dinard. El autor lo invierte y parodia: pinta una aldea vecina
para pintar la ciudad propia.
Resumiendo:
imperdible. Corra a comprarla antes de que se acabe el mundo. Tendrá diversión asegurada, de la cual estas
líneas son la garantía escrita. Cualquier reclamo hecho dentro de las 72 horas
dará lugar a la devolución del importe completo, que será depositado en un
banco de Nueva York a la orden del juez Griesa.
Una
muchacha predestinada, Osvaldo
Gallone,
2014, VS Editores.
Reseña de Fernando
TerrenoLo pueden encontrar en Librería Santa Fe de Av. Santa Fe 2376, Av. Cabildo 605 y sucursales; Librerías Yenny, El Ateneo y en todas las "buenas casas del ramo".
.
2 comentarios:
Excelente reseña, FErnando. Jorge Nedich
Gracias Jorge. Un honor tu visita.
Publicar un comentario