viernes, 19 de diciembre de 2014

Navidad y Fin de Año


La proximidad de Navidad y Fin de Año desata una vorágine que nos arrastra y cambia el espíritu festivo y de celebración original en una especie de castigo o situación desagradable por la que hay que pasar, causante de estrés y otros desajustes, cuya superación insume un tiempo considerable
Lo primero que se me ocurrió es echarle la culpa de todo esto a las técnicas de marketing y otras porquerías globalizadas que nos envía el gran imperio del norte con tal de vendernos cualquier cosa (cubitos a los esquimales, naranjas a los paraguayos y otras lindezas). Pero debo confesar que me he equivocado por completo.
 
El fenómeno tiene causas múltiples y más complejas, como lo prueba este artículo, de ¡1836!, de Mariano José de Larra. El español, que se hizo famoso con su seudónimo Fígaro, publicó unas páginas donde criticaba con acidez las costumbres y conductas políticas de la época.

La nochebuena de 1836 (fragmento):
El número 24 me es fatal; si tuviera que probarlo diría que en día 24 nací. Doce veces al año amanece, sin embargo, día 24; soy supersticioso, porque el corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer; sin duda por esa razón creen los amantes, los casados y los pueblos a sus ídolos, a sus consortes y a sus gobiernos, y una de mis supersticiones consiste en creer que no puede haber para mí un día 24 bueno. El día 23 es siempre en mi calendario víspera de desgracia, y a imitación de aquel jefe de policía ruso que mandaba tener prontas las bombas las vísperas de incendios, así yo desde el 23 me prevengo para el siguiente día de sufrimiento y resignación, y, en dando las doce, ni tomo vaso en mi mano por no romperle, ni apunto carta por no perderla, ni enamoro a mujer porque no me diga que sí, pues en punto a amores tengo otra superstición: imagino que la mayor desgracia que a un hombre le puede suceder es que una mujer le diga que le quiere. Si no la cree es un tormento, y si la cree... ¡Bienaventurado aquel a quien la mujer dice no quiero, porque ése, a lo menos, oye la verdad!
...
En este enlace se puede leer completo:
 
Otro que se ocupó de la pesadilla de estas festividades fue John Updike, que escribió Los doce terrores de la Navidad unas deliciosas apostillas que, para frutilla del postre, vienen acompañadas con ilustraciones de Edward Gorey.  No se podría haber buscado una combinación mejor para escribir e ilustrar el lado negro y terrorífico de las inocentes fiestas que alegran esta parte del calendario.
Adelanto un par de ellas para que vayan degustando:
 
Santa Claus:
¿Por qué alguien medio normal querría vivir en el Polo Norte sobre un montón de placas de hielo flotantes? O quedarse despierto toda la noche volando por el cielo distribuyendo regalos a niños de dudoso mérito?  Hay un punto en el que el altruismo se vuelve enfermizo. O bien es un siniestro encubrimiento para una estafa internacional; un hombre sin domicilio plausible, sin ninguna fuente aparente de riqueza, baja por la chimenea después de la medianoche, mientras que los decentes ciudadanos, respetuosos de la ley, están metidos en sus camas ¿no es esto, al menos, motivo de alarma?
 
 
Miedo a no regalar suficiente.
Conduce a los mareos en los centros comerciales, a las fracturas de pie en las escaleras mecánicas, al esguince de pulgar y de muñeca durante la manipulación de paquetes, a las lesiones faciales y de ojos en los autobuses embotados de gente y a la sensación de desorientación y de empobrecimiento inminente.
 
Hay más acá:

¡Felicidades!
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6 comentarios:

Fernando Terreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando Terreno dijo...

América:
No hay nada por lo que tengas que disculparte. Es un alegrón recibir tus cariños pero yo te siento entre las habitués, con o sin comentarios.
Y, de paso, aprovecho para decirte que esa reunión de Matisse, Joaquina y la guitarra de Gerardo Núñez (que es asiduo en tu blog: http://miespacioflamenco.blogspot.com.ar/) ha quedado muy hermosa. ¡Buenas vacaciones!
y un abrazo.
Fernando

Fernando Terreno dijo...

Mi querido amigo,disculpa mi ausencia,totalmente ajena a mi voluntad.
Nos queda siempre la posibilidad de no alejarnos del verdadero sentido de esta época que requiere un ejercicio de sensibilidad y objetividad,pero a veces esta vorágine sumerge a muchos en la angustia cuando en realidad debemos entender que lo que no hicimos o compartimos con otros durante 11 meses,difícilmente lo arreglamos en un mes.
Agradecer,compartir y reflexionar,
¡Feliz Navidad y un Venturoso Año 2015! que tus mas anhelados deseos se hagan realidad.
Felices fiestas, con todo mi cariño!
…....... /)
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….….|░░░|
……..|░░░|☆ Feliz (♥)
…..@|░░░|¸.¤“˜¨Navidad.
.¨˜“¤|░░ഐ¤ª@“˜¨¨y
…¨˜“გª¤.¸::¸.¤ª☆“˜¨¨Año Nuevo.

juan pascualero dijo...

Ya que...etc. y como además...etc. y sin olvidar que...etc. te deseo lo mejor (lo que vos consideres lo mejor) para estas fiestas, que el próximo año te dé energías para seguir deleitarnos con tu blog y por supuesto que...etc.

Fernando Terreno dijo...

¡Grande Juan!
También lo mejor para vos y, si piensa dar una vuelta con su camión-motor-home por estos pagos, avise por cualquier cosa.
Un abrazo.

juan pascualero dijo...

¡Deleitándonos! Claro. No se debe escribir medio dormido. Un abrazo.