Al rato el tema parecía más que interesante y me sorprendió que –si contestaba con absoluta sinceridad– no eran los títulos más prestigiosos los que me “representaban”, sino algunos que se habían deslizado dentro de mí por caminos que ignoro.
Acá
están: Il sorpasso, Made in Argentina y El último Emperador.
A
Il sorpasso la debo haber visto más de 20 veces y todavía tengo en mis oídos el
sonido de la bocina del Lancia Aurelia Spider 1956 ß que manejaba Gassman. Le envidiábamos todo y
quería, secretamente, tener su pinta, su cancha, todo. A pesar de estar más
cerca de la edad de Trintignant, queríamos ser Gassman.
Cuando
la realidad ya nos había alcanzado, vino Made in Argentina. No recuerdo otra
ocasión en que haya llorado tanto en un cine, casi me deshidraté, no podía ni
levantarme del asiento. Al final un acomodador me trajo una gaseosa de naranja,
se quedó a mi lado hasta que me repuse y me acompañó hasta la salida. Todos
estaban muy bien, pero la actuación de Martha Bianchi era de una sutileza tal
que creo fue ella la que tocó la cuerda precisa.
El último Emperador la vi en ese momento de la vida en que empezamos a entender la finitud y buscar cuáles son las cosas que importan. El pequeño Emperador sorprende a su tutor inglés (Peter O’Toole) preguntándole por su vida y este le cuenta que ha sido profesor en… y que estuvo viajando por… hasta que el joven lo detiene y pide que no le cuente banalidades sino cosas “importantes”. “¿Cuáles, por ejemplo?” dice el tutor y el chino responde: “¿Dónde están enterrados sus antepasados?”
El último Emperador la vi en ese momento de la vida en que empezamos a entender la finitud y buscar cuáles son las cosas que importan. El pequeño Emperador sorprende a su tutor inglés (Peter O’Toole) preguntándole por su vida y este le cuenta que ha sido profesor en… y que estuvo viajando por… hasta que el joven lo detiene y pide que no le cuente banalidades sino cosas “importantes”. “¿Cuáles, por ejemplo?” dice el tutor y el chino responde: “¿Dónde están enterrados sus antepasados?”
Desconfiábamos
de Bertolucci, supuestamente vendido a Hollywood que lo tragaría con su
maquinaria, y nos regaló esa magnífica fábula americana al revés: alguien que
nace como Emperador y termina como Jardinero.
De
modo que sólo me queda decir muchas gracias a Dino Risi, a Juan José Jusid y a Bernardo
Bertolucci por estas joyas. Por estas, que llevo en el corazón, y por tantas
otras que completan una obra maravillosa.
.
4 comentarios:
1 Cool Hand Luke
2 La Ley de Erodes
3 Relatos salvajes
Perdon, la numero dos es: La Ley de Herodes
Mis tres:
1 Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore 1988)
2 Hombre mirando al sudoeste (Eliseo Subiela 1986)
3 El imperio del sol (Steven Spielberg 1987)
¡Saludos!.
Gracias a ambos por sus pelis.
Todas son de directores consagrados...
Me debo Cool Hand Luke (en la Argentina se llamó La leyenda del indomable, con Paul Newman) y El Imperio del sol.
De Spielberg vi hace poco Reto a muerte (Duel) con su famosa escena, tan copiada, del camión empujando al coche. ¡Maravillosa!
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