Acá
van unas coplas, recopiladas de diversas fuentes, entre las que prima la
picardía. Las dos finales, en especial la última, son una prueba irrefutable de
que Sigmund Freud habrá nacido en Tacuarembó pero se crió en Purmamarca y en la
Quebrada de Humahuaca.
1
La
mujer que quiere a dos,no es tonta sino advertida
Si una vela se le apaga,
le queda la otra encendida.
2
Casada quisiera estar,
casada por un ratito.
Casada toda la vida,
eso sí no lo permito.
3
La
mujer que a mí me gustaestá de novia o casada.
Si soy ladrón es por culpa
de la propiedad privada.
4
Dios hizo primero al hombrey después a la mujer,
porque solo el pobrecito
no sabía lo qué hacer.
5
Decile
no, mi chinitaal muchacho rubio aquel,
vos sos demasiado chica
y él, de tu prima Raquel.
6 (Electra en Tilcara)
No
es el hombre para vos,andá dejándolo ya.
Me gustaba a mí también
cuando lo hice tu papá.
7 (Edipo en La Quiaca)
La
mujer a mí me gustaporque de ellas he nacido.
¡Cómo no me va a gustar
entrar por donde he salido!
Escuchadas
a: Mariana Carrizo (1, 2); Osvaldo Gallone (3); Atahualpa Yupanqui (4) y Tomás
Lipán (5, 7).
Las ilustraciones son de Bob Row y de Michel Sauval
.
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