viernes, 18 de julio de 2008

Gente de letras

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Terminado el almuerzo con su esposo, la “Señora” se retira a descansar. El marido, Profesor de Literatura, aprovecha la ocasión para cortejar y cambiar efusivos arrumacos con la joven y atractiva cocinera.
Inesperadamente, la esposa irrumpe en la cocina y los sorprende in fraganti.
-¡Julio, no puedo creerlo! ¡Estoy sorprendida!
-No, no es así, déjame que te explique,-replica el literato.
-Desvergonzado, quieres negar lo que he visto con mis propios ojos.
-No, no, y no. ¡No es así!
-Ajá, ¿y cómo es entonces?
-SORPRENDIDO, he sido yo. Tú, estás estupefacta.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno...
Ficción, espero.

Marcelo P.

Marta dijo...

Pero este muchacho, Marcelo P. está por todos lados, caramba.
Excelente anécdota. Ya ve que a nosotros nos atrapa por el lado de las letras!
Un abrazo.