viernes, 5 de junio de 2009

Obsesiones sexuales

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Obsesiones sexuales

En el consultorio del psiquiatra.
-¿Qué lo trae por acá?
-Estoy obsesionado por el sexo, doctor. Creo que mis fantasías no tienen límites. Últimamente veo tetas por todos lados.
-En principio le diría, casi con seguridad, que no es para tanto. Vivimos muy estimulados sexualmente por la publicidad. Todo se vende con imágenes eróticas, desde autos hasta detergentes. Lo suyo es totalmente normal.
-Puede ser, pero yo creo que lo mío es grave. Todo lo que veo me trae imágenes de pezones, de tetas voluptuosas...
-Le propongo hacer un test simple para que ambos evaluemos la cuestión. Yo le diré una serie de palabras y le pido que usted, con toda libertad y asociando a su antojo, me diga lo que le viene a la cabeza.
-De acuerdo.
-Limones
-Tetas
-Palomas
-Tetas
-Repisa
-Tetas
-Pomelos
-Tetas
-Gomas
-Tetas
-Chiches
-Tetas..., ¡se da cuenta doctor!
-¡Tranquilo! No veo nada para preocuparse. Es un resultado común y corriente. Noventa y nueve de cien contestarían igual. Además no hemos terminado. Piensa para sí –ahora vienen las preguntas de control-, sigamos.
-Delantera
-Tetas
-Limpiaparabrisas...
-¡Tetas!
Acá el doctor empieza a perder la compostura, lo mira con cierto asombro y le dice:
-Delantera vaya y pase, pero me quiere decir ¿cómo carajo asocia limpiaparabrisas con tetas?
-¡Ay doctor, esa es la más clara de todas!
Y con un gesto pícaro, mientras le guiña un ojo, sacude la cabeza de un lado al otro (imitando a un limpiaparabrisas) mientras tira besitos desde cada extremo:
-chuic..., chuic..., chuic..., chuic...

Las ilustraciones son de Alberto Cognini y Divito.
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1 comentario:

América dijo...

Un toque de humor que no cae mal.