Veamos estos párrafos de Vasco
Pratolini y Mario Goloboff.
Cuando mamá murió tenías veinticinco días; estabas ya lejos de ella, en la colina. Los campesinos que te cuidaban te daban leche de una vaca manchada; incluso yo la probé una vez que fuimos a buscarte con la abuela.
…
Un día no te encontramos en casa de tu nodriza. Te habían llevado a visitar a los señores de Villa Rossa que, atraídos por tu belleza, se habían mostrado interesados en tu suerte. Esperamos inútilmente tu retorno. La campesina dijo:
“¡Si se encariñan con él, sería su fortuna, pobre criatura!”
…
Al despedirnos nos ofrecía cortezas de pan con manteca y mermelada. Mermelada de naranja
….
El barón era un rico señor inglés, un sir, que había envejecido recorriendo el mundo por deporte, hasta que había encontrado en las colinas de Florencia su residencia ideal. Tu protector era su mayordomo; lo servía desde hacía cuarenta años.
…él sabía demostrarle…al jardinero la razón por la que había fracasado un injerto…
Vasco Pratolini, Crónica de mi familia, 1947, Ediciones Fausto, Cap.1,2,3.
Cuando
murió mi mamá (yo solamente tenía unos meses entonces), mis dos hermanos
mayores fueron tomados por un señor al que en el pueblo llamaban el Conde
Champolión, y a mí me dejaron a cargo del tío Negro. Él era el que salía
buscarme leche de pecho al barrio del ciclón, ubicándome junto a una ventana
abierta para que no me ahogara con los llantos. Allí me veían muchas veces mis
hermanos cuando pasaban de la mano de Victoria yendo a la escuela o a hacer
compras.
…La casa del Conde era enorme. Más allá del portal y de la pileta, tenía un inmenso jardín lleno de flores rojas y amarillas, y el Conde, en persona, las regaba y mataba uno a uno los bichitos que subían por el limonero.
…
El Conde tomaba su desayuno en el jardín. …
Disponía de muchas mermeladas; mis hermanos…
Mario Goloboff, Criador de palomas, 1984, Ediciones Colihue, Cap. 4.
Deliberada o inconsciente, la influencia acosa
a los creadores. El tema de los hermanos huérfanos que son “ubicados” en
familias de condición social diferente y las consecuencias que eso trae a sus
vidas está presente en estas dos novelas.
Ambas atravesadas por el dolor, las pérdidas y
lo que estas dejan en los protagonistas; la primera, al cabo de la guerra (la
2ª Guerra Mundial) y la segunda, luego del exilio forzoso (a causa del
dictadura cívico-militar-eclesiástica de 1976 en la Argentina.) Las dos son una
muy interesante búsqueda de consolación, expiación y de exorcizar esos
fantasmas..
2 comentarios:
Es muy bueno esto que hacés, Fernando. A lo mejor, como diría Borges, todos estamos escribiendo (algunos un capítulo, otros una hoja o apenas una línea) un libro de libros, una especie de biblia, donde está permitida la cita, la glosa, la adivinación, la coincidencia y los plagios involuntarios. Bueno, eso no lo decía Borges, dijo el comienzo, o creo que lo dijo, y yo lo copié.
Un abrazo!
Gracias por lo estimulante de tu comentario. En realidad lo que decís es una síntesis perfecta de lo que postulan H. Bloom y Borges.
Todo esto me hizo acordar a una teoría (de no recuerdo quién) sobre la transcripción de oral a escrita de la palabra de dios a la biblia, el Corán o la que sea: si es literal es blasfema y si tiene modificaciones es mentirosa...
Un abrazo.
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