domingo, 19 de julio de 2009

La correctora

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La correctora

La primera vez que tuve la idea sólo quería lograr una redacción más fluida pero no me animé. Confieso que compartía por entero el prejuicio de que los correctores son un mal necesario. Después empecé a pensar que en realidad son más necesarios que malos, si pretendemos que lo escrito refleje para todos los lectores lo que deseamos expresar.
Más tarde, ocasionalmente, empecé a utilizar los servicios de una correctora y los textos resultaron sensiblemente mejorados. Los textos, porque lo que es yo, por el contrario, he salido casi siempre maltrecho tras inútiles combates en defensa de comas y verbos insostenibles (ni qué hablar de mis pobres adjetivos, tan castigados los pobrecitos).
La guacha, implacable, casi siempre tiene razón y encima es bonita.
En los momentos en que el odio me gana, he pensado seriamente en reemplazarla por un programa que vi en la Internet, un “Traductor y corrector automático” que, además, durante los primeros sesenta días es gratuito.
Hoy, que el recuerdo vaga por otros aspectos, estoy pensando que el problema está en la palabra combate, que necesita urgente corrección. Intentaré cambiarla por la palabra encuentro. Este pequeño cambio modificaría la dirección o el escenario de los combates y los llevaría a un terreno más propicio para intentar un encuentro.
La publicación de estas líneas es el primer paso de mi nueva estrategia. Si, cuando la vea nuevamente, viene hacia mí con una sonrisa empezaré a sentirme correspondido en las intenciones. Si, por el contrario, viene lápiz en mano con esta página impresa y llena de esos simbolitos repugnantes habré perdido una batalla más, pero no dejaré de pensar en escribir un próximo capítulo. Me estoy olvidando de lo más importante: ¿cómo hago para que las lea? ¿La llamo o no la llamo?
Fernando Terreno

El autor de la ilustración es el dibujante chileno José Palomo y pertenece a su libro Literatos.
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7 comentarios:

miri dijo...

Querido Fer:
En principio, diría que la llames, pero no me quiero meter en lo que no me corresponde.
En segundo término, tengo algo para compartir con vos: leete "El escriba feliz", de Marco Denevi, Puro Cuento, Año IV, N°24, Buenos Aires, setiembre-octubre de 1990, pág. 24. Creo que te va a gustar.
Te mando un beso grande.
Miri

Marple dijo...

Hola Fernando:
¿A quién le importa que vos uses corrector o adjetivos o lo que sea, si vos sabés comunicar perfectamente lo que querés decir?
Hoy estuve pensando en tu blog desde otro punto de vista: ¿por qué en otros blogs mediocres, que están llenos de obviedades y (mirá que leo muchísimos) la gente opina y opina sin parar?¿por qué este blog no da lugar a encuentros o combates?.Creo, que es porque nadie tiene ganas de aprender mucho ni siquiera de pensar.¿Está la gente, que anda "bloggeando" realmente interesada en otra cosa que no sea agrandar su ego?Las redes sociales tipo Facebook, ¿acaso no son una forma de decir tengo un millón de amigos para no confesar que en la vida real son incapaces de encuentros verdaderos?
Reconozco que aún no opiné en el anterior post , anduve pensando en la sabiduría de Shakespeare y en lo poco que se lee y que lo leo,entonces, perdida en mis pensamientos , no escribí nada, pero lo voy a hacer no para lucirme, sino para compartir mi pensamiento contigo.
En suma, hacer un blog de divulgación científica/cultural, es una quijotada. Y los que tienen vocación de Quijotes,je,je, ya sabés cómo les va .
Para no irme del tema de la correctora , yo creo lo que el mundo anda necesitando es una correctora de mentes.
Finalmente ya sé que a vos no te importan los comentarios,pero como me decía una amiga ¿para qué hacés un blog si no querés que nadie los lea? No sé. Supongo que para mí un blog es como aquellos diarios que la gente guardaba con cuatro llaves y aún hay muchas preguntas que no sé contestar sobre el mundo virtual.Si exponés tu vida a los cuatro vientos, el éxito es seguro, pero no quiero eso.Otra solución es andar comentando en cuanto blog se ponga a tiro y ahí ..bueno, ahí dejamos pálidos a los fenicios con el mercadeo.
Perdón por el largo comentario, pero hoy me levanté inspirada:)
y si no tiene nada que ver lo que dije con lo que vos estabas pensando al escribir, borra, para eso sirve ser el dueño del blog.

un abrazo

andal13 dijo...

¡A la pucha!
Me quedé sin palabras. Miss Marple me las usó todas!

;-)

Fernando Terreno dijo...

Gracias por todos los comentarios.
Me parece que podemos ver en los cuatro -incluyendo a la entrada- la razón por la que leemos/escribimos: para divertirnos, por un cacho de felicidad, por una sonrisa y porque nos gusta.
Lo demás es completamente accesorio (¡te imaginás el quilombo que sería si la gente opinara sin parar y además de buscar correctora tuviera que salir a buscar un agente de prensa!)¿No está lindo así, casi en la intimidad...?
Un abrazo

Sailor V dijo...

Sí.... la frase "seducida por la filosofía" me describe muy bien...
Muy bueno este escrito! Voy a seguir chusmeando.
Gracias por tu comentario, se agradece mucho!
Un saludo.

América dijo...

No necesitas nada de nada,solo facilitarnos la manera de seguirte,(y yo sigo con lo mismo jajajaaj),a mi me gusta como escribes,a veces puedo comentar ,opinar,otras SE me va de las manos el tema,pero eres un gran bloguero y un excelente comentarista....UN ABRAZO.

Anónimo dijo...

Fernando: Uno tiende a escribir sencillito (y de alpargatas)y para eso no hay nada mejor que la corrección de un humano. Mejor una humana.
Por ejemplo yo escribí:
*La mujer de mi vida vive en mi barrio.
Y un programa de corrección de estilo me indujo a cambiarlo por:
*La matrona de mi subsistencia vegeta en mi jurisdicción.
Mejor, llamala por teléfono.
Jorge Aloy