“Alcanzamos un refugio cordillerano, construido en forma cónica, al que se entraba como a un caracol hasta dar con una estancia amplia, en la que cabían cómodamente hasta cinco jinetes con sus cabalgaduras.”
Atahualpa Yupanqui contó así su llegada al refugio de la foto, uno de los catorce que se construyeron entre 1864 y1873 por inciativa del Presidente Sarmiento, en la zona cordillerana de La Rioja y San Juan.
Fueron emplazados a lo largo de los tres “caminos de los toros” por los que se llevaba hacienda en pie a Copiapó – Chile desde 1830. Estaban separados por un día de marcha y servían como protección ante la dureza del clima.
En los pasos mendocinos ya se habían construido con anterioridad –hacia 1750– unos refugios más pequeños, de ladrillos cocidos, conocidos como Casas del Rey, para dar refugio durante el cruce a arrieros, correos y viajeros, pero estos son mucho más grandes y sólidos.
La actividad cayó paulatinamente frente a la
competencia de otros sistemas de transporte. Así fue que el último arreo de
hacienda por el Paso de Pircas Negras (que ahora cuenta con una espectacular
carretera pavimentada recién construida) fue allá por 1958. Debió ser muy
impresionante: unos 15 arrieros llevaron 300 vacunos, a los que previamente
tuvieron que herrar ,y los entregaron en Copiapó para retornar con el pago en metálico,
oro y plata en lingotes. Cirilo Urriche, un mozo por aquel entonces, que formó
parte de aquel grupo de arrieros recuerda hoy aquella travesía desde su
mercado-restorán en el pueblo de Jagüé.
La Aduana de este paso a Chile está en la localidad
de Vinchina (distante 120 Km de la frontera). Hacia 1940, el jefe a cargo de la
misma se llamaba Custodio Astorga (puede parecer una broma la coincidencia del
nombre con la función, pero no lo es.) A él, al baquiano Félix Cruz y a la
Barranca de Zabaley los menciona Atahualpa en “El canto del viento”. En la
actualidad se puede recorrer la zona acompañado por el guía Fernando Zabaley (Cooperativa
Laguna Brava Turismo – Vinchina – La Rioja), nieto del nombrador de la Barranca.
Una última sobre los refugios: más que cónica la forma
externa tiene reminiscencias mongoles o árabes (según algunos, origen de la
familia a cargo de la construcción de los mismos) y la planta es idéntica a
la de los nidos de horneros. Tienen una pequeña ventana y un agujero en la
parte superior para asegurar el tiraje cuando se hace fuego en su interior. Lo
mejor de todo es su calidad constructiva que los ha hecho sobrevivir a más
de 150 años de intemperie y de ocasionales temblores.
Más sobre el tema en:
http://www.cienciahoy.org.ar/ch/hoy28/laguna01.htm
http://www.histarmar.com.ar/AVIACION/DelaSelvaAlosAndes2.htm
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2010/05/19/nota243340.HTML
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