lunes, 30 de enero de 2012

Ítalo Calvino y Jaime Dávalos


Del campo a la ciudad
Italo Calvino y Jaime Dávalos

Las migraciones del campo a la ciudad son un fenómeno constante en la historia de la humanidad. El ritmo sostenido de aumento de la población urbana ha tenido picos en cada país asociados a procesos sociales, de industrialización, guerras, etc.
En Italia hubo uno muy fuerte después de la 2ª Guerra Mundial y en la República Argentina otro, entre 1940 y 1970, con un máximo durante los primeros gobiernos de Perón.
Ítalo Calvino y Jaime Dávalos han dejado constancia de la marca que esas mudanzas dejaron en los paisanos que se convirtieron en habitantes de grandes ciudades: el escritor italiano en su libro de cuentos: Marcovaldo y el poeta salteño en la zamba La nostalgiosa.

La nostalgiosa cuenta amorosamente el sentimiento de un paisano en las calles de la ciudad y la angustia de su alma añorando el paisaje perdido.
El final del estribillo dice: Busco al fondo de la calle un cerro,/pero encuentro el cielo y nada más. Dávalos solía contar que fue producto de su experiencia personal al viajar por primera vez a Buenos Aires, en ocasión del éxito del folclore a finales de los años 50, cuando acostumbrado a las montañas de su Salta natal, lo sorprendía el paisaje de la llanura.
La nostalgiosa por el Chango Nieto:
http://www.youtube.com/watch?v=Bn29X4LDJP0&feature=related


El operario Marcovaldo vive en la pobreza, con su familia, en una ciudad industrial donde protagoniza veinte pequeños cuentos, uno por cada estación, durante cinco años. Busca obstinadamente la presencia de la naturaleza en lugares y situaciones que lo llevan reiteradamente al fracaso y la desilusión. Con ironía y cierta vecindad con el absurdo, Calvino crea pequeñas obras maestras que nos dejan “riendo por no llorar”. No hay retorno posible, la única salida que la ciudad ofrece está dentro de ella y es a través del humor y la fantasía.
“Hongos en la ciudad”, “Veraneo en un banco de plaza”, “La cura con avispas”, “El conejo venenoso” y “El jardín de los gatos obstinados” son exquisitos en un conjunto en donde no es fácil señalar a los mejores.
El libro fue escrito en 1963, cuando el tema había dejado de ser novedoso y el cine del neorrealismo lo había, aparentemente, agotado.
Por si hiciera falta agregar algo para recomendarlo, tienen una escritura impecable y son una joya en su estilo y estructura*.

ÍTALO CALVINO, Marcovaldo (Marcovaldo ovvero Le stagioni in città), 1991 Ediciones Destino
Algunos de los cuentos cuentos se pueden leer aquí en español:
http://inabima.org/BibliotecaInabima2/C/Calvino,%20Italo%20(1923-1985)/Calvino,%20Italo%20-%20Historias%20de%20Marcovaldo.pdf


LA NOSTALGIOSA - Zamba
Letra: Jaime Dávalos, Música: Eduardo Falú

Nostalgiosa llevo el alma,
por las calles de la ciudad:
gusto a polvo, mi silbido largo
suspirando zambas se me va.

El recuerdo de mi tierra,
por la sombra me subirá
y mis ojos por el cielo lejos,
con las golondrinas volverán.

La montaña alimenta mi voz,
como el río que corre hacia el mar.
Alma mía, fugitiva;
golondrinas de mi corazón.
Busco al fondo de la calle un cerro;
pero encuentro el cielo y nada más.

Donde quiera que yo vaya,
la nostalgia me seguirá:
el paisaje por mi sangre crece
y en mi boca herida cantará.

Volveré, cuando el verano
se derrame por el sauzal:
quiero hundirme en esos ríos turbios,
donde el barro huele a temporal.


*
En “Veraneo en un banco de plaza” (La villeggiatura in panchina) se da el lujo de poner el mismo verbo (admitir) en 7 tiempos distintos en 7 líneas de diálogo. Marcovaldo encuentra ocupado el banco de la plaza, donde va a descansar por las noches, por una joven pareja de enamorados que discute morosamente:
-No, non l’ammetto, - rispose lei, e Marcovaldo già se l’aspettava.
-Perchè non l’ammetti?
-Non l’ammeteró mai. …
-Allora ammetti?
-No, no, non lo ammetto affatto!
-Ma ammettendo che tu ammettessi?
-Ammettendo che ammettessi, non ammetterei que che vuoi farme ammettere tu!


-No, no lo admito, -respodió él, como Marcovaldo ya se lo esperaba.
-¿Por qué no lo admites?
-No lo admitiré jamás.

-Entonces, lo admites?
-No, no, no lo admito en absoluto!
-Pero, ¿admitiendo que lo admitieses?
-Admitiendo que lo admitiese, ¡no admitiría aquello que tú quieres hacerme admitir!


Si alguien lo desea, tengo “Le cure delle vespe” (La cura con avispas) en italiano.

La autora de la ilustración es Ioanna Galanomati y corresponde a "La ciudad perdida bajo la nieve".

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamento enmendarte la plana tan luego a vos tan generoso y erudito, pero la mayor inmigracion fue entre 1875 y 1925 unos 7 millones de los cuales se volvieron la mitad Ley de residencia y otros temas mediante.Juan C.Gene lo cuenta en su serie de TV los gingos. ver Germani Politica y Sociedad en una epoca de transicion. Gracias por todo.

Fernando Terreno dijo...

Tenés razón, esa inmigración fue mucho mayor. Debí aclarar que me refería a inmigración interna.
¿Así que la mitad de los de la gran inmigración se volvieron?
Dicho sea de paso, el que esto escribe es uno de los descendientes de aquellos de los que vinieron en 1880.
Gracias a vos.

Unknown dijo...

"Nostalgiosa llevo el alma...", que bonita zamba. Me gusta esta versión de Liliana Herrero: http://youtu.be/FaZRO1NS8iQ


Nunca leí a Calvino, así que este cuento parece ser un buen modo de comenzar.

Anónimo dijo...

blemomboAhi va una perlita de Cesar Fenandez Moreno.OpCit Argentino hasta la muerte
...ma de qué argentino me estás hablando
qué clase de argentino sos vos que no sos italiano
pa'ser bien argentino tenés que ser semita....etc etc
Moi meme soy de esa "prosapia" pero mas que francais gaita del cul du monde.Finisterre le pusieron los romanos y es tal cual

Estela Getino dijo...

Me gusta mucho Italo Calvino. La novela que más me gustó (hasta ahora), fue "El barón rampante". Qué linda historia. Sí, uno ríe pa no llorar, como en Amarcord. No sé por qué nombro la película pero me parece que es porque se parecen en muchas cosas, tal vez porque todos buscan en "el fondo de la calle un cerro".
Pulpero, de ahí del estante de arriba, paseme el Marcovaldo. Cóbrese el pdf. Le seño el otro, que pasaré a buscar inmediatamente después de que aprenda a parlare l´italiano.
Arrivederchi.

Fernando Terreno dijo...

cr:
Después decime como te fue con la versión del enlace.

anónimo:
Y si. Siamo tutti frutti y del Conventillo de la Paloma...

Estela Getino:
Ahí tiene. Qué le voy a cobrar... Más bien la comprometo a cocinar alguna especialidad en La Pulpera.

Gracias a todos y a todas.

El Tata dijo...

unressNo sé que pasa, parece que soy un delincuente cibernético. Esta porquería no me acepta la identidad.

Fernando Terreno dijo...

Tata:
Es que La Pulpera tiene un detector de delincuentes y personas de avería...
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Alguien por casualidad guardo el documento de Marcovaldo? Quería leerlo y ese link no funciona.

Fernando Terreno dijo...

Anónimo:
No sé que pasa con Inabima, que es la página de la República Dominicana.
Si se le anima al italiano acá le pongo un enlace que acabo de comprobar que funciona:
http://www.itisarighi.com/materiali/20092010/didattica/1D_italiano_Calvino.Italo_Marcovaldo.pdf

Saludos y suerte.