domingo, 17 de mayo de 2009

José Viñals

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José Viñals
Argentino, nacido en Corralito (Córdoba) en 1930, reside desde 1979 en España de donde eran sus ancestros. Actualmente vive en Jaén y es un poeta extremeño y argentino a la vez.
Su talento poético ha sido ampliamente reconocido en España donde ha obtenido los premios Jaime Gil de Biedma y Villafranca del Bierzo.
Catorce libros de poesía editados (Prueba de artista, Milagro a milagro entre otros); varias novelas (Nicolasa verde o nada, Padreoscuro); relatos (Miel de avispa, Ojo alegre y viejísimo); ensayos (El príncipe manco) y otros inclasificables como Huellas dactilares, forman una obra cuantiosa y de excepción.


de Jaula para Juan
“Mirar con el ojo del bárbaro”, decía Unamuno. Como bárbaros, sin condicionamientos culturales, sin prejuicios, sin preconceptos, no colonizados, libres. No se puede evitar que nos manipulen el cerebro y el alma, pero al menos resistamos. Y entremos a saco en la poesía, en el arte, con nuestro ojo bárbaro. Es posible. (J. Viñals: Huellas 33)

Mujer de amor con mi apellido
...
En nombre de la estrella polar y de los círculos ártico y antártico; en nombre del lucero del alba y las constelaciones pitagóricas, serenas y acordadas; en el nombre de las mareas, del tifón gris, del maremoto terrible, de la luna, del cachorrillo de oso de los hielos.

En nombre de los vientos sagrados de bellísimo nombre: el aquilón, el bóreas, el austro, el cierzo, el siroco, el pampero, la brisa que soplaba en las lecturas de Paolo y Francesca, la que ondulaba las cortinas del cielo de Buda y la Gioconda.

En el nombre de la bellota negra, la cebolla contrita, los fundamentos del ajo y el aceite; en el nombre rizado del perejil; ...


De Miniaturas
46
Estamos bien en la montaña; él trisca tre-
bolillos, aprendo yo botánica y mis leccio-
nes de ornitología. Él se lleva el sabor y la
memoria de la hierba y el trébol; yo, entre
tantas nociones, sólo llevo el recuerdo de
una mujer. Y ya estaba en mí.

62
Me crucé con los tres Reyes Magos. Eran
incorpóreos pero olían muy mal. Tantos
siglos de camellos y desiertos, pensé. Las fic-
ciones también se pudren, no por simbóli-
cas sino por fraudulentas.


Y para terminar, de Huellas dactilares:
269
¿Por qué “Una de mármol blanco va trepando / en caracol torcida gradería”, y no, simplemente, una torcida gradería de mármol blanco va trepando en caracol? Es lo mismo, dirán alguno; es lo contrario afirmo yo. Una cosa es escribir, otra redactar, ya lo dije antes. Y gracias Góngora por el préstamo.
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2 comentarios:

Jorge Aloy dijo...

Fernando: me gustó mucho la miniatura 62, llega a la misma conclusión que ya se llegó hace años y no se puede revertir: la ficción es mentira.
Habrá que buscar material de Viñals. Un abrazo.
Jorge Aloy

América dijo...

A mi me gusta todo el post,y que interesante lo de tu comentarista la ficcion es mentira jajaja...