jueves, 5 de abril de 2018

Hexagrama 16



Hexagrama 16
 Se conocen desde hace muy poco y, como amantes sin experiencia, nada saben uno del otro. Quizá ella teje su velo nupcial mientras él vuela en las alas del deseo, ciego en su pasión.
Ella mueve los hilos con gracia y seguridad y la red va surgiendo prodigiosa. Él la corteja fascinado, sorprendido por los sublimes aleteos de su corazón.
Ceremoniosos y aplicados, los dos ponen toda su destreza en las tareas. Cada uno con un entusiasmo diferente, casi ajenos, misteriosamente sin recelos.
El entusiasmo de ella es el de alguien paciente y seguro; tejiendo un bordado conocido, deteniéndose cada tanto a reforzar algún nudo, entregada a un mandato atávico, sin apuro. Muy distinto del entusiasmo de él, que lo devora, lo empuja en acrobáticos arrebatos y lo muestra ridículo en su conducta. Parece gozar por anticipado cada vez que la mira, temerario, casi rozándola, mientras ella se oculta, cercana e indiferente. Hasta que, como un loco, arremete obstinado y se da cuenta de que ha entregado algo más que su alma: está atrapado entre esos hilos. Apenas puede moverse. El recuerdo de la libertad es lo único que le queda.
Ella se acerca, caminando con pericia, sobre la tela que ondula suave en la brisa de la tarde, lo observa y calcula que hay comida para rato.
Fernando Terreno
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