-¡Hola, hola, Manuel! ¿Qué tal lo pasaron en Londres?
-¡Olé, Ramón!, de maravillas, disfrutamos mucho.
-Me alegro. ¿Hay algo que te haya llamado la atención en especial?
-Todo y nada a la vez.
-Yo decía esas cosas que te quedan grabadas más que otras.
-Nada en especial, salvo que son un poco raros estos ingleses.
-¿Cómo es eso, hombre?
-Imagínate: tomamos un tren y llegamos a Waterloo Station. Caminamos un rato y ¿dónde fuimos a parar?, pues a Trafalgar Square.
-¿Y...?
-Allí vimos un monumento al Almirante Nelson.
-¿Y eso qué?
-¡Olé, Ramón!, de maravillas, disfrutamos mucho.
-Me alegro. ¿Hay algo que te haya llamado la atención en especial?
-Todo y nada a la vez.
-Yo decía esas cosas que te quedan grabadas más que otras.
-Nada en especial, salvo que son un poco raros estos ingleses.
-¿Cómo es eso, hombre?
-Imagínate: tomamos un tren y llegamos a Waterloo Station. Caminamos un rato y ¿dónde fuimos a parar?, pues a Trafalgar Square.
-¿Y...?
-Allí vimos un monumento al Almirante Nelson.
-¿Y eso qué?
-Nada, monumentos a los enemigos y nombres de derrotas a los lugares públicos...
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