Los tres temas se interrelacionan a través de la magia del actor italiano Ugo Tognazzi (1922-1990). Escribió un libro de cocina, él lo llamó autogastrobiografía, donde hace un recorrido por toda su vida a partir de las comidas, los olores y sabores ligados a sus afectos. Comienza en la infancia con recetas de su abuela, sigue con la guerra, el servicio militar, algunos matrimonios, y termina con los platos que comieron en La gran comilona.
Resulta muy divertido, mucho menos solemne que algunas biografías de actores y actrices que no supimos esquivar, y lo mejor de todo, las recetas... ¡funcionan!
Copio unos fragmentos del prefacio, para que lo disfrutemos y después alguna receta o parte de ella.
Resulta muy divertido, mucho menos solemne que algunas biografías de actores y actrices que no supimos esquivar, y lo mejor de todo, las recetas... ¡funcionan!
Copio unos fragmentos del prefacio, para que lo disfrutemos y después alguna receta o parte de ella.
En mi casa de Velletri hay una enorme heladera que escapa a las reglas de la sociedad de consumo. No es una “maxiphilco”, una de esas espectaculares heladeras panzonas de color blanco polar. La mía es de madera y ocupa una pared entera de la gran cocina.
Por las cuatro ventanillas se puede espiar su interior y regodearse con la vista de los embutidos, los quesos, los terneros, los cuartos de res que cuelgan majestuosos de lustrosos ganchos.
Esta heladera es mi altar privado.
De vez en cuando ocurre que, por la mañana, mi mujer me sorprende arrodillado frente a ese fetiche, ese tótem de la aventura humana. Allí estoy, ensimismado en la contemplación, en espera de inspirarme para el almuerzo...
Ñoquis de papa al gorgonzola (como en 1931)
Preparen los ñoquis en casa con cien gramos de harina y un kilo de papas. Todos saben como. Pero, si realmente no tienen ganas, los autorizo a que los compren en los comercios especializados.
Ingredientes
Medio kilo de ñoquis
50 gr de queso gorgonzola (puede ser gruyere, parmesano o provolone)
50 gr de manteca
medio vaso de crema de leche (100 gramos o medio pote chico)
un puñado de pistachos
un chorrito de brandy, sal y pimienta, of course.
Pelen los pistachos, colocándolos antes en un poco de agua tibia para ablandarlos. Aplástenlos en el mortero o píquenlos con el cuchillo. En una cacerolita, derritan a baño María el gorgonzola, que habrán cortado en trocitos, junto con la manteca y mezclen con una cuchara de madera. Cuando todo esté derretido, agreguen la crema de leche y continúen revolviendo cinco minutos más. Antes de retirar del fuego, salen un poco, agreguen el chorrito de brandy (o cognac) y los pistachos picados.
Viertan la salsa sobre los ñoquis calientes y agreguen pimienta recién molida.
Para desmayarse, créanme.
Las acotaciones en letra normal, las he agregado yo, para facilitar las cosas de acuerdo a lo que se consigue por aquí, en la República Argentina (scusi, caro Ugo). Olvidé decir, que comen 2 comensales con ganas o 3 que quieren conservar la silueta.
Después de comer esos ñoquis y dormir un poco de siesta, nada mejor que ver una comedia italiana. Me permito recomendarles “Amigos míos” (Amici miei) o “Amigos míos 2”, la primera es en blanco y negro, la segunda en color. Fueron dirigidas por Mario Monicelli, que supo tener como ayudante a...Federico Fellini. (Ahí van a ver cuánto de Monicelli hay en el Fellini que vimos después).
UGO TOGNAZZI, L’abbuffone (El Glotón), 2004, Ed. Cava de’ Tirreni, Avagliano, Italia.
Por las cuatro ventanillas se puede espiar su interior y regodearse con la vista de los embutidos, los quesos, los terneros, los cuartos de res que cuelgan majestuosos de lustrosos ganchos.
Esta heladera es mi altar privado.
De vez en cuando ocurre que, por la mañana, mi mujer me sorprende arrodillado frente a ese fetiche, ese tótem de la aventura humana. Allí estoy, ensimismado en la contemplación, en espera de inspirarme para el almuerzo...
Ñoquis de papa al gorgonzola (como en 1931)
Preparen los ñoquis en casa con cien gramos de harina y un kilo de papas. Todos saben como. Pero, si realmente no tienen ganas, los autorizo a que los compren en los comercios especializados.
Ingredientes
Medio kilo de ñoquis
50 gr de queso gorgonzola (puede ser gruyere, parmesano o provolone)
50 gr de manteca
medio vaso de crema de leche (100 gramos o medio pote chico)
un puñado de pistachos
un chorrito de brandy, sal y pimienta, of course.
Pelen los pistachos, colocándolos antes en un poco de agua tibia para ablandarlos. Aplástenlos en el mortero o píquenlos con el cuchillo. En una cacerolita, derritan a baño María el gorgonzola, que habrán cortado en trocitos, junto con la manteca y mezclen con una cuchara de madera. Cuando todo esté derretido, agreguen la crema de leche y continúen revolviendo cinco minutos más. Antes de retirar del fuego, salen un poco, agreguen el chorrito de brandy (o cognac) y los pistachos picados.
Viertan la salsa sobre los ñoquis calientes y agreguen pimienta recién molida.
Para desmayarse, créanme.
Las acotaciones en letra normal, las he agregado yo, para facilitar las cosas de acuerdo a lo que se consigue por aquí, en la República Argentina (scusi, caro Ugo). Olvidé decir, que comen 2 comensales con ganas o 3 que quieren conservar la silueta.
Después de comer esos ñoquis y dormir un poco de siesta, nada mejor que ver una comedia italiana. Me permito recomendarles “Amigos míos” (Amici miei) o “Amigos míos 2”, la primera es en blanco y negro, la segunda en color. Fueron dirigidas por Mario Monicelli, que supo tener como ayudante a...Federico Fellini. (Ahí van a ver cuánto de Monicelli hay en el Fellini que vimos después).
UGO TOGNAZZI, L’abbuffone (El Glotón), 2004, Ed. Cava de’ Tirreni, Avagliano, Italia.
1 comentario:
Que buena manera de aunar recuerdos a traves de las comidas y las peliculas. Y es que es verdad que las comidas acompañan los momentos.
Publicar un comentario