martes, 8 de mayo de 2018

Cocoliche y sainete


El actor Celestino Petray imitaba con facilidad a los italianos acriollados, entre ellos a un peón calabrés llamado Francisco Cocoliche y a su modo de hablar. Ambos pertenecían a la compañía de los hermanos Podestá. Por ese entonces, año1886, los Podestá representaban en el circo una versión casi muda del Juan Moreira de Eduardo Gutiérrez, a la que le fueron incorporando diálogos para hacerla más entendible.
“Una noche, sin aviso previo, Petray irrumpió en el 2º acto llevando un caballo de las riendas y cuando Gerónimo Podestá lo vio, le dijo:
¡Adiós, amigo Cocoliche! ¿Cómo le va? ¿De dónde sale tan empilchado?
A lo que Petray respondió:
¡Vengue de la Patagonia co este pareciere macanudo, amique!
La cosa produjo una explosión de risa que duró largo rato. Petray continuó:
Me quiame Francisque Cocoliche, e songo cregollo gasta lo güese dela taba e la canilla de lo caracuse, amique, afficate la parata…
Y se contoneaba coquetamente.
¡Quién iba a suponer que de aquel episodio improvisado saldría un vocablo nuevo para el léxico popular!”
Esto cuenta José Podestá en sus memorias de 1930, tituladas Medio siglo de farándula.
Así nació, para el teatro argentino, el cocoliche, esa manera de hablar con que nos torturan en la actualidad dramaturgos excelentes y de los otros. Insisten con un habla que no manejan, para la que no tienen oído –sobre todo porque desapareció hace casi ochenta años– y a la que debieran suplantar por cualquiera otra que resulte verosímil, la lengua italiana, posiblemente.
Para colmo de males, la vice Presidenta está intentando ponerlo de nuevo de moda. Haciendo gala de su “manejo del italiano”, intentó hablar en la lengua del Dante en una visita a Macerata (Le Marche, Italia) y le salió un ridículo cocoliche que hizo recordar a la parodia del argentino que llevaba su familia a Italia. La hacía Enrique Pinti, que pedía en un bar: Motzzo, per la nena camone.
¿O nos estará dando una sutil señal de que en lugar de gobernar están representando un sainete?


El entrecomillado lo tomé de: Cocoliche y lunfardo de Ulysse le Bihan – Universidad de Oslo
Y de acá:
Juan Moreira - Versión completa de José Podestá
.

No hay comentarios.: