martes, 2 de agosto de 2011

La farmacia más antigua del mundo

Conocí mi primer farmacia no bien vine al mundo, puesto que nací en ella: la Farmacia “Del Pueblo” de La Playosa, Pcia. de Córdoba, República Argentina.
Durante bastante tiempo fue la primer y única farmacia del mundo para mí, ya que la farmacéutica era mi madre y el que, bajo sus directivas, mezclaba los mejunjes mi padre.
Ahora, que ella ha fallecido, me vengo a enterar que hay otra farmacia que es la más antigua del mundo que continúa funcionando en la actualidad: está en la ciudad de Tallinn, Estonia.
Junto con medicamentos actuales venden allí mezclas de té, “venenos” varios y un “licor balsámico” que cura desde resfríos y dolores de cabeza hasta dolores del alma. Espero conseguir un frasco grande y tomarlo con la esperanza de que sea efectivo o al menos ayude en esta ocasión.

La RAEAPTEEK está en la calle Raekoja plats 11 de la ciudad de Tallinn desde el anno domini 1422 como reza el cartel que hay en la puerta. El nombre puede sonar muy estrambótico, pero en criollo significa botica. Viene del griego αποθήκη, apoteca (Apotheke en alemán) que, como se ve enseguida suena parecido a botica y significa eso mismo: bodega, almacén, lugar bien surtido.

Las puertas de la entrada, hechas en el siglo XIX, tienen las dos serpientes entrelazadas que simbolizan venenos y farmacia desde la antigüedad y una vez adentro hay dos habitaciones, una es museo y la otra la farmacia.
En su larga historia ha tenido mucho farmacéuticos a cargo, que eran botánicos, brujos, químicos, políglotas, y figuras de la cultura y política de la comunidad. Durante muchas generaciones perteneció a la familia Burchardt.
En 1907 empezaron a preparar un licor contra la anemia, llamado “Ferratol”. Se lo considera el producto pionero de la industria farmacéutica de Estonia.

Les paso la receta de aquel "licor bálsamico" cura todo que, en realidad, no es otro que un “vin brulé” del cual La Pulpera* ya ha dado otra receta que me pasó mi amiga Binthou P.:

32 tazas de vino del Rhin (cada taza es 1,2 litros)
8 libras de azúcar (cada libra de Tallín son 358 gramos)
1 libra de canela
1 libra de jengibre
4 cantidades de clavo de olor (una cantidad es 12,8 gramos)
4 cantidades de macis
2 cantidades de azafrán

Si no te curás con esto es porque lo tuyo no tiene arreglo. Eso sí, nada de vino del Rhin, un tintillo de por acá y un golpecito de calor, sin dejarlo llegar al hervor.
Eso sí, recordar la máxima de Paracelso: dosis sola facit venenum (todas las cosas te curan o te envenenan, depende de la dosis).

* http://lapulpera.blogspot.com/2009/12/vin-brule-vino-caliente.html


En recuerdo de Doña Lolo, mi madre.
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21 comentarios:

Susana Peiró dijo...

¿Cómo abreviarte lo que sentí mientras te leía? Digamos que hubo una farmacia (también muy antigua) en mi familia y la farmacéutica ( también falleció) fue uno de los seres humanos más maravillosos que conocí en mi vida. Tenía frascos grandotes y bellos con rótulos y nombres impronunciables y hasta hace algunos años, preparaba una crema blanca (creo que se llamaba adermicina o algo así) una poción mágica muy apreciada por las mujeres sobre todo. La farmacia era lugar de reunión, consultorio donde se atendían y mezclaban los más variados temas, desde medicina hasta divorcios, mal de amores, puericultura, política y antitetánicas. ¿Cómo no imaginar esta Raeapteek y las millones de historias que debieron pasar entre sus paredes? Una maravilla!
Digo…el Ferratol: ¿32 tazas de vino? Monaaaa! ¿Vos preguntabas “quién se ha tomado todo el vino”? Los estonios!

Fernando Terreno dijo...

Susana:
¿Puede ser que esa crema blanca se llamara Diadermina?
Si es así, es la misma que hacían en mi casa y he visto pasar tarros enteros (la belleza femenina no debe tener límites entonces...). La perfumaban con agua de rosas o de azahares.
Era una crema tipo Pond`s a base de lanolina.
Gracias por compartir esos recuerdos tuyos.

andal13 dijo...

Genial entrada, Fernando, con esa deliciosa evocación de tu "farmacia natal".

Un encanto la apoteca de Tallin, pero por ahora seguiré comprando en la farmacia de la esquina, que tiene un abolengo mucho menos rancio, pero hago el pedido por teléfono y el gordo de la moto me lo trae en seguida.

Fernando Terreno dijo...

andal13:
¡Tenés razón! Casi 600 años y todavía no se avivan de poner "delivery"...
Boticas son las de ahora, que sortean premios semanales (y más te enfermás-comprás, más posibilidades tenés de sacártelos) y no esas "brujerías medievales".

Marcelo dijo...

Brillante! Esa farmacia atiende los domingos por la noche?
Algo mas: a que juegan los hijos de la farmaceutica en la farmacia?
Un abrazo

PD: No se por que pero hoy mi maquina no acentua.

Fernando Terreno dijo...

Marcelo:
No acentúa porque los barbaros se comieron a los apostoles, conviertiendo un simple asunto esdrújulo en cosas graves.
Gracias, estuve viendo un derroche de creatividad por tu blog.
Un abrazo.

Marple dijo...

Encantador el recuerdo de las farmacias. Aún frecuento algunas que se mantienen como hace 100 años.
Como en este post se puede hablar de medicinas,anuncio que antes de beber el maravilloso Ferratol, debo tomar ranitidina o afines:)

abrazos.

Fernando Terreno dijo...

Marple:
Al "Ferratol" le cabría la publicidad (en broma) que se hacía hace años a un producto veterinario, el Dopanol (para estimular matungos): "Tatán toma DOPANOL, Dopanol al acostarse... un relincho al levantarse."
Lo más lindo de las farmacias de antes eran esos frascos, con tapa esmerilada y etiqueta de oro a la hoja con nombres raros: Tintura de Laúdano, Cuprum Sulf., Ác. Tartárico, etc. etc. Tengo un par de esos frascos gracias a la generosidad de Rolando Mazzoni, que junto con Héctor Paviolo les compró la farmacia hace añares y me los guardó como regalo.
Un abrazo.

Susana Peiró dijo...

Jajajajajajajaja!!!! Eso es! Se llamaba Diadermina!!!!! Y tal cual tu descripción! (¿me imaginás atendiendo una farmacia?)Gracias Fer!

FLACA dijo...

Buenísima esa receta. Ojalá que la pócima me cure la memoria y me haga acordar de pasar siempre por La Pulpera.
Lamento no haber venido a acompañarte cuando hubiera sido bueno eso para vos, pero siempre son lindos los reencuentros.
Cuando vengan a Montevideo los vamos a invitar a ir a la VIEJA FARMACIA SOLIS, una viejísima farmacia convertida en boliche y sala de espectáculos.
Ojalá que estén bien. Un abrazote para vos y la Susy.Y gracias por hacerme el aguante con mi hija.

Fernando Terreno dijo...

Flaca:
Gracias. Ya sabemos que no necesitamos palabras para saber que los amigos estamos allí aunque no se nos escuche. En cuanto a la invitación: aceptada.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Le sigo, Pulpero!

Fernando Terreno dijo...

Manuel:
Un honor tener un lector poblano.

Anónimo dijo...

En la ciudad de Dubrocnik, Croacia ciudad medieval rodeada de murallas, he visitado
una farmacia que data del siglo XIV, la cual funciona y posee un museo en el cual se puede ver los utensillos que usaban y los libros con sus recetas magistrales que aun se pueden leer. he tomado algunas fotos cuando podia, muy interesantes.Esta considerada que es la mas antigua de Europa. Alicia

Fernando Terreno dijo...

Alicia
Como dice el tango:
Las mujeres siempre son/
las que matan la ilusión.
Chan (Sol) Chan (Do)
¡Qué lo parió! ¡Ni en el medievo se puede confiar ahora!

Biscuter dijo...

Precioso recuerdo de la farmacia de la infancia. “Como pedrada en ojo de boticario” este bello post. Lo digo porque hace poco estuve conversando sobre el tema con un amigo mexicano, devoto de esos espacios entrañables. Tiene dos boticas en Zacatecas. Una es un museo y la otra se encuentra activa.

Acá, en Venezuela, han desaparecido las viejas farmacias (que llamamos boticas) y han dado paso, desde hace años, a establecimientos como Farmacity (los nuestros son Farmatodo), desangelados y carentes de la magia de las entrañables boticas de antaño.

Saludos,
Freddy

Fernando Terreno dijo...

Biscuter:
Me gustó tu adjetivo para las farmacias actuales: desangeladas.
¿Qué hubiera sido del Amadís y de otras novelas de caballería, del mismo Asterix si no tuvieran quién les preparara sus pócimas?
¿Te imaginás a Panoramix con el uniforme de Farmatodo?
Un abrazo.

América dijo...

Fernando.
Como no leer este articulo sin pensar como van despareciendo las farmacias como tal en mi país,para ser sustituidas por grandes cadenas de distribución,recuerdo la farmacia de la zona donde nací,el dueño era el padre de una compañera de la escuela,era un lugar fascinante,ni contar con esa atención personalizada que se tenia en cualquiera de ellas hasta hace algún tiempo.
Delicioso preámbulo que hace esta entrada cercana.
Seguro que esta receta vale?jajaaj.

Abrazos amigos.

Farm. Silvia Esper dijo...

Excelente artículo!! Me lo llevo para compartirlo en mi página en facebook, para que sea leído por muchos farmacéuticos!!

Fernando Terreno dijo...

Silvia Esper:
Me alegro mucho de que el artículo te haya gustado. Tengo alguna que otra cosita más acerca de esa farmacia. Cualquier cosa, mandame un correo donde contactarte. El mío es fecosol@gmail.com
fernando (El Pulpero)

Anónimo dijo...

¡Doña Lolo!