sábado, 14 de febrero de 2009

Del Vino a la Coca-Cola

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Del vino a la Coca-Cola
Paco Ignacio Taibo II (1949)

Escritor y periodista mejicano (aunque nacido en España), hijo de un escritor del mismo nombre que se radicó en México en 1955 para evitar los aprietes que, en su función de periodista, le hacía la “prensa libre” de su país.
Autor prolífico y varias veces premiado, ha publicado novelas, cuentos, ensayos, biografías y tiras cómicas, además de sus trabajos periodísticos en La Jornada y El Universal, entre otros.
Tiene una vasta obra en el policial negro, cuyo protagonista es un detective (sí, ¡otro más!, disculpen): Héctor Belascoarán Shayne, una de cuyas características es la de ser un gran consumidor (casi digo bebedor, lo que hubierera sido un sacrilegio) de Coca-Cola.

En este sentido, el personaje es su alter ego dado que él mismo es un adicto a la Coca Cola, de la que toma varios litros al día y es lo único que bebe. No sólo eso, sino que se jacta de ser un gran catador de la gaseosa y de distinguir las diferencias entre las fabricadas en diferentes lugares del mundo.
Esto alcanzaría para dejar todo acá y olvidarse de alguien tan desgraciado, pero sucede que el tipo, a pesar de eso, es buen escritor. Además, fue biógrafo de Pancho Villa y del Ché Guevara, de quien asegura que también gustaba del brebaje!.

Escribió una “novela a 4 manos”, Muertos incómodos, a medias con el Subcomandante Marcos. Taibo se ocupó de los capítulos pares y el “Sub” de los impares. Originalmente el proyecto era escribirla a “6 manos” y el autor de la idea fue Manuel Vázquez Montalbán. Cada uno de ellos aportaría su detective, Vázquez a su Pepe Carvalho y Taibo al gordo Belascoarán, pero la repentina muerte del primero obligó a reformularlo. El Sub, para no ser menos, creó su propio personaje para la ocasión: Elías Contreras.
Sin ser la octava maravilla, la novela atrapa y puede leerse con cierto deleite, sobre todo si no se es muy exigente. Incluso hasta puede resultar divertida y siempre será mejor que patear la pata de la cama con la punta del dedo gordo, descalzo y al oscuro.

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3 comentarios:

andal13 dijo...

Te diré que a mí me encanta la Coca-Cola (y tiene que ser Coca-Cola); por razones de peso, desde hace años que tomo "light", y lo hago todos los días, aunque trato de moderar su consumo; soy gran bebedora de agua sin gas, y ando con la botellita de agua como si fuera parte de mi persona.
El tema con el vino, que aprecio tanto, y con otras bebidas alcohólicas es el alto valor calórico... Así que puedo disfrutarlas sólo de vez en cuando...

Recuerdo las novelas de Simenon y el Inspector Maigret, que era gran bebedor... Terminaba de leer cada novela hipando y haciendo eses!!!
;-)

Recomenzar dijo...

Amo la coca cola aunque no la tomo ya que si la tomo vuelo por la cafeína- azúcar-
besos desde lo lejos van

Anónimo dijo...

Ayer encontré la novela, casi escondida entre libros baratos de un kiosko de revistas.Ya la devoré, y como eran las cuatro de la mañana cuando la terminé casi me rompo el dedo gordo contra el pie de la cama , a oscuras, al ir a acostarme :)
Me produjo la misma impresión que este post"Del vino a la coca cola": como los magos desviaste la atención hacia el refresco ,para recomendar, distraídamente y como al pasar un excelente libro.No me interesa lo que digan los críticos literarios, yo me considero exigente y la hallé genial..porque ¿alguien puede creer que el objetivo del Sub (Sup en el libro), pueda ser escribir la octava maravilla de la literatura? y después de todo, ¿cuántos han leído en forma completa las super maravillas de la literatura?

Gracias, joven,para mí ha sido un regalo de la vida ,encontrar, como no podía desde hace tiempo, un libro que no me dejara respirar y me hiciera reir y pensar , todo a la misma vez.

abrazo